Читать книгу El único e incomparable Bob - Katherine Applegate - Страница 43

Оглавление

Buenas palabras, malas palabras

Nunca he conocido a un perro al que no se le haya dibujado una gran sonrisa en su hocico cuando la palabra “paseo” se cuela en la conversación.

Los perros entendemos más de lo que imaginas. En la tele, el canal de la naturaleza dice que somos tan inteligentes como un pequeño niño humano promedio. ¿Dos años? ¡Mi trasero peludo! Somos un millón de veces más inteligentes que una balbuceante rata de alfombra.

Había un perro en ese programa, El mejor amigo del hombre, que supuestamente entendía alrededor de mil palabras humanas. Un border collie, creo. Esos presentadores necesitan tomar el café descafeinado.

El narrador hablaba con absoluto entusiasmo de este perro maravilloso, mientras yo pensaba: Bueno, eso es obvio, sabelotodo, por supuesto que entendemos a las personas.

No todo, eso sí. Y algunos de nosotros estamos más atentos que otros. Depende mucho de lo interesantes que sean tus humanos.

Ciertas palabras causarán que nuestras orejas reaccionen. Las clásicas: Premio. Paseo. Disco volador. Beicon.

Y no olvides las palabras malas: Veterinario. Bañera. Fuegos artificiales. Aspiradora.

Ésas las escuchamos siempre.

El único e incomparable Bob

Подняться наверх