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mi tablero de ajedrez

Tu escenario, ganar o perder, mover

tus piezas con estrategia y habilidad

“No sabe el peón que si llega al otro lado del tablero puede ser más poderoso que su propio rey”

“El trabajo duro es un talento. La capacidad de seguir intentándolo cuando otros abandonan es un talento. Solía atacar porque era lo único que sabía. Ahora ataco porque sé que funciona mejor” Garri Kasparov

Vamos a iniciar la partida, él juega con blancas y yo con negras; y con deportividad le deseas suerte a tu adversario desconocido, qué gane el mejor. Nunca fuiste buen jugador, pero esta partida es diferente, y la quieres ganar. Si juegas siempre hay que buscar ganar. Conoces perfectamente el valor y significado de las piezas, así como su función y movimiento, y has preparado con cierto mimo una estrategia determinada para intentar la victoria. En casa cuando te veían rodeado de libros y estudiando con tanta emoción, pensaban que te habías vuelto un poco loco, y puede ser cierto.“ Jugar una partida de ajedrez es pensar, elaborar planes y también tener una pizca de fantasía “David Bronstein.

Tienes un espacio donde moverte, sesenta y cuatro casillas, y son tan infinitas las combinaciones de movimientos que se te permiten que puedes aplicar tu creatividad hasta límites insospechados casi infinitos. Buscas que cada pieza que manejas haga su papel, e intentas combinarlas entre sí para conseguir los mejores resultados. Pero, y eso no debes olvidarlo nunca, tus posibilidades reales de éxito, dependen también de las habilidades y conocimientos de tu rival, él va a intentar ganarte. No debes cometer fallos, y pensar siempre con detenimiento la siguiente jugada, manejando tu tiempo, y buscando la mejor respuesta a la posición y jugada del contrario.

Tu objetivo es proteger a tu rey, ayudado por su reina y escoltado por sus alfiles y caballos con las fortalezas de sus torres que hacen avanzar tu ejército de peones. Piensas siempre que el ajedrez es una lucha contra los errores de uno mismo y que en tu partida puedes ganar o perder, y realmente puedo afirmar que se aprende mas de las partidas que se pierden que las que se ganan, descubres tus fallos. Hay que valorar que cuando se termina, tanto la pieza más valiosa que es el rey, como la que menos, el peón, todas vuelven a la misma caja, y duermen en el mismo sitio. No existen dos partidas iguales, y lo único que es común son las piezas que se manejan y el tablero, como escenario donde se desarrolla la batalla.

Tengo la impresión de que la vida es un poco así, un juego que tú desarrollas en un lugar concreto donde manejas las piezas con tus conocimientos y tus tiempos. Enfrente tienes de rival el azar, el destino, la suerte, tus propias causalidades que son las respuestas o consecuencias que tienen tus jugadas.

Nunca he sido muy habilidoso en este juego, pero esta vez creo que he jugado, y estoy jugando bien, con mucha cautela y aplomo y poco a poco he ido ganando la posición a mi rival. Mi estrategia está teniendo éxito, y aunque he tenido que sacrificar muchas piezas en el camino, ha merecido la pena, pues mi ejército ha ido invadiendo poco a poco el territorio de mi adversario. He tenido que superar situaciones comprometidas de amenazas a mi rey, y conseguir defenderme de múltiples ataques y jaques, pero he podido protegerlo de forma adecuada, enrocándome primero y volviendo al ataque después. Debo tener cuidado pues un mal movimiento anula a cuarenta buenos, no debo confiarme. La lucha no es fácil, ni existe una partida sencilla, tengo que mantener firmes mis apoyos y actuar con mucha prudencia sin subestimar nunca a mi rival, pues los errores me pueden conducir a la derrota.

La partida avanza, y ya van quedando pocas piezas en el tablero, posiblemente sean las más importantes, estamos en los momentos decisivos. Los movimientos se hacen agresivos y está más despejado el campo de acción; se va acercando el final, y es en ese momento donde se recoge todo el fruto de tu trabajo, esfuerzo, estrategia y paciencia; y llegas al resultado término, el rey de las blancas ya no tiene ninguna posibilidad de defensa, ¡Jaque Mate! La victoria me ha sonreído.

”En el ajedrez tienes que tener espíritu de lucha. Tienes que forzar jugadas y asumir riesgos.”Bobby Fischer. Realmente la vida se asemeja a una partida que se juega en un tablero de ajedrez lleno de noches y días, donde el destino y tu habilidad juegan con los hombres como piezas.

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