Читать книгу Detrás de escena - Naomi Striemer - Страница 12
Uniéndose a la familia
ОглавлениеNo recuerdo mucho de lo que ella dijo después de eso; si hablamos sobre mi familia, mis responsabilidades actuales, o de qué otras firmas había visitado en este viaje. Solo recuerdo lo que dijo después de unos 35 minutos de conversación.
–¿Te gustaría unirte a la familia de Sony? –preguntó.
No estaba segura de cómo responder a eso porque no estaba segura de a qué se refería. ¿Acaba de preguntarme si quiero unirme a Sony? No me había preguntado si quería grabar un álbum. ¿Era esta una pregunta hipotética, o una oferta?
Me había preparado para hacer lo mejor posible, pero no estaba preparada para la pregunta que cambiaría mi vida como la conocía.
Esperando que fuesen las palabras adecuadas, respondí:
–¡Me encantaría!
Con la experiencia que ella tenía, sabía qué decir:
–Creo que es hora de llamar a tu abogado, Peter Lewit, para contarle las buenas noticias.
Y mientras ella marcaba el número, yo intentaba procesar lo que estaba sucediendo.
Peter Lewit era un abogado prominente y muy actualizado de Nueva York. Parecía una estrella de rock, con su cabello entrecano que le llegaba a los hombros. Sabía muy bien cómo manejar todo lo relativo a la industria, incluyendo una oferta de Sony. Peter reconoció el número.
–¿Cómo está yendo? –fue lo primero que dijo por el altavoz.
–Bueno, pensamos que ella es genial, Peter. ¡Queremos firmar con tu chica!
–¡Felicitaciones, Naomi! ¡Has hecho un gran trabajo!
Su voz sonaba calma y confiada, y escuchaba la satisfacción en su tono de voz. Él y Polly hablaron solo unos pocos minutos más, ya que Peter dijo que había sido un largo día y sugirió que comenzaran los arreglos al día siguiente.
Nos levantamos, estrechamos las manos, y terminó la reunión. No habíamos caminado más que unos metros, cuando comenzaron a sonar los teléfonos. Peter me estaba llamando al celular para felicitarme de nuevo, mientras me notificaban que tenía otra llamada en espera.
–¿Hola? –dije, preguntándome quién podía saber que estaba allí.
Era Jim Welch, mi contacto original de la primera reunión con Sony Records: el hombre que me había llamado el viernes de tarde, horas después de la reunión original, para preguntarme si podía volver a Sony para reunirme con Dave Massey el lunes. Ya era martes. Este hombre se convertiría en mi A&R (artista y repertorio) dentro de la firma. Básicamente, se convirtió en mi representante dentro de Sony, y se encargaba de todo lo relacionado a la música por mí.
Jim me estaba felicitando mientras admitía su confusión.
–Todos están conteniendo el aliento –me dijo–, y Polly se está preguntando si nos va a hacer competir con otras firmas.
Lo que yo había querido transmitir como un “Sí” absoluto y definitivo, Polly lo había entendido como un “Quizás”. No había nada que yo quisiese más que firmar con Epic Records, y la oportunidad finalmente había llegado.
El mundo dejó de girar por un momento, y todo parecía suceder en cámara lenta. Los empleados me estaban abrazando, estrechando mi mano, dándome palmadas en la espalda, y diciéndome cuántas ganas tenías de trabajar conmigo.