Читать книгу Amo la vida - Néstor Daniel Farinella - Страница 19
ОглавлениеIRAS SOBRE LA VIDA DE LAS COSAS...
Irás sobre la vida de las cosas
con noble lentitud; que todo lleve
a tu sensorio luz: blancor de nieve,
azul de linfas o rubor de rosas.
Que todo deje en ti como una huella
misteriosa grabada intensamente:
lo mismo el soliloquio de la fuente
que el flébil parpadeo de la estrella.
Que asciendas a las cumbres solitarias,
y allí, como arpa eólica, te azoten
los borrascosos vientos, y que broten
de tus cuerdas rugidos y plegarias.
Que esquives lo que ofusca y lo que asombra
al humano redil que abajo queda,
y que afines tu alma hasta que puedas
escuchar el silencio y ver la sombra.
Que te ames en ti mismo, de tal modo
compendiando tu ser, cielo y abismo,
que sin desviar los ojos de ti mismo
puedan tus ojos contemplarlo todo.
Y que llegues, por fin, a la escondida
playa con tu minúsculo universo,
y que logres oír tu propio verso
en que palpita el alma de la vida.
En esos momentos las lágrimas oscurecían mi vista. No existía el porvenir. En un minuto se había oscurecido el horizonte, no existían melodías, el cielo azul estaba lejano; pensaba en el ayer hermoso, en el hoy que me hacía daño. Y fue en esas horas en que todo era llegar a mi casa desolado, tocar el timbre como siempre (PÁ, PA, PA, PA, PÁ – PA, PÁ), ver a mi madre, una mirada a los ojos y un saber lo que me pasa.
El día 30 de Junio de 1987 escribí mí “FRASE N° 3”.
“Amar es comprender los silencios; porque son como árboles azotados, por el sol y por el viento”.
Por todo esto no quisiera, en el reencuentro conmigo mismo, que es el de escribir, olvidar unas pocas poesías. En ellas quise volcar un poco de todo el amor que mi madre me da, porque...
A mí parecer; se puede amar en cada paso, pero nunca como ama una madre.
El día 21 de Septiembre de 1985 escribí la poesía