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ОглавлениеJean-Baptiste de La Salle
La servilleta
Sentados a la mesa hay que utilizar una servilleta, un plato, un cuchillo, una cuchara, un tenedor y un vaso: sería completamente contra la honestidad dejar de lado cualquiera de todas estas cosas al comer.
Corresponde a la persona más calificada de la compañía desplegar la servilleta en primer lugar, y los otros deben esperar a que esta haya desplegado la suya para desplegar la propia. Cuando las personas son casi del mismo rango, todos la despliegan al mismo tiempo y sin ceremonia.
Al desplegar la servilleta, hay que prestar atención al traje, para no estropearlo al comer; y es conveniente que quede cubierto hasta el pecho.
Es deshonesto utilizar la servilleta para secarse la cara; peor es frotarse los dientes, y sería una falta de las más groseras contra la civilidad utilizarla para sonarse la nariz. También es cosa indecente usarla para limpiar el plato o una bandeja.
La utilización que puede y debe hacerse de la servilleta, cuando estamos sentados a la mesa, es para limpiarse la boca, los labios y los dedos, cuando están engrasados, para desengrasar el cuchillo antes de cortar el pan, y para limpiar la cuchara y el tenedor después de haberlos usado. Hay que prestar atención a no ensuciar el mantel, y que esté siempre limpio.
Después de haber desplegado la servilleta, hay que prestar atención a que tengamos el plato delante de nosotros y que el cuchillo, el tenedor y la cuchara estén a la mano derecha, a fin de que podamos tomarlos cómodamente.
Las reglas del decoro y de la civilidad cristiana (1703)
Jean-Baptiste de La Salle (1651-1719). Pedagogo, reformador y eclesiástico francés, proveniente de una antigua familia de juristas. Fundó varias escuelas cristianas para alumnos pobres, modificó la tradición de la enseñanza y escribió, además del tratado que aquí se cita, ejercicios espirituales, meditaciones y otros manuales de instrucción.