Читать книгу Cancionero de Lope de Stúñiga: Códice del siglo XV. - José León Sancho Rayón - Страница 7
IOHAN DE MENA.
Оглавлениеnota II
Guay de aquel hombre que mira
Vuestro gesto triste ledo,
Si delante non se tira,
En él pone vuestra ira
Non ménos amor que miedo;
La ira non conveniente
De fermosa os face fea,
Mas vuestro gesto plasiente,
Bien mirado por la gente,
Con sanna más vos arrea.
Yo vos he visto sannosa,
Yo vos he visto pagada,
Mas iamas fallo tal cosa
Por do ménos que fermosa
Vos faga ser alterada;
Tal me vos siempre mostrays
Por mi ventura fadada,
Qual, aunque non querays,
Fuerça es que padescays
Desamando ser amada.
Dubdo que pueda pensar
Vuestra grand beldat partir
Nin que vos pueda parar
Ménos bella el grand llorar
Que fermosa el buen reyr;
Nin calor más non enciende
Vuestra ymágen estranna
Nin frior la reprehende,
Nin la noche la ofende,
Nin la mannana la danna.
Siempre estais de un estante
Et iamas en una tema,
Syempre es vuestro semblante
En una forma constante,
Non communa, mas estrema;
Como es norte firmesa
Sobre todas las estrellas,
Assy vuestra gentilesa
Es el norte de bellesa
Sobre cuantas naçen bellas.
Solamente con cantar
Dis que enganna la serena,
Mas yo non puedo pensar
Quál manera de engannar
Á vos non vos venga buena;
Ca vos me engannays reyendo,
Et me engannays llorando,
Engannaysme dormiendo,
É más me matays n’os veyendo
Que me penays mirando.
Si ántes oviérades sydo,
Fisiera rason humana,
Segun el gesto garrido,
Vos ser madre de Cupido
É gosar de la mançana;
Que si Páris conosciera
Que tan fermosa sennora
Por nascer áun estoviera,
Para vos, sy lo supiera,
La guardára fasta agora.
Quanto más bella se pára
De las estrellas la luna,
Tanto vuestra linda cara
Se muestra perla muy clara
Sobre las fermosas una;
Como el fénix fiso Dios
En el mundo sola un ave,
Assy quiso que entre nos
Sola tal fuéssedes vos
De fermosura la nave.
É vos, que desque naçistes
Las beldades se consumen,
Vos, que nascida fesistes
Ser envidiosas et tristes
Las que de bellas presumen;
É pues luz de las fermosas
Quiere razon que vos llamen,
Síguense de aquí dos cosas:
Las damas que estén sannosas,
Los hombres que más vos amen.
La vuestra clara presençia
Á las presentes absenta
Et defasse con prudençia
Quanto saber é sciençia
Vivo seso representa;
Mas teneys otros errores
Ó yo soy del todo loco,
Que de remediar amores,
Segund muestran mis dolores,
Vos sabeys, sennora, poco.
Pues tales factiones tanto
Son en vos como perdidas,
Si me acuesto ó me levanto
En el mi terrible planto
Solas lloro yo dos vidas;
La mia porque se alabe
Que muere por bien amar,
La vuestra porque non sabe
De la beldat que le cabe
Nin se quiere aprovechar.
Ya por Dios este pensar
Non vos tenga así engannada,
É quered considerar
Sy deleyte es desear,
Quanto más ser deseada;
Aunque rabio por memoria,
Sed vos Diana de palmas,
En haber de mi victoria,
Non habrés pena nin gloria
Más que en el limbo las almas.
Pues si yo tanto vos quiero
Vuestra bellesa lo fase;
Que m’ha fecho assy guerrero
De un amor tan verdadero,
Que aunque me pesa me plase;
Y hé plaser y dolor,
Por haber della tal guerra
Ordenando fué Amor,
Ó fasedme vencedor,
Ó metedme so la tierra,
Fyn.
Yo vos supplico et ruego
Que me libreys desta pena,
Que si muero en este fuego,
Non fallaréys asy luégo
Cada dia un Iohan de Mena.