Читать книгу Camino al Armagedón - Marvin Moore - Страница 10

Poniéndolo todo junto

Оглавление

El amor, la ley, la autoridad y la libertad son algunas de las características importantes del Reino de la Luz, y el amor está en el fundamento de todas ellas. Sin amor, la autoridad puede ser dura y cruel, la ley moral se convierte simplemente en un montón de reglas y regulaciones, y la libertad de pensar y actuar por uno mismo es inexistente. Así que, el amor es el factor crítico que hace que el Reino de la Luz funcione.

La pregunta es: ¿cómo se obtiene ese amor, un amor que impregna toda la sociedad para que todos se preocupen tanto por el bienestar de su prójimo como por el suyo propio?

La verdad es que tú y yo no podemos conjurar esa clase de amor por nuestra cuenta. Hay, por supuesto, no cristianos que tienen familias muy cariñosas, que son reflexivos, pacientes, amables y tolerantes, y que tienen todas las demás cualidades positivas que se necesitan para formar una sociedad civilizada. Esto es lo que yo llamo amor terrenal, porque la mayoría de la gente es capaz de experimentarlo en un grado u otro. Sospecho que incluso algunos terroristas aman a sus familias de esta manera. Desafortunadamente, también hay muchos celos, enojo, odio y abuso sexual en nuestro mundo, y a menudo está mezclado con nuestro amor humano terrenal. Una persona puede ser cariñosa y amable en sus relaciones familiares, pero también puede ser un oso con quien convive en el trabajo, o viceversa.

Entonces, ¿cómo se obtiene el amor celestial sobre el cual opera el Reino de la Luz? Tú y yo no podemos crearlo dentro de nosotros mismos. No podemos decidir: “Así es como voy a ser. Así es como voy a pensar y sentir”. Necesitamos ayuda sobrenatural para convertirnos en ese tipo de personas. Poco antes de dejar este planeta, Jesús nos explicó cómo conseguirlo. Les dijo a sus discípulos que pronto se marcharía, pero les aseguró a ellos y a nosotros: “No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros” (Juan 14:18). ¿Cómo lograría eso? Por medio del Espíritu Santo que “mora con vosotros y estará en vosotros” (vers. 17).

Cuando Dios nos creó, dispuso que el tercer miembro de la Trinidad tocara nuestro cerebro10 e implantara esa forma celestial de amor en nuestra mente. Mientras nuestros pensamientos y sentimientos estén bajo la influencia del toque del Espíritu Santo, estamos en sintonía con el amor del cielo. Amamos a los tres miembros de la Trinidad. Amamos las leyes del cielo. Amamos la autoridad del cielo. Y nuestras mentes y corazones están en sintonía para elegir libremente amar y servir tanto a Dios como a los demás. Esto es lo que Dios quiso decir cuando dijo por medio del profeta Jeremías: “Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón” (Jer. 31:33). Si la Ley de Dios no está escrita en nuestras mentes y corazones, entonces es solo un montón de normas y reglamentos, y esto es legalismo.

Estas son algunas de las formas en que opera el Reino de la Luz.

1 The Federalist Papers, Nº 51 (New York: Mentor Books, 1961), p. 322.

2 Mi esposa, Lois, y yo hemos viajado mucho a la India durante los últimos años, especialmente a las zonas rurales del país, y apenas hay un pueblo en el que hemos estado donde el servicio de telefonía celular no estaba disponible.

3 Algunos estados del oeste de los Estados Unidos tienen límites de velocidad de 127 o 136 kilómetros por hora. Algunas naciones europeas no tienen límites de velocidad, y los conductores en las autopistas a menudo viajan a 160 kilómetros por hora o más.

4 Discutiré las razones para entender que el Miguel de la Biblia es Cristo en el capítulo 2.

5 Elena de White, Patriarcas y profetas (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2015), p. 16.

6 Ibíd., p. 17.

7 Ibíd., p. 19.

8 Elena de White, La historia de la redención (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2014), p. 19.

9 Nota que dije que necesitamos “recibir respuestas que puedan satisfacer nuestra razón”, y no que podrían satisfacer nuestra razón. Lucifer hizo preguntas profundas acerca de Dios, y las respuestas que Dios le dio podrían haber satisfecho su inteligencia, pero no lo hicieron. Hablaré más de ello en el capítulo 3.

10 La inteligencia humana surge de las reacciones químicas dentro de nuestro cerebro. Elena de White hizo un comentario perspicaz de que “los nervios del cerebro que relacionan todo el organismo entre sí son el único medio por el cual el Cielo puede comunicarse con el hombre, y afectan su vida más íntima” (Elena de White, Testimonios para la iglesia, t. 2, p. 311).

Camino al Armagedón

Подняться наверх