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VIDA EN EL PLANETA TIERRA Y CORRIENTES ENERGÉTICAS

Las corrientes energéticas tienen incidencia indispensable en las formas de vidas que habitan en el planeta Tierra; la influencia de estas corrientes, es relevante debido a que es un planeta en el que predomina la estructura pesada en sus formas de vidas, por esta razón, se hace necesario, el sostenimiento de éstas, con la asistencia, permanente de las corrientes energéticas.

Esta asistencia continua, de las corrientes energéticas en el planeta Tierra, es perentoria, debido a que las formas variadas pesadas que presenta la vida, en su recubrimiento, es necesaria para su existencia y funcionamiento perfecto en cada criatura, ya que son las proveedoras de energía para su sustento.

Para las formas de vidas del planeta Tierra, es necesaria la participación activa, y constante, de estas corrientes energéticas, ya que se desarrollan bajo el dominio de éstas que, continuamente circundan al planeta.

Estas corrientes que se mueven, perennemente, también, se manifiestan en cada forma de vida, por muy elemental que ésta sea, la cual se desarrolla, en medio de estas vibraciones energéticas, que se convierten en el sustento constante de cada forma de vida, sea cual fuere su expresión.

Las corrientes energéticas que rodean al planeta, propician el movimiento que se manifiesta en la vida de éste y en la de sus moradores, subsistiendo, sólamente, con la energía que les comunican las vibraciones energéticas de estas corrientes.

De esta manera, la energía se constituye en motor que impulsa a la acción a las formas de vidas, en sus diferentes manifestaciones. Cuando éstas, por decisión propia retiraran la influencia de la energía, su apariencia desfallece y cesan las vibraciones energéticas, aquietando su movimiento.

La energía desprendida de las corrientes energéticas, influyen, además, constantemente en el ambiente en que se desplazan las diferentes formas de vidas, que habitan en el planeta Tierra, por consiguiente, continuamente se están abasteciendo de esta energía que las alimenta y sostiene.

Las formas de vidas se desplazan, asiduamente, entre un ambiente de energía, el cual se hace correspondiente, con éstas, de acuerdo a su vibración energética de alta o baja frecuencia.

Si las vibraciones son de alta frecuencia por parte de las formas de vidas, ésta crea un entorno armónico y perfecto para su realización y si por el contrario, ya sean de escasa o baja vibración energética, su ambiente será hostil y difícil al hacerse afín con vibraciones similares propias de su medio.

Jesús de Nazaret

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