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CAPITULO SEGUNDO
ОглавлениеComo el general Ursua se metio por la poblacon de Musso y se alojo en ella, a pesar de los moradores, e de una prolixa guacauara que le dieron en el ualle de Pauna.
Conclusa la guerra de Sauaya y pazificado aquel rrincon, leuanto sus tiendas Horsua con sus españoles y metiose la tierra adentro de Musso, en el qual camino tuuo muchas guazauaras con los yndios musos que le salian al camino mucha cantidad y muy peltrechados con mucha flecheria con yerua y de las otras harmas con que hellos acostunbran a pelear.
Aconpañauan estos uaruaros sus acometimientos con mucha tauaola126 de bozes y gritiria, en que ponen muy gran eficacia, y meneos y uisajes que con los cuerpos hazen, y asi, aunque en numero heran muchos, con estas cosas hazian ostentacion y muestra de muchos mas, y como jamas sauen pelear ni acometer callando, ponen con las boces doblado temor en los coracones de los que no los conozen, que les parezen que todas aquellas uozes y alharacas y acometimientos, todo es animo, mediante el qual se suele hazer la guerra y auer vitoria.
La guerra que en esta entrada le hicieran a Pedro de Orsua fue tan prolija y continua que le hirieron muchos soldados, algunos de los quales murieron rrauiando, con el dolor y tormento de la yerua con que estauan vntadas las flechas. Ya quel General se uio bien metido con su jente en la poblazon de Muso, escoxiendo sitio acomodado y qual conuenia para uien defenderse de los enemigos, se alojo, por no andar de una parte a otra con tanto bolumen de carruaje y jente como lleuaua, sino de halli hazer sus correrias de vna parte a otra mas a su plazer y con menos trauajo de los soldados. Los yndios, viendo que los españoles auian echo asiento y que de alli salian a correr la tierra y danificarles, conuocando a todos127 los de aquella comarca, que heran en muy gran cantidad, y juntos y congregados, determinan de uenir con las armas en las manos acometer al alojamiento de los españoles, a matallos o echallos de alli; pero aunque lo yntentaron no salieron con ello, porque ya que se uieron zerca del sitio donde los españoles estauan alojados, parecioles que heran mucha jente y que estauan todos armados y que tenian cauallos y arcabuzes y perros con que les podrian hazer mucho daño, y asi se rrepararon a uista de los españoles y se estuuieron alli todo aquel dia a manera de jente questaua puesta en zerro128. Rretiraronse a la noche sin hazer daño ni rreceuirlo, y otro dia de mañana boluieron con la propia horden y aun con los propios desinios sobre el alojamiento de los españoles; y aunque heran yncitados a la pelea no osauan baxar ni ponerse en lugares donde con los cauallos ni con los arcabuzes les pudiesen hazer mal ni daño.
Esta manera de zerco duro algunos dias, que de hordinario se uenian a poner atreuidamente sobre el alojamiento de los españoles, asta que el General determino de echalles vna esbocada129 con que hazelles algun daño y amedrentallos de suerte que con laudacia que solian no se les pusiesen delante. Tomo Pedro Orsua consigo a Garcia de Arze, que despues mataron con el en el Marañon, y a Villanueua, buenos arcabuzeros, y pusose en vn lugar que le parecio acomodado para sujetar y dañar a los yndios, y por otra parte ynuio treinta soldados que asi mesmo se enboscasen para dar en los yndios quando uenido el dia se azercasen al alojamiento; pero los yndios uiuian tan rrecatadamente que descubrieron las zeladas que les estauan puestas, y sin rreceuir casi daño ninguno se astuuieron dentrar en ellas.
Salio a hellos Pedro de Orsua con sus conpañeros, y acercandoseles y disparando los arcabuces contra los esquadrones de los yndios que contra si tenian, hirio y mato los que pudo, porque se aueriguo que jamas dispararon los tres arcabuzes que no hiziesen daño a los yndios; los treinta soldados nunca pudieron hazer ninguna presa, aunque salieron a los yndios y los siguieron, antes menospreciandolos los yndios se boluieron contra hellos y los hazian detener y aun rretirar, y asi dezia que de los tres españoles que estauan con los arcabuzes aparte, tenian mas temor que de los otros juntos, porque con aquel rrelanpago de fuego y trueno quedauan sin uer con que ni con que los matauan los yndios y les hacian mucho daño, con que estauan tan lastimados como espantados. Rrecojieronse los españoles y el capitan Orsua al alojamiento, y uenida la noche los yndios se bolvieron a sus poblacones y no tornaron por muchos dias despues a dar uista a la rrancheria, por lo qual determino el General de ynuiar algunos españoles al ualle de Pauna, asi a buscar comida como a procurar la paz con los yndios; e ya que los españoles, que heran treinta, auian salido del alojamiento, tuuieron auiso de un yndio, que se lo dio, que si tan pocos españoles como alli auia yban a Pauna, que serian muertos todos, porque todos los yndios de aquella comarca, que heran en muy gran numero, estauan juntos en aquel valle para dar en los españoles que se diuidiesen y apartasen.
Diose desto noticia al general Pedro de Hursua, el qual no echandolo, como algunos capitanes de Indias suelen, por novela de yndios, hizo detener la gente y apercevir sesenta soldados de los mejores que en su conpañia tenia, y tomando el la manguardia130 salio a prima noche del alojamiento con desino de dar al quarto del alua ó al punto que amaneciese, en la rrancheria donde los yndios estauan juntos, porque para hello tenia guias que le guiauan; y aunque el General se dio toda la priesa que pudo a caminar, por ser el camino algo largo, no pudo llegar a la ora que pretendia adonde los yndios estauan, antes amaneciendole en parte peligrosa y que estaua ya a uista de los enemigos, de los quales fue descuuierto y uisto luego que amanescio, se detuuo en aquella parte donde la luz y el rresplandor del dia le tomó, y alli se sento a descansar y aun almorcar con sus soldados, porque ueya y conocia el General que ninguna cosa se podia ganar con los yndios sino hera dando de rrepente sobre hellos y tomandolos descuidados, en donde con la turbacion de la rrepentina entrada de los españoles en sus rrancherias o alojamientos, suelen alborotarse y turbarse de tal manera que ni aziertan a tomar armas en la mano ni hazer otra cosa que les conuenga, pero si por alguna via son auisados antes que asaltados o vyendo o acometiendo, procuran hazer su echo seguramente; y como segun e dicho, de estas cosas ya tenia Orsua espiriencia, pareciole que pasada la escuridad de la noche y benida la claridad del dia, con que los yndios le auian ya uisto, le hera ya pasada y perdida la ocasion del acometer a un tan gran numero de jente de guerra como delante tenia, los quales ya auian tomado las armas en las manos y se uenian derechos a los españoles, los quales no espantandose nada de su tumultu y gran turba ni de la grita ni alaridos que uenian dando, diziendose los vnos a los otros que tomasen los pasos por do los españoles auian de tornar a salir y en ellos pusiesen gran guardia de yndios que pudiesen defender y rresistir el paso y tomar a manos a los que saliesen vyendo o por caso escapasen de las manos de los que yban hazer el acometimiento.
Estuuieronse quedos todos, mandandoles el General con rrigor que no se apartase uno de otro vn solo paso, sino que echos vn cuerpo se estuuiesen todos juntos, viendo quanto ynportaua para conseruarsse entre tanta multitud de yndios, el estar juntos o diuididos, segun la buena disciplina les muestra.
Azercaronse los yndios a los españoles muy torpe y baruaramente, pareciendoles que ya los tenian rrendidos y sujetos a su boluntad. Los soldados y su Capitan los rresciuieron tan briosamente que con el propio inpetu que aremitieron se rretiraron, porque con sus espadas y rodelas hirieron hen ellos tan apriesa que en los primeros golpes quedaron en el suelo muchos yndios muertos, y arredrados los uaruaros aunque poco trecho de los españoles, pusieronse en sus esquadrones alrrededor dellos y comencaronlos a zercar, con disinio de con vn prolijo cerco dar alli fin dellos. Pero como algunos arcabuzeros que Orsua lleuaua consigo comenzaron a disparar sus arcabuzes y azer algun daño en los yndios, hellos se comenzaron apartar mas de lo questauan y a dar algun mas espacio y lugar a los españoles para que sin ser muy oprimidos ni molestados de los yndios, se pudiesen yr saliendo de entre hellos y rretirandose hazia su alojamiento, y para este efeto les hera forcoso atrauesar por lo hondo y centro de un balle o caldera que oposito131 asi tenian, de mucho peligro por su mala y peligrosa uajada y peor subida, y por los muchos enemigos que les seguian con el brio que auian cobrado de la muerte de tres o quatro españoles que auian en este tiempo muerto de crueles heridas que les dieron.
Orssua, aunque ueia el gran peligro y rriesgo en que estaua el y todos sus soldados, y el que auia de pasar para yr y boluer a su alojamiento, no mostrando ninguna turbazion ni otro genero de flaqueza, antes acrecentando con su balor el animo a sus soldados, mando á Uillanueua que tomase la banguardia y comenzase a uajar con la jente á lo hondo de la caldera o balle; y porque si los españoles bajauan todos juntos los yndios les podian hacer mucho daño y aun matallos a todos con galgas o piedras grandes que echaran a rrodar, y con otras armas arrojadizas, el propio General con ocho conpañeros se quedo en lo alto y cunbre de la bajada, estorbando y rresistiendo a los yndios que no llegasen aquel lugar hazer el daño que querian y podian hazer, asta que toda la jente estubo ya en todo lo bajo y fuera del peligro y rriesgo del daño que con las galgas les podian hazer, que fue muy gran rremedio y prudente auiso para que los yndios no saliesen con la vitoria que pretendian.
Los ocho soldados que con Orsua auian quedado, le rrogaron que se uajase antes quellos, porque fuese seguro de rreceuir algun daño, donde rredundase general perdida a todos. Escusose Orsua de rreceuir esta seguridad, pero al fin, por las ynportunaciones de los soldados y por lo que tocaua al uien comun, lo houo de hazer, y asi uajo seguramente y se puso en lo bajo con otros arcabuzeros para ojear con arcabuzes los yndios que bajasen en seguimiento de los ocho soldados quen lo alto auian quedado; y puestos en esta horden y concierto, comenzaron a decindir132 los ocho soldados y los yndios a seguillos, y ciertamente que les hizieran gran daño y los mataran si Orsua y los demas que con el estauan en lo uajo con arcabuces no hicieran algunos vuenos tiros en los yndios que los seguian, entre los quales fue vno singular: que como los soldados que uajauan por la questa auajo bajasen apresuradamente, vno dellos cayo, y no fue tan liberal en leuantarse como en caher, por lo qual los yndios que lo uenian siguiendo con presteza acudieron para tomallo a manos y lleuarselo viuo. El General, viendo este peligro desde lo uajo dondestaua, asesto su arcabuz contra el yndio que mas cercano estaua ya del español, y fue tan cierto con su tiro que le dio con la pelota y lo derriuo, por donde el soldado tuuo lugar de levantarse y seguir a sus conpañeros, y los demas yndios se detuuieron como elados y espantados de uer caher muerto a su hermano, y no siguieron con el ynpetu que solian a los españoles que bajauan.
Luego que el General tuuo en lo bajo toda su jente junta y fuera de aquel peligro, aunque tenia mucho yndios alrrededor de si, mostrando tenellos en poco, se sento a comer y a descansar con sus soldados en vna fuente que hallo en aquel lugar, de lo qual admirados los yndios de ver el menosprecio y poco caso que dellos se hazia, se pararon a mirallos sin osar tiralles flechas ni otra arma ninguna, antes muchos dellos se sentaron en el suelo segun lo auian echo los soldados. Ya que los españoles auian descansado tomaron la otra suuida, en la qual auia un paso de peña tajada muy peligroso, por el qual auian forcosamente de pasar para salir a lo alto, y en el auia muy evidente y notorio peligro, por lo cual le fue necesario a Orsua encargar la banguardia a buenos soldados, para que con buena horden y con maña, mas que con fuerza, pasasen aquel peligrosso paso, en el qual los yndios tenian puestos toda su esperanza, y les parecia que si alli no matauan los españoles que en ninguna parte tendrian vitoria de hellos. Suuieron los soldados a quien fue encargada la banguardia, y en todo guardaron la horden quel General les dio, con la qual salieron a lo alto sin rreceuir daño ninguno, y fue que al tiempo que se azercaron a la peña, los arcabuzeros se pusieron en parte donde con sus arcabuzes señoreauan lo alto della, de donde los yndios les podian ofender, y contra aquel lugar tirauan sus pelotas, de suerte que ninguno se ponia alli para ofender a los que pretendian suuir, que no fuese ofendido, y asi heran ojeados; y los demas soldados, suuiendo con la presteza y animo que el rriesgo y trauajo en que estauan lo rrequeria aquel peligrosso paso, suuieron a lo alto, de don de todo punto echaron los yndios y tuuieron lugar de suuir seguramente toda la mas jente.
Puestos todos los españoles en lo alto y cunbre de la loma, comenzaron a caminar por ella adelante la uia de su alojamiento, y los yndios a yr tras dellos siguiendoles, y como vian que con los arcabuzes los ojeauan y no podian llegar a hazer el daño que querian y pretendian, comencaron a dar voces y a decir que cesase el tirar de los arcabuzes, que hellos querian hablar con el Capitan. Hizieron los soldados alto por uer que querian los yndios o pretendian, los quales ynuiaron vn yndio con seis piñas al General, diciendo que le inviavan aquel presente, que comiese por las muestras que avia dado de capitan valiente, y que con tan pocos soldados se auia escapado y defendido de sus manos; y con esto se boluieron los yndios a sus rrancherias, y el General y los demás españoles prosiguieron su camino y se uoluieron a su alojamiento.
Quedo desta vez el general Orsua muy marauillado y admirado de la baaudancia133 y ostinacion con que los yndios auian peleado con el y lo auian seguido: segun las cosas hizieron, decia que mas le parecian demonios que honbres.
126
Tabaola: bataola, ó batahola, bulla, ruido grande.
127
En la edición de Caracas: convocándose todos.
128
En cerro es un modo adverbial, cuya significación aquí no se comprende bien.
129
Debe querer decir emboscada, y así resulta leyendo lo que sigue de este párrafo.
130
Manguardia, por vanguardia.
131
En la edición de Caracas: opuesto. —Opósito es el participio pasivo irregular, anticuado, de oponer.
132
En la edición de Caracas: descender. —Decender es forma anticuada de descender.
133
Asi dice el original. ¿Habrá querido decir audacia?