Читать книгу Logro mis objetivos…, pero ¿hago lo correcto? - Miquel Bastons Prat - Страница 8
Qué es lo correcto
ОглавлениеDeterminadas situaciones, en la vida personal y también en la profesional, nos ponen ante la cuestión, no de lograr un resultado concreto (cosa que, normalmente, sabemos hacer), sino ante la cuestión de cómo quiero ser y cómo quiero vivir.
–Cris: ¿Qué tienen de especial esas situaciones?
–A: Hacen que tengamos que definirnos, “mojarnos”, sobre qué tipo de amigo, de compañero, de profesional, …, en definitiva, qué tipo de hombre o mujer quiero ser y qué vida quiero llevar. El problema se transforma en una “cuestión ética”.
Seguro que te suena un personaje llamado Sócrates. Le condenaron a muerte y ante la sentencia, claramente injusta, tenía que decidir si aceptar la propuesta de sus amigos para escapar de Atenas. Sócrates no quiso escapar; y su argumentación les deja sorprendidos: no le preocupaba si lo conseguiría o no (cómo se haría, cuando, etc.). En lo que pensaba, no era eso. Para él, la cuestión era si quería o no vivir como un cobarde, ser un fugitivo, ser un hombre que no cumple las leyes de la ciudad. Su problema, en el fondo, era decidir entre “ser” el que sufre una injusticia o “ser” injusto.
Este problema, que Shakespeare supo resumir con el ser o no ser de Hamlet, está en el fondo de muchos problemas, y lo plantea también Platón en el cap. I de La República. El problema ético fundamental –él decía el problema de ser justo o no– es en definitiva el decidir si quiero ser buena persona o un pillo, sino siempre, al menos en determinadas ocasiones (él decía ser el que padece la injusticia o ser el que la comete). Hoy diríamos aquello de ‘buscar mi propio beneficio’, a costa de lo que sea, o ‘hacer el bien’ (al compañero, al jefe, al amigo, al cliente, …).
R. Spaemann, un sabio profesor de Ética, decía que “los hombres desean que sus vidas se realicen de un modo pleno. … quieren en última instancia lo que quieren por ese fin supremo… La rectitud o incorrección de las acciones humanas depende en último término de si son apropiadas o no para promoverlo”2. Es decir, lo correcto o lo incorrecto (lo ético o lo no ético) es lo que está “alineado” o “no alineado” con “eso que en el fondo nos interesa”, con una manera de ser y de vivir.
Preguntar por lo correcto es “pensar” en lo que se hace desde otra perspectiva; es mirar una acción concreta “en conexión con” un propósito vital, no un resultado concreto. Es preguntarse cómo “conecta” lo que hago con lo que quiero ser y la vida que quiero llevar3. Ese ver el problema “en conexión con”, si “es está alineado o no”, es lo que significa ser “correcto”. Por eso, como lo ha visto Michael Sandel4 –y tú, Cristina– la pregunta ¿qué es hacer lo correcto? es “la pregunta ética” central.