Читать книгу Los hijos del caos - Pablo Cea Ochoa - Страница 8
ОглавлениеPrólogo
Hace varios meses salió anunciado en las noticias que unos científicos de una empresa farmacéutica consiguieron modificar un virus mortal de manera que sirviera como medida preventiva contra las enfermedades más mortíferas del mundo. Se podían prevenir y más tarde erradicar el sida y todo tipo de cánceres con una simple inyección, de la que casi nadie sabía la composición.
El mundo entero optó por aceptar y someterse a esos tratamientos. Además, era algo muy barato por entonces, así que casi cualquiera podía permitírselo. Y durante un tiempo funcionó: los casos de estas enfermedades empezaron a decrecer a una velocidad asombrosa. Se había encontrado la manera de salvar millones de vidas. No obstante, tras unos meses algo cambió y empezaron a ocurrir cosas extrañas. Pasado un tiempo empezaron a darse casos aislados de gente que enloquecía y moría repentinamente. Después sus cuerpos seguían moviéndose y deambulando una vez muertos a causa de unos débiles impulsos nerviosos. Poco a poco toda la gente vacunada acabó muriendo, como por arte de magia, y así pasaron a convertirse en las bestias que los supervivientes llamamos inferis.
Yo me llamo Percy y nunca me vacuné contra esas enfermedades. Cuando comenzó la inevitable catástrofe hice lo que pude para sobrevivir, pero han pasado ya muchos meses y creo que he visto demasiadas cosas, cosas que ni puedo ni quiero esforzarme por entender. Ahora viajo sin rumbo junto con mi amiga Natalie, que me ha acompañado desde que todo empezó a irse a la mierda. Con el tiempo acabamos por descubrir que nosotros no éramos personas normales y corrientes, sino semidioses, hijos directos de los dioses olímpicos, y que los responsables de la creación de los inferis eran unos monstruos mucho más grandes y temibles llamados titánides.
Desde que fuimos conscientes de la cruda verdad vivimos escondiéndonos en bosques espesos y eternos en el norte de Europa, durante tanto tiempo que ya casi hemos olvidado cuánto hace desde el comienzo de la epidemia, aunque también sabemos que debemos encontrar a los otros diez semidioses restantes, ya que solo así podremos tener opción de derrotar a los titánides y devolver la Tierra a como era antes de todo esto.