Читать книгу Inteligencia artificial y defensa. Nuevos horizontes - José Luis Domínguez Alvarez - Страница 12

Nos encontramos en una situación mundial muy complicada, no sólo en el ámbito Geopolítico o económico, sino también con relación a los peligros manifiestos que tenemos en el mundo digital. Los ataques informáticos, la interceptación de los datos, las vulnerabilidades de software, las Fake News, la mala configuración de la seguridad en los servicios que nos prestan terceras partes, son sólo algunos de los ejemplos que nos sitúan en una posición peligrosa en este mundo VUCA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo, en sus siglas en inglés). Sufrimos millones de ataques e infecciones diarias en todo el mundo. La educación, curiosamente, es uno de los ámbitos más comprometidos.

Las grandes compañías del mundo han sufrido, sufren o sufrirán las consecuencias de esta vorágine insoportable de abusos en el ciberespacio. Sabotajes en las plantas nucleares, caídas del tendido eléctrico de países enteros, millones de contraseñas filtradas, datos privados de ciudadanos al descubierto, millones de dólares en multas por fallos de seguridad en la protección de la información de los usuarios, vulnerabilidades descubiertas en el mundo de la seguridad industrial que afectan a todos los sectores industriales, son algunas de las consecuencias derivadas de la inseguridad digital en la que nos encontramos.

Asistimos como espectadores atónitos a un mundo que fluye más rápido de lo que podemos controlar y con consecuencias devastadoras. La falsa excusa de que no tenemos nada que ocultar, ante nuestra manifiesta inacción en la protección de la información, ya no se soporta. Nuestro miedo racional a lo desconocido y a la inseguridad digital en la que vivimos nos abruma y recoge sobre manera poniéndonos, cada vez más, en una dócil negligencia de nuestros deberes como usuarios del mundo digital o usuarios de servicios digitales. Nunca había sido tan manifiesta la importancia de un solo individuo para el resto de la sociedad. En un mundo asimétrico, donde una sola persona puede marcar la diferencia entre la catástrofe o no, se hace necesario que todos permanezcamos constantemente alerta, preparados y formados, como deber del nuevo mundo digital.