Читать книгу Un rayito de luz para cada día - Ninayette Galleguillos Triviño - Страница 30
Оглавление23 de enero
Caer de espaldas
“Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza” (Salmo 56:3, NVI).
Recuerdo un pícnic en la playa con varias familias que organizó la iglesia donde asistíamos. Los niños jugamos mucho con las olas, las mujeres charlaron y los hombres organizaron sus juegos deportivos.
Pero lo que me impresionó ese día fue uno de los juegos de varones, que consistía en hacer una ronda y poner una persona en el medio. La persona del medio se tenía que dejar caer de espaldas y quien estaba detrás de él en la ronda lo tenía que sostener y luego pasarlo al compañero de al lado. Y así, hacían “girar” como aguja de reloj al del medio.
Lo curioso del juego es que a muchos les costaba dejarse caer. Tenían la sensación de que nadie los sostendría y caerían al suelo. Nos reíamos de ver los “amagues” de algunos por tirarse, pero finalmente no lo hacían por temor y desconfianza. Es que el ser humano por naturaleza desconfía de lo que no puede ver. ¡Y es precisamente eso lo que Dios nos pide! Confiar en él aunque no lo veamos y estar tranquilos en situaciones en las que no tenemos el control.
¿Recuerdas la historia de Gedeón? Dios le pidió que enfrentara con solo trescientos hombres al numeroso ejército madianita. ¿Y en qué consistía su “táctica de guerra”? En rodear el ejército madianita de noche, hacer sonar sus cuernos, mostrar sus antorchas, dar un grito de victoria, y quedarse parados. ¡Sí! Debían quedarse quietos y observar a Dios actuando. De por sí, pensar en ir a una batalla acobarda a muchos... pero enfrentar un ejército numeroso con poquitos hombres y encima tener que quedarse parados, suena muy loco. ¿Tú irías con esas condiciones? ¡Gedeón tampoco estaba muy convencido!
Y Dios, conociendo sus temores, lo animó haciéndole escuchar a dos madianitas charlar sobre un sueño, cuya interpretación era que Gedeón iba a derrotarlos. Así como en el juego que te conté, Gedeón y sus hombres debían decidir confiar, y dejarse caer de espaldas, sabiendo que Dios los sostendría. Eso hicieron, ¡y la victoria fue rotunda!
¿Sabes una cosa? Dios dejó historias como la de Gedeón en la Biblia porque sabe que nos cuesta confiar. Él quiere que aprendamos a tener fe. Está ansioso por mostrarnos lo que su poder puede hacer en nuestra vida. Lee el versículo de hoy. ¡Ojalá sea una realidad en tu vida! Gabriela