Читать книгу Amo la vida - Néstor Daniel Farinella - Страница 21

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UN SOLO PARA TÍ: MADRE

En el silencio sepulcral de la noche

se oye rezar a un hombre.

En su rezo llora

por no volver a ser niño,

y encontrarse acobijado por tus brazos,

dulcemente, sin palabras,

y con el solo susurro de tu corazón.

Cómo considero que con éstas poesías no he podido expresar todo mí sentir, dejo en sus manos, y para que llegue al corazón, una poesía atribuida a José de Espronceda. Así podrán saber ustedes; cuál es la senda que he marcado, de la vena al corazón...

Amo la vida

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