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Introducción

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An age is a masquerade. The more contracted the circle, the more perfect the illusion.

Benjamin Disraeli, Tancredo

El objetivo esencial de este libro es dejar plasmada una crónica acerca de la evolución del sistema globalizador desde su apogeo a principio de la década de 1990 hasta su desenlace en 2016. La “bella época” liberal (1990-2016) no puede ser entendida sin prestar atención a la importancia que tiene la historia en el entendimiento de las acciones humanas. La premisa fundamental de este libro es que la era de la globalización puso en escena un sistema social, político y económico basado en un liberalismo de corte hiperindividualista, el cual causó una enorme fragmentación social y económica tanto en los países desarrollados como en los del Sur global. Los límites naturales al crecimiento económico han producidos grandes fracturas sociales, manifestadas en la irrupción del movimiento nativista y del progresismo, los cuales buscan, cada uno a su manera, recrear la esperanza de un futuro de expansión económica indefinida. Estas manifestaciones políticas bien podrían ser los últimos resabios de la orientación economicista que guió el pensamiento político de la era de la globalización. Los cambios de época suelen traer con ellos un profundo debate acerca de los lineamientos que deben guiar la vida en sociedad.

Parafraseando a Benjamin Disraeli, se puede afirmar que detrás de toda consideración material se encuentra un gran problema metafísico. Esta conexión entre lo material y lo inmaterial, obliterada por el sistema globalizador, debería hacernos pensar en la mejor forma de reconciliar nuestras necesidades materiales y espirituales. El avance cada vez más potente de las tecnologías inmersivas debería llevarnos a establecer algunos parámetros que sirvan para delinear la mejor manera de organizar nuestras sociedades y el sistema de Estados. La preservación de la diversidad humana solo puede efectuarse a través de una demarcación entre aquello de lo que la tecnología debería ocuparse y aquello que no puede ser descifrado a través de funcionalidades materiales.

El estado de descomposición del mundo contemporáneo puede ser la piedra basal de un sistema político cada vez más autoritario, consolidado mediante una intromisión cada vez mayor de la tecnología en las acciones humanas. El deicidio consumado por la época moderna fue anunciado como un aspecto fundamental en la liberación del ser humano de cualquier tradición o legado que pueda evitar su evolución. El énfasis puesto en las cuestiones materiales ha contribuido en buena medida a alejar al ser humano de aquello que lo acerca a lo esencial, más que a satisfacciones pasajeras.

Esta obra viene a reivindicar la importancia del historicismo como línea de pensamiento que ponga al individuo como sujeto y no objeto de la historia. La fragmentación producida por el proceso globalizador ha erosionado la capacidad del individuo de influir sobre su entorno social. Este fenómeno tiene lugar como resultado de la erosión del poder de las comunidades nacionales de poner en marcha políticas que puedan crear una sensación de estabilidad y progreso sustentables y amarrados en una tradición cultural específica. La fragmentación producida por el proceso globalizador y la incapacidad de las grandes potencias de ejercer una hegemonía completa sobre el sistema de Estados abre la posibilidad de recrear el espectro político de las naciones de acuerdo con las necesidades y los intereses de las mayorías.

La tradición intelectual que inspiró la escritura de este libro es aquella de los grandes pensadores de izquierda que criticaron los excesos devenidos de una visión materialista que no tuviera en consideración las necesidades metafísicas del ser humano, como el sentido de pertenencia a una patria, a una comunidad política o a una formulación metafísica de la realidad. Este libro busca seguir la línea trazada por pensadores como George Orwell, Hannah Arendt y Arthur Koestler, intelectuales de gran coraje que no callaron antes las injusticias cometidas por regímenes totalitarios, sean estos de izquierda como de derecha. Esta pequeña crónica del siglo XXI procura seguir esa línea de honestidad intelectual y dejar registrada una visión crítica de la “bella época” liberal del período que va de 1990 a 2016.

Este libro es el resultado de viajes, vivencias, observaciones e investigaciones realizados durante las tres décadas que sucedieron al fin de la Guerra Fría. También es el resultado del apoyo de mis padres, Nélida y Marcos, grandes compañeros de aventura de un periplo de treinta años de viajes y estadías en tres continentes. En este sentido, esta obra emana de los valores y la inteligencia conceptual legados por mi mamá y mi papá. Las mejores páginas de este libro reflejan el resultado de las largas charlas acerca de la evolución del mundo durante las tres décadas del período liberal que ahora llega a su fin.

Quiero también reconocer el aporte proporcionado por mi hermana Andrea, así como el de mis sobrinos Joseph y Noah. Mi esposa Annie también contribuyó enormemente a plasmar algunas ideas reflejadas en este libro, al abrirme las puertas de la cultura de la Norteamérica profunda, aquella que está fuera de los centros urbanos y que el ciudadano no estadounidense no ve ni conoce; aquella del interminable territorio que va desde el río Grande al Upper Missouri. Nuestros gatos Freyja, Kali y Nelson han sido fieles compañeros durante estos meses de escritura. Los lugares donde se escribe también influyeron sobre el resultado final del libro: Londres, Budapest, Zagreb y Valencia han sido ciudades propicias para la composición conceptual de este libro. Los contrastes entre la nueva y la vieja Europa sirvieron para identificar los problemas que aquejan al mundo contemporáneo y la necesidad de retener ciertos valores esenciales para generar progreso social. Agradezco también la colaboración otorgada por el personal de la British Library (Londres) y la biblioteca de la London School of Economics.

De todas formas, no hay inspiración más grande que la que da mi querido hijo Max, a quien tengo el gran placer de dedicar este libro.

Auge y ocaso de la era liberal

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