Читать книгу La construcción del Yo corporal - Miguel Sassano - Страница 10

Los orígenes y el desarrollo de la Psicomotricidad en nuestro país

Оглавление

Mientras tanto, en nuestro país, una de las introductoras de la temática fue una discípula de Ajuriaguerra y colega de Mme. Soubirán, la Prof. Dalila Molina de Costallat, quien luego de su formación y al regreso de Francia introdujo los primeros conceptos en nuestro medio, comenzando a formar docentes y profesionales, llegando a publicar sus experiencias a fines de los años sesenta.

Simultáneamente la Dra. Elsa Coriat investigó e instruyó a numerosos profesionales en la observación, evaluación e intervención en la infancia temprana e intentó que las autoridades universitarias se interesaran por la existencia de una formación profesional específica en Psicomotricidad.

Por su parte, el Dr. Bernardo de Quirós y el Dr. Orlando Schrager, durante mucho tiempo concientizaron a los profesionales sobre la importancia de la Psicomotricidad en los tratamientos de niños con problemas neurológicos y de aprendizaje.

En tanto que la Psicomotricista Velia Votadoro, hoy radicada en Francia, logró la emisión de un número de Cuadernos de Terapia Psicomotriz, con el aval de la Sociedad Internacional de Terapia Psicomotriz.

En el año 1977, bajo la iniciativa de la Dra. Myrtha Chockler, Noemí Beneito, Alicia Esparza y Amalia Petroli (estas últimas ya habían publicado sus experiencias en el ámbito educativo) y un grupo de profesionales, se crea la Asociación Argentina de Psicomotricidad, cuyos objetivos centrales son la divulgación de la disciplina y la formación de profesionales en los principios básicos de la profesión. De esta entidad fueron sus primeros presidentes la Dra. Chockler, la Prof. Débora Schojed y el Lic. Miguel Sassano.

Ello condujo poco tiempo después a la creación de la Escuela Argentina de Psicomotricidad, dependiente de la misma Asociación, durante más de veinte años prestigiado centro de formación de postgrado en Buenos Aires, dirigida sucesivamente hasta su desaparición por la Dra. M. Chockler, la Prof. Débora Ortiz, la Lic. Leticia González y la Prof. Celina Marini.

Además, entre los años 1979 y 1981 dicha asociación publicó tres números de la Revista de Psicomotricidad, afirmando el desarrollo de la disciplina en el país.

Mientras tanto, en la provincia de Córdoba, en su ciudad capital, el Instituto Dr. Domingo Cabred obtuvo la posibilidad de formar profesores en Psicomotricidad, siendo la primera institución del país que otorgara certificaciones terciarias con reconocimiento oficial.

A raíz de esta gran inquietud y el movimiento científico, en la década de los años ochenta llegan a Buenos Aires profesionales de la talla de Francoise Desobeau, Ivan Levrun, Bernard Aucouturier, Jean Bergés y Marika Bounes-Bergés a efectuar cursos en forma esporádica, que despertaron gran interés en los concurrentes.

Bajo la iniciativa de Nusha Teller y la Escuela de Técnicas Corporales y con el apoyo de la Asociación Argentina de Psicomotricidad, la Asociación de Musicoterapeutas Universitarios de la República Argentina (AMURA), la Asociación de Profesionales de Técnicas Corporales (APTELEC), el Centro de Egresados de Psicopedagogía de Consudec (CEPCO) y la Primera Escuela de Psicología Social, se logra que André Lapierre y después sus discípulos Anne Lapierre, Nuria Franch y Víctor García realicen durante muchos años una formación que comenzó siendo para profesionales, derivando luego en un proceso terapéutico.

Luego este grupo da lugar a la creación de la Asociación de Psicomotricidad Relacional (APRA), cuya primera presidente fue la Lic. Mirta Correia. Al dejar de existir esta entidad, se encarga de las visitas a Buenos Aires la Sociedad Internacional de Análisis Corporal, que toma esta orientación en consonancia con la evolución del pensamiento de su presidente, el propio Lapierre.

A principios de los años noventa aparece la segunda publicación de la especialidad. Así, durante trece números los Cuadernos de Psicomotricidad y Educación Especial, dirigidos por Miguel Sassano y Pablo Bottini se convierten en un fundamental instrumento de divulgación. Del mismo modo sucede con La Hamaca, publicación de Fundari, dirigida por Mirtha Chockler.

A mediados de dicha década se crea en Buenos Aires la Escuela de Psicomotricidad Relacional “André Lapierre”, bajo la dirección de Mirta Alfano, Teldy Zayuelas y Miguel Sassano, quienes siguiendo las directivas y supervisión del mismo Lapierre, forman una sola promoción de Psicomotricistas Relacionales desapareciendo luego de ello.

Sobre el final del decenio se crean otras titulaciones de carácter terciario para la formación de profesionales con certificaciones oficiales. Finalmente, en agosto del año 1999, el Ministerio de Educación de la Nación autoriza a la Universidad CAECE la creación de la primera Licenciatura de grado en Psicomotricidad con validez nacional, que habilita para desarrollarse en los ámbitos de educación, salud y estimulación temprana. La misma es implementada en el ámbito del Departamento de Ciencias Pedagógicas, siendo el primer coordinador académico el Lic. Miguel Sassano, a quien sucedió el Lic. Pablo Bottini, ambos autores de ese proyecto académico.

Además se autorizó posteriormente a la Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza) el dictado de un ciclo de licenciatura de postítulo en Psicomotricidad Educativa y también sucedió lo mismo con la Universidad Nacional de Tres de Febrero (provincia de Buenos Aires), ambas instituciones académicas del Estado.

Posteriormente, el Ministerio de Educación y Tecnología aprobó el funcionamiento de otra carrera de grado: la Tecnicatura y Licenciatura en Psicomotricidad, en la Universidad de Morón (entidad privada) de la provincia de Buenos Aires. La misma funciona en la Facultad de Filosofía, Ciencias de la Educación y Humanidades, que dirige el Dr. Roberto Paterno, siendo Director Académico de la carrera el Lic. Miguel Sassano.

Además, en la misma Universidad, el Ministerio de Educación y Tecnología aprueba el funcionamiento de una idéntica Licenciatura con un Régimen Especial de Ingreso (REI) para profesionales con otros títulos universitarios afines, que podrán realizar una cursada especial con reconocimiento de sus anteriores estudios.

En los últimos años, gracias al interés mostrado por profesionales de las áreas de la salud y la educación, han aparecido una serie de publicaciones destinadas a la expresión de las experiencias e investigaciones, entre las que se destacan la compilada por el Lic. Pablo Bottini con artículos de profesionales argentinos, uruguayos y españoles. También la Dra. Mirtha Chockler ha podido trasmitir sus experiencias en el ámbito de la Psicomotricidad Operativa, con influencia de la formación de Bernard Aucouturier. Por otra parte, el Lic. Esteban Levin ha realizado varios textos con una fuerte posición psicoanalítica y además se han publicado varios números de Crónicas Clínicas en Relajación Terapéutica y Psicomotricidad, coordinada por las Lic. Leticia González y Raquel Aragón.

En la actualidad, otro grupo de psicomotricistas lleva adelante la revista Cuerpo Psicomotor, que refleja fundamentalmente la postura de los colegas relacionados con esa casa de estudios donde se formaran.

A inicios de los años ochenta, en el ámbito del Hospital Escuela General San Martín, en el servicio de Psicopatología Infantil, la Dra. Lucila R. Agnese crea el primer servicio de atención en Psicomotricidad para niños de nuestro país, lugar de formación clínica de muchos de nuestros psicomotricistas. Luego, en el servicio de Neurología Infantil del Hospital Carlos Durand, bajo la responsabilidad del Dr. Jaime Tallis se crea otro servicio, hoy coordinado por el Lic. Pablo Bottini.

Además, desde los años setenta, casi todas las escuelas de Educación Especial (por lo menos en Buenos Aires), tanto oficiales como privadas, cuentan en sus plantas funcionales con cargos destinados a psicomotricistas y recientemente, ante la creación del Sistema Único de Protección a Personas con Discapacidad, todas las instituciones que brinden servicios mediante el sistema de obras sociales deben hacer lo mismo. Esto ha generado una nueva e importante demanda de profesionales con formación académica.

Por último, podemos citar el reciente nacimiento de la Asociación Muove, dirigida por los Lic. Pablo Bottini y Miguel Sassano, destacada como delegación oficial de la Organización Internacional de Psicomotricidad y Relajación en la Argentina (Organisation Internationale de Psychomotricité et de Relaxation) desde el año 2008.

La construcción del Yo corporal

Подняться наверх