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CAPITULO SSEGUNDO

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De la ffundazion de Cartaxena, y de como Pedro de Heredia fue a Tunruaco15, pueblo de yndios, donde fue muerto antes Juan de la Cosa. Quentase la muerte deste Juan de la Cosa.

Para perpetuidad de su gouernacion, Pedro de Heredia determinó luego de poblar dondestava vn pueblo, para desde allí hazer algunas salidas y entradas la tierra adentro, y poniéndolo por hobra, en el propio pueblo dondestava alojado hizo su poblazión y fundación, por parezelle sitio y lugar acomodado para ello; y nonbrando alcaldes y rregidores y los demas oficiales a la rrepublica y haciendo otras cirimonias que en semejantes fundaciones se suelen hazer, puso al pueblo por nonbre la ciudad de Calamar, y al puerto, por tener, como e dicho, tanta similitud con el puerto de Cartaxena en España, se le puso Cartaxena. Despues uino a ser este puerto, Cartajena16, muy famoso y nonbrado, por acudir a el mas que a otro de Tierra firme, por su gran comodidad, las flotas que despaña vienen a Tierra firme; por donde la ciudad de Calamar uino a perder su primer nonbre y llamar por yntruduscion Cartagena; como por el contrario les a sucedido a muchos pueblos de las Indias, cuyos fundadores por su contenplacion les an puestos los nonbres de sus patrias y naturalezas, las quales nominaciones an perdido y cobrado el que por lengua de los naturales tenian aquella tierra y sitio desde los tienpos pasados, segun en algunas partes y lugares desta mi Istoria lo hallaran escrito y apuntado. En Tunja, del Nueuo Rreino, quel que la fundo la llamo Malaga, por ser natural de alli, y Baraquisimeto en Venencuela, que el que la fundo la llamo la Nueua Segouia, y otras que, como e dicho, se podran allar leyendo la Istoria, perdido el nonbre español y tomando17 el de sus naturales, por el contrario de lo que a la ciudad de Calamar le a sucedido, la qual, como dicho emos, que oy es llamada y lo sera mientras durare, Cartajena, y de aqui, asi mesmo, lo tomo la gouernacion generalmente, porque segun e rreferido, quando el Enperador hizo gouernador a Pedro de Heredia, no lo hizo de la gouernacion de Cartaxena ni de la de Canamar, mas de hazello gouernador de la tierra que auia y el poblase, desde el rrio de Santa Marta hasta el del Darien, y ansi me parece que queda bastantemente declarado mi proposito sobre el nonbre de ciudad, puerto y gouernacion de Cartaxena.

Despues de pasados algunos dias de como Pedro de Heredia fundo esta ciudad, acudio jente a hella de otras partes, y demas de esto estaua en camino pasajero y que los que yban y uenian a Piru pasauan por este puerto, en pocos dias se rreformo de muchos españoles, con que Heredia tuuo lugar de vsar a su plazer de su jurisdicion, y ansi tomo consigo quarenta honbres de a pie y de a cauallo y con ellos se metio la tierra adentro y fue a dar a vn pueblo de yndios de mucha caseria18 e yndios y moradores, llamado Turbaco19, questaua apartado de la mar o Cartaxena cinco leguas.

Luego que los yndios y moradores deste pueblo tuuieron noticia de la ida de los españoles, como jente que ya otra uez auian auido vitoria de españoles, porque en el auian muerto a Juan de la Cosa, como luego dire, tomaron las armas en las manos y, con grandes muestras de alegria, esperaron a que el Gouernador y los que con el yban los acometiesen. Llegaron los españoles y su gouernador Heredia a las ocho o nueue del dia, y como hallaron a los yndios puestos en armas, los unos por entrar, los otros por defender sus casas, fue entre hellos trauada la guazauara o pelea, en la qual dentranbas partes pelearon tan briosamente que sin que uitoria se declarase ni fortuna se mostrase faborable a ninguna de las partes, el trauajo grande que en el pelear abian los unos y los otros padecido, los forco que de conformidad se apartasen los vnos de los otros a descansar y a comer, que les fatigaua tanto el trauajo como la hanbre. Pasadas dos oras los yndios se leuantaron donde estaban y rreuoluiendo sus armas contra los nuestros les forcaron hazer lo mesmo, y tornando a pelear con el mesmo vigor que de antes, aunque la pelea turo un buen rrato, los yndios comenzaron primero a perder el animo y desmayar y pelear floxamente, lo qual rreconocido de los españoles, aprouechandose y vsando de la ocacion que la fortuna les ofrecia, cerraron con los yndios tan briosamente que les forcaron a bolver las espaldas y a desmanparar20 el pueblo, en el qual se metieron luego los españoles y saquearon todo lo que en el auia que saquear, pero no se detuuieron en el a dormir aquella noche, porque los yndios no se juntasen y diesen sobre hellos y los desuaratasen, y asi se uoluieron la propia noche la uia de Cartagena.

La uitoria questos indios de Turuaco ovieron de Juan de la Cosa, al qual, como e dicho, mataron, paso desta manera, segun lo rrelatan y quentan algunos españoles que ay de aquel tiempo.

Muchos años antes que Pedro de Heredia entrase en su gouernacion, salio de Santo Domingo Juan de la Cossa y Ojeda, entranbos por capitanes y con jente para esta parte de Tierra firme. Juan de la Cosa, segun el concierto, lo quentre los dos auia21, hera obligado a andar con su gente y nauios por la costa del Nonbre de Dios hasta Santa Marta, y Ojeda, con la jente que a su cargo hera, auia de descubrir y conquistar y auer los prouechos que pudiese por el rrio del Cenu ariua. Estando entranuos capitanes con sus nauios surtos y juntos en esta costa de Cartagena, y queriendo hazer alguna cosa memorable, salto en tierra Juan de la Cosa con asta docientos soldados aderezados, y metiendose la tierra adentro fue con ellos a dar a este pueblo de Turuaco, que tenia mucha y muy belicosa jente, la qual con otros uezinos y comarcanos suyos se junto, y dando con las armas en la mano sobre Juan de la Cosa y sus docientos soldados, fue entre hellos comencada vna muy rreñida pelea y muy sangrienta, dentranbas partes; pero como la jente y soldados de Juan de la Cosa hera toda uisoña y que rreputauan el ualor de los yndios por ygual al suyo, porque ueian algunos de sus conpañeros heridos y aun caidos, desmayaron tan de golpe que no bastaron las voces de Joan de la Cosa, su capitan, a animallos ni hazellos cobrar brio; el qual uiendo quan proxima estaua su perdicion, y creyendo que a lo menos oviera uigor en alguno de sus soldados para entretenerse con los yndios y dilatar la uitoria hasta ser socorridos, dixo a Diego de Hordas, manceuo y muy buen soldado y suelto peon: hijo Ordas, bien veis el peligro en que todos estamos, y quan cierta tienen los enemigos la uitoria, si no nos socorre el capitan Juan Ojeda, mi compañero; este auiso se le a de dar por vuestra mano, para que no perezcamos; por vuestra vida que aunque la herida que teneis es tan peligrosa y mala, que os animeis a caminar esta jornada, pues ueis lo que a todos nos ua hen ello.

Estaua Diego de Hordas atrauesada una pierna de una lanzada que en la guazavara se le auia dado; pero con todo esto se partio al momento para donde Ojeda estaua, y aun que el socorro vino tarde, todauia aprouecho algunos que escaparon por gran fortuna, porque los yndios, luego que Diego de Hordas se aparto, zerraron con los españoles confiados en su muchedunbre y dieronse tan buena maña o fauoresciole tanto la fortuna, que al primer tropel los desuarataron y mataron casi a todos, y entre hellos a su capitan Juan de la Cosa; tomaron biuos seis o siete españoles, y metieronlos dentro en los buhios, y alli los ataron de pies y de manos a los pilares de las casas. Otros soldados, a quien el tienpo y la fortuna ayudaron, se metieron por espesas montañas que zerca estauan y alli se estuuieron asta que vbo lugar de ponerse en saluo.

Diego de Hordas, con su herida, llego con arta presteza a donde Ojeda estaua; diole auiso de lo que iba, representandole la necesidad que de su fauor y ayuda tenian Juan de la Cosa y los españoles que con el estauan y lo mucho que iba en la tardanza. El capitan Ojeda se apresto con toda la breuedad posible, y con la jente que tenia se partio para el pueblo de Turuaco, donde Diego de Hordas auia dejado a Juan de la Cosa; llego a el al quarto del alua y hallo que su compañero hera muerto y sus soldados muertos y desuaratados; dio en el pueblo, y como los yndios estauan descuidados, no tuuieron lugar de boluerse a juntar con la presteza que les hera nezessario, y asi los avyento y echo de sus casas. Ojeda y los soldados que con el yban hallaron biuos los españoles que los yndios tenian atados en sus casas, y soltandolos, los boluio consigo, y a las boces que el y los demás soldados dauan, haciendo señal que si auia algunos soldados escondidos en las montañas y arcabucos saliesen, salieron los que se auian escondido, y juntos todos, luego, sin detenerse mas y antes que los yndios tuuiesen lugar de juntarse, dieron la buelta a la mar, y enbarcandose en sus nauios, se fueron la uia del rrio del Cenu, por donde Ojeda y su jente se metieron y ouieron tan desastrado fin como adelante se dira.

Es este Diego de Hordas el que despues desto se hallo en el descubrimiento y conquista de Mejico con Hernando Cortes, que después fue Marques22, y que prendio por su propia mano a Montezuma, rrey de Mexico, por lo qual y por lo mucho que en aquella conquista siruio, el23 Enperador le hizo comendador de Santiago y Adelantado del rrio Marañon, y que con jente subio el rrio de Uriaparia arriua, de donde le sobrevino vna bien desgraciada muerte, segun yo lo tengo escrito todo en la Istoria de la isla Trenidad y del rrio de Uriaparia, donde el que lo quisiere ber lo podra hallar escrito pia(do)samente.24(A).

NOTAS AL CAPITULO II

(A) El Juan de la Cosa cuya trágica muerte relata en este Capítulo el Padre Aguado, es el célebre navegante y consumado cosmógrafo que trazó el primer mapa-mundi en el cual se representa el Continente americano. El mapa señala los países de América conocidos hasta 1500, así como los territorios de Europa, Asia y Africa, y tiene el siguiente epígrafe: «Juan de la Cosa lo fizo en el Puerto de Santa María en el año de 1500.»

Refiriéndose á ese mapa, el autor de estas notas ha dicho en otro lugar:

«El mapa de Juan de la Cosa, hecho, sin duda, cuando este navegante regresó de la expedición de Ojeda, está fechado en el Puerto de Santa María en 1500, y es una carta plana, en la que se representan las costas del Antiguo y del Nuevo Mundo. Desaparecieron los ejemplares de este mapa que existían en España, que eran cuando menos dos, el de la Casa de Contratación y el que tenía en su poder el Superintendente de Indias y Obispo de Burgos D. Juan Rodríguez de Fonseca; pero habiendo adquirido uno de ellos, en 1832, el Barón de Valkenauer, de la testamentaría de éste lo rescató el Gobierno español, y hoy se conserva en el Museo Naval. Ha sido publicado varias veces. Con posterioridad á 1500, hizo Juan de la Cosa, cuando menos, otras dos cartas, pero de ellas no hay más noticias que la de haber sido pagadas por la Casa. – Es de advertir que aunque la primera carta de Juan de la Cosa tiene fecha de 1500, debió aquél continuar trabajando en ella, corrigiéndola y adicionándola, y así se explica que contenga el trazado de costas descubiertas con posterioridad. Algunas de esas correcciones y adiciones, como lo descubierto por Cabot en el litoral del Brasil, desde el Cabo de San Agustín (8° latitud Sur) hasta el Cabo Frío (23° 30 latitud Sur) fueron hechas por Américo Vespucio.» – (Jerónimo Bécker: Los estudios geográficos en España; Madrid, 1917.)

15

En la edición de Caracas: Turbaco.

16

Idem íd.: este puerto de Cartagena.

17

En la edición de Caracas: perdido el nombre español tomaron.

18

En la edición de Caracas: de mucha caceria. El autor ha querido decir que era un pueblo de muchas casas, no de mucha caza.

19

El autor lo ha llamado antes Tunruaco.

20

En la edición de Caracas: desamparar.

21

Idem íd.: que entre los dos había.

22

En la edición de Caracas se omite el verbo fue.

23

Idem íd.: al en vez de el.

24

Idem íd.: piasamente, que es lo que dice el original, sin duda alguna por error material.

Historia de Venezuela, Tomo II

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