Читать книгу Perspectivas actuales del feminicidio en México - María Eugenia Covarrubias Hernández - Страница 10
«También el silencio es violencia» A manera de prólogo
ОглавлениеLETICIA ROMERO CHUMACERO
Cada feminicidio es un escándalo abrumador. ¿Cómo entender la saña, la violencia bestial, el resentimiento y el odio raigal que asoman tras el desprecio con que se arrancan vidas de mujeres en México?, ¿cómo concebir la indiferencia institucional en torno a la cotidiana aparición de cuerpos ultrajados en todo el país? Apabulla tanto dolor sin sentido, tanto mutismo criminal.
En el marco amplio de las insultantes cifras de personas que, día a día, pierden la vida en un país donde los crímenes ligados al narcotráfico han desbordado a todas las autoridades de distintos niveles de gobierno, las cuales exhiben su colusión e ineptitud a un tiempo, despunta ominosamente la cantidad de mujeres cuya dolorosa muerte se debió a eso, a que eran mujeres. Los esfuerzos por documentar, investigar, sancionar e inhibir los asesinatos de todas ellas aún son angustiosamente insuficientes si pensamos que, según cifras oficiales, siete mujeres –niñas, adolescentes, adultas– son ultimadas cada día en el país. Siete cada día.
Con base en consideraciones como las precedentes, el libro que usted tiene en las manos constituye un esfuerzo por estudiar el complejo papel que desempeñan, en el tema del feminicidio, la construcción de las identidades de género, las masculinidades violentas, la educación, las instancias de procuración de justicia, las alertas de género y los protocolos implantados en México, la sesgada difusión que de esos hechos hacen los medios masivos de comunicación y el activismo con el cual la sociedad civil afronta, con valor y dignidad, un escenario tan oscuro.
Cualquier iniciativa que permita atisbar el fenómeno referido con la mira dirigida hacia su desaparición se agradece, porque es imperioso articular soluciones multifactoriales. Sin duda, las cifras, reflexiones y planteamientos que desde distintas disciplinas se exponen y argumentan en los capítulos siguientes inspirarán más diálogos especializados y favorecerán acciones concretas.
Las víctimas y sus familias, víctimas también, no merecen que en torno a sus casos se extienda un silencio ensordecedor. Los perpetradores, a su vez, no merecen la bondad de un silencio que los protege de la acción de la justicia. Como ha escrito la poeta Rosina Conde, «también el silencio es violencia». Las universidades, por lo demás, están llamadas a opinar, a formular propuestas de solución a las problemáticas que abruman al país: no es otro el noble objetivo de este libro.
Verano de 2019