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un dia en new york

Un viaje inolvidable e irrepetible

en compañía de mis dos estrellas

Start spreading the news/I´m leavin today/I want to be a part of it/New York, New York/These vagabond shoes/Are longing to stray/Right through the very/Heart of it/New York, New York/I wanna wake up in a city/That never sleeps... Frank Sinatra

He tenido toda mi vida una pasión por viajar, por conocer nuevos sitios, culturas y gentes. Así que he dispuesto mis maletas para darme un homenaje ¡qué demonios, por mi cumpleaños! Acudo a mi Agencia de viajes de siempre para organizarlo todo, mi destino está al otro lado del charco ¡New York! He soñado con ello desde hace mucho tiempo, y quiero conocer de cerca la ciudad de los rascacielos para caminar y perderme entre el bullicio de sus inmensas avenidas y gentes.

Ya está todo en marcha, y como soy un buen cliente para la Agencia y el precio que voy a pagar lo justifica, van a disponer de dos acompañantes para que me guíen y me enseñen la ciudad.

Llegó el gran día y todo está preparado, y yo un poco nervioso; hemos quedado en el aeropuerto, y me encuentro sorprendido a mis dos guías. ¡Unas autenticas preciosidades, una morena y una rubia!, realmente espectaculares, animosas y encantadoras que de forma conjunta me trasladan su entusiasmo por el viaje y el destino elegido. ¡Esto ha empezado bien! ¡Qué sueño! y ¡Qué suerte! Lo tienen todo perfectamente previsto y organizado. La verdad es que esta vez la Agencia ha superado con creces mis máximas expectativas.

¡Todo lo que empieza bien, continua bien y termina bien, y esto tiene muy buena pinta! Un día le dije al jefe de la Agencia, que enseguida me lo compró como si fuera un eslogan publicitario: “un viaje es algo que aunque termina muy pronto, es lo que más tarde se olvida”

Ya hemos llegado, y yo me empiezo a dejar llevar por mis dos guías, ellas saben dónde van. El hotel elegido perfecto y céntrico, los desayunos estupendos, y ya una vez instalados empezamos a planificar la agenda. Hay poco tiempo y tantas cosas que ver, museos, edificios emblemáticos, parques, jardines, etc. que no podemos perder ni un minuto, ellas conocen bien la ciudad. Y cómo no, disfrutar de sus rincones, sus puestos callejeros de perritos calientes, la multidiversidad de culturas que se juntan en esta ciudad tan grande y cosmopolita. Resumir sensaciones es algo que me resultaría muy difícil plasmar en un papel, os diré que me sentí feliz, este sí era ¡Mi gran Viaje soñado!

Una experiencia recorrer los barrios de Harlem, el Soho, Chinatown, la isla de Manhattan, Broadway, Brooklyn. Visitar edificios emblemáticos y lugares tan significativos como Times Square, Empire State Building, Memorial 11-S, Grand Central Terminal, la Estatua de la Libertad, Wall Street, Puente de Brooklyn, Rockefeller Center (Top of the Rock). Tantos museos que hay como el Metropolitan, MOMA, Biblioteca Municipal. En fin un recorrido, yo creo, por todos los sitios más importantes.

Guardo con especial cariño algunos momentos absolutamente espectaculares. Alquilamos unas bicicletas y nos dimos un paseo magnifico por Central Park, había que vernos en las fotografías que hicimos en todo el recorrido y lo bien que lo pasamos. Madrugamos un día y nos fuimos a Harlem a asistir a una misa Góspel, una experiencia inolvidable; en Greenwich Village escuchamos al guitarrista Chris Bergson en una velada de un club de jazz, nos acercamos a Times Square una noche para disfrutar de ese lugar lleno de luces y colores donde se ubican los mejores espectáculos de Broadway, y tomamos una copa de vino contemplando en una noche mágica y estrellada el Empire State iluminado. Cogimos el Metro, caminamos por la Quinta Avenida, en fin me quedó una sensación de que nada importante nos había quedado por ver. Comimos de casi todo lo típico en los sitios más variopintos, puestos callejeros, parques al aire libre y celebraron conmigo mi cumpleaños en un restaurante hindú con una pequeña tarta.

Ya estamos en Madrid de regreso, ha sido una experiencia inolvidable que recordaré toda mi vida, un verdadero lujo. Hacemos incluso planes para otro viaje más adelante en algún destino asiático.

Mis guías acompañantes tenían mucha prisa y muy amablemente se despidieron con un beso y un abrazo muy cariñoso, deseándome todo lo mejor, y yo me sentí conmovido hasta lo más profundo de mi ser. Habían sido tan fantásticas, amables y cercanas que me salió de dentro decirlas: “Merecéis ser mis hijas, me habéis hecho sentir estos días, el hombre más dichoso del mundo”

Quiero como mensaje final trasladar y compartir una parte del texto que escribí allí en ese viaje que os he relatado y que resume un poco mis sentimientos vividos:

En cualquier lugar del mundo puedes encontrarte triste o feliz, y eso lo marcará tu estado de ánimo y tu compañía.

Ahora aquí en esta noche, y con el Empire State al fondo y después de tantos momentazos felices que me habéis hecho pasar a vuestro lado, solo os puedo decir que: ¡Gracias! Gracias por ser como sois, gracias por haberos robado un poco de vuestro escaso tiempo, y gracias por las sonrisas y compañía que me habéis trasladado estos días. Os he sentido muy cerca, y sé que siempre vais a estar ahí.

¡Qué lujo ir con dos princesas dejando a la reina en casa!

Cerca del cielo, y cada vez más cerca de vosotros, los que estáis aquí y los que viajáis conmigo, sois todo lo que tengo y me siento por ello el hombre más afortunado y feliz.

Meteoros

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