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INTRODUCCIÓN
La pregunta por el año 2001

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¿Qué fue el año 2001 para la Argentina? ¿Cómo se desató un vendaval tan gigantesco? Algunos de los sucesos del año 2001 en nuestro país fueron sumamente inéditos, espeluznantes para la historia argentina y probablemente nunca se olviden: se produjo una rebelión popular que terminó por poner fin a un gobierno que fue elegido de forma democrática y libre apenas dos años antes; se desató un grito de guerra popular contra la clase política bajo la consigna “Que se vayan todos”; hubo una sucesión caótica de cinco presidente en solo dos semanas; el vicepresidente del país, que era uno de los líderes de la coalición gobernante, renunció a los diez meses de asumir; se crearon asambleas populares por todo el país; existieron elecciones en las que se impuso en varios distritos el voto en blanco y nulo, conocido como “voto bronca”; la moneda estatal estuvo a punto de desaparecer y proliferaron cuasimonedas por las distintas provincias; se declaró el default más grande de la historia mundial; fue un periodo de ascenso de la lucha de los desocupados y grupos piqueteros; hubo un pedido de juicio político al presidente; se realizaron saqueos y protestas en decenas de municipios y en varias provincias; fueron creados miles de clubes de trueque que fueron la fuente de subsistencia de seis millones de personas por la falta de moneda; la economía cayó un 20%; un expresidente estuvo preso varios meses; existieron conflictos entre los grupos empresariales de elite por lograr imponer un nuevo modelo económico; se multiplicaron las fabricas recuperadas; políticos validados por el voto popular golpearon las puertas de los cuarteles para que se restableciera el orden por medio de la acción militar; el candidato que salió segundo en las elecciones presidenciales devino sin votos presidente del país; hubo corridas bancarias y una restricción al retiro de los depósitos bancarios que secó de pesos a toda la economía; en muy pocos meses un ministro de Economía fue recibido como “salvador” y terminó repudiado como culpable de todos los males. La lista de temas de vital importancia de los sucesos que abarcó la crisis del 2001 seguramente podría extenderse. El pensador francés Cornelio Castoriadis se preguntó alguna vez qué era lo que mantenía unida a una sociedad, buscando entender cómo era posible que millones de personas estuvieran relacionadas y conviviendo entre sí en un mismo espacio. La respuesta que él dio fue simple: eran las instituciones las que le permitían a los grupos humanos estar entrelazados. Si retomamos el listado de temas por los cuales atravesó la crisis de 2001 es fácil notar que muchos de esos temas representaron la debilidad de las instituciones más básicas por las cuales se sostiene una sociedad: el Estado, la moneda, el sistema de representación política, la disciplina social, el derecho de propiedad, la confianza y la economía. Es decir, si se sigue a Castoriadis parece desprenderse que durante el 2001 se pusieron en cuestión los fundamentos mismos de aquellos puntos que articulan el cemento social y que permiten mantener unida a una sociedad.

En este sentido, este trabajo tratará de abordar el modo en que se estructuraron y desenvolvieron los conflictos sociopolíticos que configuraron la crisis de 2001 en la Argentina. Para ello se dará lugar a la definición de Althusser (1976) sobre lo que son las crisis, asumiendo que las crisis no deben ser entendidas simplemente como la decadencia de los caracteres que definen un marco sociohistórico, sino como la tendencia de esos elementos hacia hacer estallar los límites del conjunto que los contiene. Para el caso de este escrito, se buscará señalar que como respuesta a la violenta crisis hiperinflacionaria de 1989-1990 Carlos Menem logró edificar un exitoso dispositivo sociopolítico, el cual contó con un alto consenso social, basado principalmente en el sistema de convertibilidad y la ideología neoliberal. La sociedad argentina, entonces, tuvo un nuevo ordenamiento que le permitió garantizar la democracia, el sistema de partidos, que la economía creciera y que fuera ratificado dicho proyecto de poder reiteradamente en las urnas. Es decir, se logró solidificar un marco sociopolítico de consenso y acuerdo con el cual regular y producir las relaciones normativas entre los distintos actores, procesos e instituciones, aún cuando estos mantuvieran intereses contrapuestos y en disputa. Sin embargo, las distintas coyunturas y ciclos del devenir histórico fueron modificando hasta resquebrajar los cimientos del orden establecido, para ir desarrollándose de manera creciente conflictos sociopolíticos cada vez más abiertos e indóciles en diversos planos hacia el final de la década de 1990. Por lo que, los diferentes actores, luego de sufrir diversas reconfiguraciones, acentuaron sus formas de intervención y lucha para llevar a cabo sus objetivos en un terreno progresivamente conflictivo e irreconciliable especialmente una vez que la Alianza asumiera en 1999, poniendo en crisis el orden sociopolítico logrado y al sistema de representación en su conjunto, haciendo implosionar a este junto al gobierno de la Alianza y la convertibilidad en 2001. En síntesis, se generó una crisis en el sentido de Althusser arriba señalado.

El tipo de investigación que se propone realizar este trabajo es histórica, en la medida en que se buscará hacer un abordaje reconstructivo y articulado de los conflictos sociopolíticos, especialmente a través de intentar entrelazar cuatro campos problemáticos o dimensiones analíticas entre sí. De este modo, una de dichas dimensiones será la referida a centrar el abordaje sociohistórico en los conflictos partidarios, como son la crisis de los liderazgos políticos y del sistema de representación. Una segunda dimensión serán los problemas y tensiones económicas: cómo se estructuró el sistema de convertibilidad, sus crisis, dinámicas y –especialmente– las principales debilidades que representó al finalizar la década de 1990 y el comienzo de la siguiente. En tercer lugar, habrá una dimensión referida a los conflictos crecientes de las clases subalternas, sobre todo de los grupos piqueteros, provocados por una situación social cada vez más deteriorada por el aumento del desempleo, la pobreza y los bajos salarios. Por último, se dará lugar a la dimensión referida a los conflictos, disputas y quiebres entre los grupos y asociaciones del capital concentrado. La investigación utilizará diversos tipos de fuentes, siendo el tipo más destacado los archivos periodísticos de tres diarios nacionales (Clarín, La Nación, Página 12), aunque habrá también otros tipos de fuentes como son los datos electorales publicados por el Ministerio del Interior de la Nación, discursos y libros de memorias de muchos de los protagonistas, información provista por entes esencialmente económicos (como el Ministerio de Economía de la Nación, el Banco Central, el INDEC, el FMI y demás organismos públicos), archivos judiciales, indicadores construidos por otros investigadores, documentos institucionales, así como la bibliografía especializada en cada uno de los temas.

A pesar del hito fundamental de 2001 no parece haber acuerdos, aunque sea mínimos, sobre cómo debemos entender ese año. Por ejemplo, para algunos el 2001 fue el final del ciclo abierto en 1976 por la dictadura militar y el modelo neoliberal de la valorización financiera que desde allí se implantó. Otros afirman que fue el germen de una revolución que no pudo completarse, trazando analogías en las cuales el “diciembre argentino” de 2001 no fue diferente del “febrero ruso” de 1917 y de la revolución democrático burguesa que allí emergió. Algunas miradas simplemente hacen hincapié en una pésima combinación de problemas coyunturales mientras que otras afirman que fue la explosión de causas profundas y estructurales de larga data. Es decir, si diciembre de 2001 fue un verdadero quiebre y una crisis sin precedentes, no está claro para las distintas visiones no solo cuáles fueron las causas de lo que pasó, sino incluso el objeto mismo de estudio a explicar: hay interpretaciones que solo enfatizan el final de la convertibilidad y remiten el problema a estudiar las causas económicas, donde otras en cambio sostienen que lo fundamental fue la política; mientras algunos se detienen en las marcas “objetivas” otros destacan las “subjetivas”; si por un lado se señala que lo que estallaron fueron las instituciones, de igual modo se afirma que fueron –justamente– las instituciones las que sirvieron de red para evitar un colapso mayúsculo; así, mientras se señala que el 2001 fue un tiempo de quiebre de las elites y que debemos mirar “hacia arriba” de la pirámide social para entenderlo, también se reclama lo contrario, proponiendo que el quiebre vino “desde abajo” o –incluso– “del medio”; si se afirma que las causas vinieron “de afuera”, con la misma convicción se indica que la lógica de lo sucedido fue endógena y “desde adentro”. Por ello mismo, y teniendo en cuenta la pluralidad de temáticas que implica el periodo, la presunción básica de este trabajo será considerar al año 2001 argentino como un amplio campo de problemas y conflictos sociopolíticos de distinto tipo. En consecuencia, los procedimientos de investigación para cada una de las cuatro dimensiones utilizarán diferentes tipos de metodologías, fuentes y formas de análisis (realizando estudios cualitativos como cuantitativos según cada caso), para reconstruir las diversas parcialidades de una misma secuencia histórica total y cómo dichas parcialidades –“nivel tras nivel”, “coyuntura tras coyuntura”– articularon un campo sociopolítico con tendencias a implosionar. El objetivo del tipo de abordaje propuesto entonces, y en el que residirá la originalidad, es señalar que la crisis 2001 se fue construyendo en diferentes niveles, ya que cada campo tuvo lógicas y formas de desenvolvimiento propias. Sin embargo, a medida que los conflictos fueran ganando en intensidad, volverían al contexto de interacción crecientemente irreconciliable. Por lo cual, las luchas y conflictos al multiplicarse y afectarse mutuamente, produjeron dinámicas y pautas de resolución no anticipables a ellas, sino al contrario: el año 2001 fue un momento de ruptura y de irrupción de nuevos procesos sociohistóricos sumamente complejos.

El plan de la obra cuenta con dos partes. En una primera se buscará reconstruir la secuencia sociohistórica de las cuatro dimensiones señaladas durante la década de 1990, respetando en las cuatro dimensiones la misma secuencia lógica: en los capítulos del 1 al 4 primero se dará cuenta de cómo se logró edificar en cada una de ellas un alto consenso para luego abordar la progresiva destrucción de este. Es decir, se utilizará una secuencia lógica en esta primera parte en la cual se entenderá al año 2001 a partir de las tendencias de los diversos elementos con una incompatibilidad tal entre sí que llegarán a hacer estallar el conjunto que los contiene. La segunda parte del trabajo tomará el año 2001 de lleno, abordando detenidamente los diferentes conflictos sociopolíticos suscitados y la dinámica que fueron generando. La separación de estos capítulos será temporal y estará dada por los cortes y epicentros sociopolíticos de los distintos meses de 2001. Así, el capítulo 5 abarcará desde marzo a julio de dicho año en función de dos hechos fundamentales: por un lado, la redefinición de los esquemas de funcionamiento de la Alianza, primero con López Murphy y luego con Cavallo, y que sería la última oportunidad para salvar el equilibrio sociopolítico perdido en marzo, para que, por otro lado, el consenso político finalmente terminara por estallar con la sanción de la ley de “déficit cero” en julio. El capítulo 6 irá de ese modo desde agosto a octubre, buscando señalar las reacciones de los diferentes actores al quiebre que representó la ley de déficit cero, especialmente cuando las respuestas se reorganicen y finalmente condensen en un resultado electoral devastador para el gobierno, expresado en los comicios de octubre. El capítulo 7 tomará los meses de noviembre y diciembre, con tres subperiodos claros: el primero es el que abarcará el mes de noviembre y los distintos tipos de posicionamientos luego del resultado electoral de octubre hasta la llegada del corralito, un segundo subperiodo es el que irá desde el corralito hasta la renuncia de Fernando De la Rúa y, finalmente, un tercer subperiodo que es el que se ocupará de la sucesión presidencial hasta la llegada de Duhalde al gobierno. Dada la intensidad de los conflictos, los diferentes capítulos, como se ve, abordarán secuencias temporales cada vez más acotadas, puesto que la densidad y lo espeso del tiempo marcaron pautas muy distintas en la experiencia política. Por último, en las conclusiones se dará lugar al estado de la cuestión y al planteo general del trabajo.

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