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IOHAN DE MENA.

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nota III


Ya non sufre mi cuidado

Llagas de tantas feridas,

Un vivir atribulado

Non se cuenta entre las vidas.

¡Oh syn ventura nascido!

¡Quánt bueno fuera el morir

Si pudiera ser venido

Quando yo ove tenido

Más cobdicia en el vivir!

Un danno que nunca cansa,

Un dolor vuelto con sombra,

Un mal que nunca se amansa,

Sennores, ¿cómo se nombra?

Si segun mi llaga fuerte

Mi danno se entitulasse,

Presumo, segun mi suerte,

La mi muy rabiosa muerte

Que sin nombre se quedasse.

Vengamos á vos, sennora,

Remedio de mis pesares,

Aunque cruel causadora

De mis penas singulares,

Vengan mis quexas gimiendo,

Los mis gemidos quexando,

La mi vida maldisiendo,

Porque mis males viviendo

Mueran mis ojos llorando.

Nin maldigo á quien me yerra

Nin á mal tanto profundo,

Mas blasfemo de la tierra

Porque me sufre en el mundo;

Ca si muriera al nasçer

Ó nasçido si muriera,

Non me pluguiera plaser,

Nin me diera yo al querer

Nin el querer á mí se diera.

Pues mi mal non se resiste

Por mi bien nin por su miedo,

Volverme contra mí triste,

Pues ya contra vos non puedo.

Et diré, ved qué diré;

Desespero si esperaba,

É si dixierdes por qué,

Dir vos hé, porque fallé

La muerte que non buscaba.

Ya el universo gentío

Bien dise de mi persona

El triste martirio mio

Ser digno de grand corona;

Y vos, por quien se padesce

Un dolor tan adversario

Mirad si vos bien paresce

De quien non vos lo meresce

Que digays lo contrario.

Por vos me plugo la vida,

Por vivir vuestro captivo,

É por vos non ser servida

Me desplase porque vivo;

Et pues fuestes vos por quien

Me prendió la tal cadena,

Llamadme disiendo, ven,

Ordenando de mi bien

Quanto mi mal desordena.

Si la sanna que mostró

El vuestro gesto sereno,

Non por amores, yo no

Oviera seydo tan bueno;

Nin algund grado de amar

Non plega á Dios que penseis

Ya por á mí meiorar,

Por ménos cuytas me dar

Nin por más que me cuyteis.

¿Dó nunca dispuso amor

Lealtad y tanta fe

Con tal sobra de dolor

Qual de mí recontaré?

Ca segund mi desear

Et mi mucho desplaser,

¿A dó fallaré mi par

Que perdon tan singular

Non se me dexe vencer?

Vos, mi bien, tan solamente

Sois la que non se convençe

De mí, de quien tanta gente

Por sobra de amor se vençe;

¡Oh males mal despendidos!

¡Oh malvada ingratitud!

Dad ya fin á mis gemidos,

Pues salud á los vencidos

Es non esperar salud.

Mis penas mirando luégo,

Quiero que de vos se teman

Aquellas flamas de fuego

Que ménos arden que queman;

Y á lo qual por fama rasa

Bien ha fecho ser notorio,

Quemándome en esta brasa,

Vuestro deseo ser causa

Para mí de purgatorio.

Fijas de madres ajenas,

Á mí, que de vos me venço,

Non distes fin á mis penas,

Nin vos á mí buen comienço;

Mas pues sois de castidat

Un tal elegido vaso,

Vos desidme una verdat,

Si pensais sin piedat

Ser cruel en este caso.

Piedat sea tamanna

Cuanto cruesa fué grande,

Obedesca vuestra sanna

Humildat por do se mande;

É que sea como digo

Derecha razon lo muestra,

Non en són de castigo,

Mas por mí triste, que sygo

La mi vida por la vuestra.

Poder de grand poderío

Es obrar con non poder,

Ca el poder ya es poderío

Do non es más fuerça que ser;

Por ende, si pido aquello

Que de honestad non podeys,

Vos, mi bien, pensad en ello,

Con quanta razon querello

Pensarlo poder deveys.

Mas los muy ardientes çirios,

Que queman la mi persona,

Non quirien por tres martirios

Darme más de una corona;

La qual es de tres metales,

Fe, amor et lealtad,

Con tres íes por sennales,

Cuyos esmaltes son tales,

Una en una es mi verdat.

Quered de querer leal

Á quien tal querer vos quiere,

É sofrió un tan buen mal

Que da goso cuando fiere;

Porque pueda yo haber nombre

Causa de goso tamanno,

Vos fased tanto hombre

Que de mi plaser se asombre

Quien se espanta de mi danno.

Si me preguntan algunos

Por mi sennora, les muestro,

Por contentar á los unos,

Otra alguna en nombre vuestro;

Que vuestro rostro y color

Es beldad que asy conquista,

Que yo habria grand temor

Ser espada matador

Para ellos vuestra vista.

De otra nombrar pensando

En algund caso que toca

Al vuestro nombre, fablando

Se me va luégo la boca;

Tanto que á los que desplase

Me lo notan á grand mengua,

Mas á mí, que satisfase,

En grado syn fin me plase

Del tal yerro de mi lengua.

Ya muchos por conortarme,

Que de mis dannos se duelen,

Han querido consolarme,

Mas non yo que me consuelen;

Por ende mi desplaser,

Les digo, dexaldo quede,

Que lieve mal debe ser,

É cuyo danno estorçer,

Conseio tomar se puede.

Si en algund tiempo passado

Fuí áspero de passiones,

Gloria habré haber dexado

Las tantas tribulationes;

Que en el tiempo de la gloria

Más es que gloria pensar

Redusir á la memoria

Quanto plaser é victoria

Se cobró por afanar.

Fyn.

Ya vuestra ira sobrar

Non quiera mi tanta pena,

Mas vuestro galardonar

Quiera de tanto pesar

Guaresçer un Iohan de Mena.

Cancionero de Lope de Stúñiga: Códice del siglo XV.

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