Читать книгу Tastoanes de Tonalá - María Honoria de Jesús Hurtado Solís - Страница 21
Otras referencias
ОглавлениеEl periódico tapatío Juan Panadero, de fecha 5 de agosto de 1880, menciona que la diversión de los tastoanes tuvo lugar en aquella ocasión en Mezquitán. Esta fiesta era considerada «digna de salvajes» por los periodistas Victoriano Salado Álvarez de El Correo de Jalisco y Rafael de Alba de El Heraldo, y derivó en una polémica que fue objeto de estudio de Alberto Santoscoy, quien recibió este encargo del general Ramón Corona. Todo esto tiene como marco el clima de debate propiciado por la llegada a Guadalajara del antropólogo estadounidense Frederick Starr, quien se había interesado en el ritual de los tastoanes (Santoscoy et al., 1950).
Cuando el general Ramón Corona era gobernador del estado de Jalisco ordenó hacer una investigación de la fiesta, cuyos resultados fueron incluidos en los Apuntes históricos y biográficos jaliscienses, obra de Santoscoy publicada en 1889, donde se considera a la danza digna de ser conservada (Santoscoy, 1984: 422).
Entre los trabajos más recientes que se han hecho acerca de la danza de los tastoanes están La conquista de la Nueva Galicia, de José López Portillo y Weber (1935) y Los tastuanes de Nextipac, obra de Ramón Mata Torres de 1987 que registra la fiesta de este lugar. Se conoce también La fiesta de los tastoanes (del poblado de Jocotán) de la antropóloga Olga Nájera Ramírez de la Universidad de Nuevo Mexico en Albuquerque, libro publicado en 1997. Ella aborda sobre todo el carácter mestizo de la fiesta. Agustín Yáñez escribió «Santiagos y tastoanes», en Por tierras de la Nueva Galicia; en 1991 Ezequiel Estrada Reynoso publicó Los tastuanes de Moyahua; La disputa por los tastoanes a fines del s. XIX, de Jesús Jáuregui, apareció en 2002, y Los tastoanes de Enrique Busto vio la luz pública en 2001.
En el caso de Tonalá, periodistas e investigadores hacen una descripción muy superficial de la danza de los tastoanes, mencionan algunas leyendas y hacen comentarios de la obra de Alberto Santoscoy, quien se había enfocado en los tastoanes de Mezquitán.
Así mismo, se ha dejado de lado la investigación en las fuentes directas de la tradición, como son los organizadores y participantes más ancianos de las diferentes poblaciones, quienes han conservado la tradición oral de sus antecesores. En la actualidad son pocas las personas interesadas en conocer lo que los ancianos guardan celosamente; se retoma sobre todo lo que los jóvenes han aprendido en los entrenamientos para representar a los tastoanes.