Читать книгу Más allá del Tiempo - Mariela González - Страница 7

Оглавление

INTRODUCCIÓN


CON EL FUTURO
HEMOS TOPADO

En 2015 hemos asistido a todo un festival de revivals y aniversarios, para alegría de los nostálgicos. El más sonado a nivel mundial, como no podía ser de otro modo, ha sido el del 21 de octubre. Por fin, el esperado Día En Que Marty McFly Viajó al Futuro. También hemos alcanzado a una serie emblemática como es el anime Neon Genesis Evangelion, que tuvo su inicio en 1995: su historia propiamente dicha comienza el 22 de junio de 2015, el momento en el que su protagonista, Shinji Ikari, se sube por primera vez al enorme robot EVA01 y marca para siempre su destino.

Para mí, a pesar de ser fan declarada e incondicional de Regreso al Futuro, resultó mucho más impactante darme cuenta de que nos encontrábamos de verdad, sin previo aviso, en «el principio» de Evangelion. De pronto nos había alcanzado ese futuro que a mi yo de 15 años le parecía una distancia insalvable. ¡2015! Para eso faltaban eones, en aquellos días de VHS y maratones de animación japonesa. Y de repente, aquí estamos. No podemos comprarnos un monopatín volador (aunque Lexus esté esforzándose por ofrecérnoslo), pero, eh, por lo menos tampoco tenemos invasores extraterrestres hostigándonos. Algo es algo.

Esto de que la realidad cotidiana se convierta en el futuro, y de algún modo desdiga tantos referentes de ese mundo ficcional con el que hemos crecido, resulta un tanto perturbador. Incluso si salimos de esos límites y pensamos en lo que supone para nuestra vida cotidiana. En la divertida serie El asombroso mundo de Gumball, el pez Darwin se sorprende cuando ve un establecimiento con el número 2000 en su cartel como una forma de mostrar su espíritu vanguardista. «¡Si eso ya no es el futuro!», apostilla. Ese icónico inicio de milenio es ya el pasado a nuestra espalda. Tenemos un horizonte distinto (¿el año 3000?), nuevos retos y metas en la tecnología, una generación de chavales nacidos directamente en el siglo XXI… y todo ello nos recuerda inevitablemente lo inasible que resulta esta dimensión a la que llamamos tiempo. Creemos que podemos dominarla a través de nuestras especulaciones sobre el futuro; pero ese futuro se planta frente a nuestros ojos antes de que nos demos cuenta, y se muestra totalmente diferente a lo que nos habían contado.

Quizás lo único que nos une a todos los seres humanos sea el anhelo de evitar esos vaivenes del tiempo, controlarlo. Y en la medida de lo posible, también nuestra historia dentro de él. Soñamos con enmendar los errores del pasado y reconstruir esos puntos fallidos de nuestra trayectoria, y al mismo tiempo nos proyectamos diariamente en un futuro que queremos convertir en sólido y estable. Por eso podemos conectar con una historia como la de Chrono Trigger, en la que se nos ofrece la posibilidad de explorar el sendero del tiempo en su totalidad, y de moldear, hasta cierto punto, las historias y el destino de nuestros protagonistas. Para resolver los problemas de la trama tenemos que viajar entre el pasado, el presente y el futuro, en un mundo totalmente distinto al nuestro; el extrañamiento, ya lo sabemos, ayuda a la identificación. Y llega un momento en que podemos hacerlo por mero placer. Una gozada para cualquier jugador, y especialmente, si lo situamos en contexto, en una época en la que los JRPG no solían salirse demasiado de los raíles del viaje del héroe. Chrono Trigger es una oda al espíritu aventurero y ofrece una sensación de libertad que enlaza, a grandes rasgos, con los albores del mundo abierto que hoy recrean tantísimos títulos en consola y PC.

Y si Chrono Trigger nos permite sentirnos amos y señores del tiempo, su secuela, Chrono Cross, no se queda atrás a la hora de tratar otra de las grandes preguntas que nos hacemos en nuestra vida cotidiana. ¿Qué pasaría si…? Cada día hay pequeños detalles que nos hacen plantearnos ese condicional y lamentarnos de no haber tomado una decisión en vez de otra. ¿Y si hubiéramos salido cinco minutos antes de casa? Ese autobús no se habría escapado. ¿Y si hubiéramos apostado por ese número en vez de aquel otro? ¿Y si…? Quizás alguna vez, en uno de esos momentos de ensañamiento mental con nosotros mismos, hayamos ido directamente al meollo de la cuestión. ¿Y si no existiera? ¿Cómo cambiaría eso el mundo en el que vivo, a la gente que me rodea? ¿Somos realmente relevantes, o apenas motas de polvo en el anaquel que nos ha tocado ocupar en la enorme biblioteca de los siglos? Pues bien, de ahí parte la historia. Ese es el vendaval que azota al protagonista de Chrono Cross, que no solo debe tratar ya de construirse un futuro, como en el juego precedente, sino toda una identidad. Un proceso inevitable en nuestro desarrollo vital, por el que todos hemos pasado (y que nunca abandonamos, en realidad).

En la marea de JRPG que nos ha sobrevenido en las últimas décadas, con tantos lugares comunes e historias similares, son las ideas universales como estas las que finalmente consiguen hacerse un hueco y perdurar. Son las que terminan acompañando a los jugadores a lo largo de su vida como puntos de referencia, manteniendo vivo el recuerdo y el cariño por muchos años que pasen. Para Chrono Trigger han transcurrido nada menos que 20; otro número redondo que sumar a las efemérides de este 2015. Chrono Cross es un adolescente aún, con apenas 16 años, pero su legado tampoco puede tomarse a la ligera. En este libro vamos a echar un vistazo a la constelación que rodea a esta serie de Square, y que todavía hoy está en expansión: un recorrido que va de lo simbólico a lo peculiar, y en el que por supuesto tienen un peso importantísimo los fans. ¡Bienvenidos todos!

Más allá del Tiempo

Подняться наверх