Читать книгу Mitos y Leyendas del pueblo mapuche - Juan Andrés Piña - Страница 8
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ОглавлениеLos relatos contenidos en este volumen no solo hablan de una geografía determinada, de lugares o de personas específicas que los protagonizan, sino de un mundo mágico y remoto, poblado de espíritus que colaboran con la gente o se enfrentan a ellas. También tratan de seres humanos que consiguen una profunda relación con la naturaleza, al punto de que varios de ellos terminan transformados en piedras, ríos o árboles.
Grandes creadores de los epew (cuentos), los mapuche fueron consolidando allí un vívido universo poblado de seres fantásticos, animales monstruosos, ríos y mares que cobran vida, entes sobrenaturales que conviven con la gente, flores y árboles sanadores, brujos y chamanes, ánimas tutelares, diluvios, terremotos y maremotos que cambian la fisonomía del lugar y volcanes indómitos habitados por espíritus que transforman su entorno.
Así, estas lecturas ayudan a comprender, desde el punto de vista de la literatura, la cosmovisión de un pueblo que ha sido base de nuestro crecimiento como nación.
Si bien es cierto muchos de estos relatos tienen influencias de la cultura occidental, como se dijo antes, aquí adquieren un renovado fulgor y una fuerte originalidad, marcados por el particular entorno geográfico y climático, por las costumbres y rituales del mundo mapuche, por su coherente religiosidad. Ya no son simples recreaciones o imitaciones, sino historias definitivamente originales.
Respetando todo aquello, en esta recopilación se ha conservado un concepto cultural originario, evitando denominaciones propias de lo cristiano occidental lejanas al mundo mapuche; por ejemplo, príncipes, reyes, princesas, hadas, gnomos y tantos otros que son habituales en muchas de las antologías. Incluso en estas páginas hemos preferido el término comunidad antes que tribu, porque se acerca más al sentido de asociación grupal mapuche. También hemos evitado la denominación de cacique, que ellos nunca ocuparon para sí: es un nombre de origen antillano con que los españoles nominaron a las jefaturas que participaban en los parlamentos. De igual manera, no hay aquí tigres ni leones, porque ellos nunca existieron en la Araucanía, aunque sí los pumas.
Al momento de la llegada de los españoles, el concepto de país o república (Chile) no existía ni tampoco el de frontera entre nosotros y Argentina. Aunque en menor cantidad, muchas comunidades mapuche habitaban en las zonas de Neuquén, Chubut, Río Negro y parte de la Patagonia (poyas, ranqueles, tehuelches, entre otros). Ello explica que varias de las narraciones de este libro se desarrollen, justamente, en el actual territorio argentino. Todos pertenecían a alguna comunidad de pueblos originarios: no eran ni chilenos ni argentinos.
En el caso de este libro, no se incluyen los relatos de la isla de Chiloé. Aun cuando originariamente es un pueblo mapuche —formado por huilliches y chonos—, su extensa y riquísima mitología las hacen merecedoras de otro volumen, actualmente en proceso. Ahí se incluirán, además, mitos y leyendas de tehuelches, kawéskar, yámanas, selk’nam y aónikenk.
Juan Andrés Piña
Diciembre de 2020