Читать книгу Amo la vida - Néstor Daniel Farinella - Страница 23
ОглавлениеLA CASA
(Fragmento)
III
Éste es el sitio para la esperanza
y éste es el sitio para la defensa.
Aquí sellan el fiel de la balanza
la ternura que pudo ser venganza
y la virtud que pudo ser vergüenza.
Una conducta de mullidos pasos,
y una fe de alas para siempre alzadas,
detienen el vaivén de los fracasos
y encienden en los últimos ocasos
el sol de las primeras alboradas.
Éste es el sitio en que se recupera,
aunque nadie lo quiera, lo perdido.
Aquí se dulcifica lo de afuera.
Aquí está la memoria molinera
blanca entre las harinas del olvido.
Aquí de toda gracia se aprovecha,
no sé en qué sitio, no sé qué alcancía.
Aquí está con su flor y con su fecha
la bendición del cielo en la cosecha,
que es el atardecer de cada día.
Aquí está entre los pinos de la alcoba,
siempre plural, recóndito y risueño,
el beso puro, el beso que le roba
a una ilusión de música y escoba
una entelequia de papel y sueño.
Aquí el afán comprende su destino,
y la alegría del sudor se expresa:
el libro, el piano, la voluta, el trino,
no sé qué beatitud, no sé qué vino,
y el pan de Dios que está sobre la mesa.
He querido tratar el tema de la vida, y luego de haberme interrogado en vano varias veces, sin haber encontrado respuesta alguna, nace en mí la reflexión del por qué me he remitido al pasado:
El día 11 de Abril de 1987 escribí mí “FRASE N° 2”.
“No soy Cyrano de Bergerac, ni poeta; traté de creer solo en lo que veía, y no vi más que hasta mi nariz”.
Es que no sé aún si mal o bien he hecho, es que un día me levanté de la cama, me miré al espejo, noté que tenía arrugas y sólo sé que le hice caso al corazón:
Creo que vengo de donde los hombres son niños y voy por amor a cualquier parte.