Читать книгу Soy mujer - Patrick Bennett - Страница 4
Оглавление1
Mientras miraba la pantalla de mi ordenador, me coloqué la mano en la tripa apretando ligeramente, para intentar sin demasiado éxito aliviar ese fuerte dolor de ovarios que me visitaba cada mes desde los últimos diez años. Siempre que empezaba a notar las molestias de la regla, en mi cabeza repetía la misma frase: “me encanta ser mujer” en tono irónico.
Estaba intentando terminar un trabajo, que me había encomendado mi recién estrenado jefe; pero cada minuto que pasaba, empezaba a desesperarme un poco más.
—Creo que voy a tomarme un calmante porque no puedo aguantar más —le dije a Lola, mi compañera de piso.
—No sé por qué aguantas tanto tiempo Sam, sabes que no se te va a pasar el dolor milagrosamente —me espetó ella.
Era otra de las grandes afortunadas que habían conseguido una beca de prácticas, en la central de un nuevo buscador de Internet en expansión llamado Findat; y ambas acabábamos de mudarnos a Los Ángeles hacía aproximadamente un mes. Nos conocimos intentando encontrar gente, para poder soportar los elevadísimos precios del alquiler en la zona, y desde el primer momento encajamos a la perfección, a pesar de tener caracteres completamente opuestos.
Lola, una alocada amante de los videojuegos; se había decantado por la informática en la universidad de Dayton, para poder dedicarse a la programación, y poder al fin crear algo destinado exclusivamente a las mujeres; mientras que a mí siempre me había llamado mucho la atención el mundo del diseño, los ordenadores y todo lo que conlleva, por lo que no lo dudé a la hora de matricularme en diseño gráfico en la universidad de Pennsylvania.
Nací en Philadelphia hace 22 años, y como mis padres murieron en un accidente de tráfico cuando tan solo tenía dos años, me crie con mi abuela, que falleció hace varios meses, en una pequeña casa a las afueras de la ciudad. A pesar de ser hija del magnate del petróleo James Miller, mi abuela me enseñó que las cosas hay que ganárselas con esfuerzo, y siempre tuve muy claro que me tenía que sacar las castañas del fuego yo solita; por ese motivo soy una mujer demasiado luchadora a la que nunca le han gustado las injusticias.
Lola creció en una pequeña casa en Chicago junto a sus padres y su hermano pequeño Phil, y tiene un carácter alegre y atrevido que me complementa a la perfección, ya que yo soy mucho más reservada.
Inteligentes, trabajadoras y con un objetivo en común, comernos el mundo; a Lola y a mí no se nos ponía nada por delante, y queríamos demostrarlo con todo nuestro empeño en un sector como el de la tecnología, donde los hombres habían tenido el mando hasta el momento.
—¿Por qué no ponemos una peli de esas de llorar, y atacamos todo lo dulce que nos encontremos en la cocina? —me preguntó Lola con una gran sonrisa para intentar animarme.
—Tengo que entregar mañana a primera hora el diseño que me ha mandado Jack, no quiero que se lleve una mala impresión o piense que soy una irresponsable —respondí ensimismada en la pantalla de mi portátil.
Debía presentar mi propuesta a los encargados de diseño, de un logotipo de la marca con motivo del día internacional de la mujer; y quería sorprender sin caer en los estereotipos de siempre.