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Estructura

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Podemos diferenciar dos capas o compartimientos, epidermis y dermis; y describir también la hipodermis o tejido celular subcutáneo. Dentro de estas capas, se encuentran algunas estructuras importantes como los anexos cutáneos (glándulas sudoríparas apocrinas y ecrinas, folículos pilosos, glándulas sebáceas), vasos sanguíneos, nervios, estructuras nerviosas especializadas y también vasos linfáticos.


Figura 1. La piel


Figura 2. Estructura de la piel

El principal propósito de la epidermis es la cornificación; visto así, los corneocitos son el fruto de la maduración de los queratinocitos. Los queratinocitos son células epidérmicas que producen queratina y citoquinas. En el transcurso de aproximadamente 2 semanas, los queratinocitos sufren cambios hasta transformarse en células completamente cornificadas.

En la epidermis se reconocen fácilmente cuatro capas:

• basal,

• espinosa,

• granulosa,

• córnea.

La basal consiste de una sola capa de células cuboides dispuestas en empalizada con núcleo oval grande y gran actividad mitótica, contiene melanosomas pigmentados que han sido transferidos desde el melanocito y fagocitados por las células basales.

La espinosa presenta desmosomas entre los queratinocitos lo que da la apariencia de delicadas espinas, constituye el mayor volumen de la epidermis y se distribuye en varias hileras entre la basal y la granulosa, inicialmente poliédricas se van aplanando a medida que se acercan a la capa granulosa. Contiene gránulos lamelares, organelas caracterizadas como lisosomas. Posee grandes bandas de filamentos de queratinas organizados concéntricamente alrededor de los núcleos e insertados periféricamente en los desmosomas. Estas células al igual que las basales poseen numerosos filamentos finos denominados tonofilamentos y agrupados en pequeños grupos llamados tonofibrillas. Los desmosomas constituyen el punto mecánico de unión entre sus células y los espacios entre ellas constituyen una vía de comunicación fisiológica. Las células basales también poseen estas estructuras y en la zona de anclaje a la membrana basal constituyen los hemidesmosomas.

Por encima de ella encontramos una capa que presenta gránulos de queratohialina, profilagrina y filamentos intermedios de queratina: la capa granulosa.

Los gránulos lamelares en su interfase con la célula cornificada extruyen su contenido al espacio intercelular que se reordena en forma de láminas; los lípidos liberados forman una barrera de lípidos entre la capa granulosa y la capa córnea, sello hidrófobo que reduce la pérdida de agua e impide el movimiento de compuestos polares. Durante la transición de célula granular a córnea ocurre la transformación de profilagrina a filagrina, proteína rica en histidina que actúa como matriz.

El calcio interviene en la manutención de la integridad estructural de los queratinocitos, el sulfato de colesterol actúa como cemento intercelular, su hidrólisis aumenta la descamación.

El tiempo de renovación de la epidermis es de 26 días, 13 de la basal a la córnea y 13 para que el corneocito se desprenda y descame.

Los melanocitos son células dendríticas encargadas de producir melanina, esta se produce en los melanosomas dentro del citoplasma de los melanocitos de donde es transportada hacia las dendritas y endocitadas por los queratinocitos. Una vez en el queratinocito, la melanina es degradada por enzimas lisosomales y eliminada junto a las células cornificadas. El número de melanocitos es igual para cada grupo étnico, varía el tamaño, la distribución y la cantidad de melanina, en las pieles oscuras los melanosomas son grandes y se degradan lentamente. Los melanocitos confieren también el color al cabello.

Los melanosomas confieren protección de la radiación UV. La función principal de la melanina es absorber y dispersar la radiación UV.

La membrana basal es una fina banda situada por debajo de los queratinocitos basales, conocida también como interfase dermoepidérmica, en ella se distinguen: el citoesqueleto, los hemidesmosomas y la membrana plasmática de los queratinocitos basales en la unión alta de la interfase; por debajo de los queratinocitos basales, la lámina lúcida; por debajo de esta y por encima de la dermis papilar, la lámina densa; y finalmente por debajo de esta la sublámina densa compuesta de la más alta porción de dermis papilar.

Los componentes estructurales son los responsables de la unión dermoepidérmica.

En la dermis encontramos neutrófilos cuya principal función es la fagocitosis, son primordiales en la defensa contra patógenos rápidamente invasivos, contienen enzimas hidrolíticas y peroxidasas e incrementan la permeabilidad vascular y también contienen lizosima, colagenasa y una proteína bacteriostática.

Otras células de la dermis son los eosinófilos, generan productos oxigenados capaces de matar virus, parásitos, bacterias, hongos, etc.

Los linfocitos son fundamentales en la llamada inmunidad celular, como dermatitis de contacto, reacción injerto-hospedero, bacterias, hongos, etc. El primer paso en la inmunidad mediada por células es la presentación del antígeno por parte de las células de Langerhans a los linfocitos.

Los histiocitos son macrófagos; en inflamaciones agudas aumenta su número, intervienen en la inmunidad mediada por células.

Los fibrocitos se encargan de la síntesis, degradación y reformación del tejido conectivo y subcutáneo, participan en la reparación de tejidos, producen fibronectina al comienzo de la cicatrización y sobre esa red pueden sintetizar actina responsable de la contracción de las heridas.

Los mastocitos se agrupan alrededor de vasos sanguíneos pequeños. Son nervios sensitivos y motores que median las sensaciones de dolor, prurito, temperatura, tacto, presión, vibración, propiocepción. Controlan el tono vascular.

Los receptores sensoriales cutáneos especializados: corpúsculos de Paccini, de Meissner y los no especializados incluyen a las células de Merkel (células del tacto).

La dermis está irrigada por vasos sanguíneos, arteriales y venosos conectados por vasos comunicantes que provienen de arterias y eventualmente llevan a venas de la hipodermis. Estos plexos papilar y profundo se ubican paralelos a la superficie y los comunicantes en forma perpendicular. Los capilares también irrigan los anexos.

Encontramos además una red de vasos linfáticos que acompañan paralelamente a los vasos sanguíneos y que desde el plexo superficial de capilares linfáticos va engrosando progresivamente sus paredes y con válvulas drenan su contenido en la circulación venosa. Su estructura le permite el filtrado de fluidos, células, cuerpos extraños y macromoléculas como proteínas, lípidos e inmunocomplejos de la dermis.

El colágeno constituye más del 70% del peso seco de la dermis, los colágenos 1 y 3 son responsables del estiramiento y resistencia a la tensión de la dermis, el de tipo 2 se halla en el cartílago, el de tipo 6 se halla en la unión dermoepidérmica cumpliendo funciones de anclaje, el de tipo 7 constituye las fibrillas de anclaje de la dermis papilar, su alteración resultará en fragilidad cutánea.

Las fibras elásticas le confieren a la piel su elasticidad; las encontramos como microfibrillas o predominantemente como fibras de elastina. La sustancia fundamental es un material amorfo que envuelve todas las estructuras de la dermis, se une al agua y le da la consistencia hidratada a la piel.

Consiste de agua, electrolitos, proteínas plasmáticas y mucopolisacáridos, glucosaminoglicanos compuestos de ácido hialurónico y dermatán sulfato, algo de condroitin sulfato, heparin sulfato y heparina, retienen agua en aproximadamente 100 veces su propio volumen.

Dermatocosmética. Criterios de formulación

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