Читать книгу El único e incomparable Bob - Katherine Applegate - Страница 27
ОглавлениеPelota de tenis
Así es la manera en que yo entiendo las cosas: vivimos en una solitaria pelota llamada Tierra, y básicamente los humanos la han estado arrojando contra la pared durante tanto tiempo que la pobre pelota vieja se está cayendo a pedazos.
Es como yo con una pelota de tenis, la muerdo hasta que no es más que trozos de caucho babeado que saben, bueno, a caucho babeado.
Y eso significa que no quedan tantos lugares para los animales salvajes.
Parece que hay zoológicos buenos y zoológicos malos, santuarios buenos y santuarios malos, al igual que hay familias perrunas buenas y familias perrunas malas. Los lugares buenos intentan mantener a las especies silvestres sanas y seguras. No quieren que los animales en peligro de extinción desaparezcan para siempre.
Tampoco quieren que la Tierra se convierta en una babeada y deteriorada pelota de tenis.
Aunque, honestamente, el caucho babeado no sabe mal.
Deberías probarlo alguna vez.
La cuestión aquí es que daría lo que fuera por ver a mi querido amigo Iván viviendo en lo profundo de las selvas de África, donde nació. O a Ruby corriendo por la sabana con una manada de elefantes, con sus grandes orejas agitándose al viento.
Renunciaría a una pila de un kilómetro de alto de hamburguesas con queso y beicon sólo para ver que eso sucediera. De verdad.
Pero eso no va a pasar. Yo lo entiendo, y ellos también.
Cuando eres un animal, es útil ser realista.