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INTRODUCCIÓN
ОглавлениеEn este tratado Plutarco se ocupa como moralista de un tema de moral práctica, la alabanza de sí, la periautología — tópico retórico por otra parte—, con la intención de que se practique de una manera discreta, sin suscitar envidia. Ni Platón ni Aristóteles, maestro e inspiración habitual de Plutarco, respectivamente, habían tratado este tema, pero en la época de nuestro autor debía ser su utilización moneda corriente, con la que se encontrara normalmente en su mundo, y su estudio objeto habitual en las escuelas de retórica. Además, el tratamiento de tema tal era también de importancia desde un punto de vista ético para los políticos y estadistas, y a uno de éstos precisamente va dirigida la obra. Una indudable inspiración debió ofrecerle asimismo el Pro corona de Demóstenes, como puede observarse por las frecuentes citas que de este discurso hace Plutarco a lo largo del tratado.
Plutarco divide su estudio en tres partes:
Una primera o introducción (1-3) trata de la alabanza propia y sus características generales, haciendo hincapié en el desagrado que produce la vanagloria y en el deber de evitarla, aun cuando pueda explicarse en casos determinados.
La segunda parte (4-17) se ocupa de la alabanza de sí y de las ocasiones en que puede y debe usarse, ofreciendo gran número de anécdotas para corroborarlo.
La última (18-22) da consejos para evitar la propia alabanza cuando ésta resulte inoportuna. La exposición de las inconveniencias en que es fácil a todos incurrir no está desprovista de gracia, y la referencia a la conducta de los ancianos en este tema y el conocimiento que de ésta parece mostrar Plutarco han sido juzgados por algunos como indicio para la datación de la obra en la última etapa de su vida1.
Respecto a la cronología, la dedicatoria a Herculano, si es éste el notable personaje espartano Gayo Julio Euricles Herculano2, indica que esta obra pertenece a la vejez de Plutarco, porque Herculano fue sacerdote de los emperadores en 116-117 y murió poco después del 1303. Por tanto, tal datación coincide con la mencionada anteriormente, pero mostrándose como fruto de pruebas objetivas.
Esta obra se cita también con el título latino de De laude ipsius y es el número 85 del «Catálogo de Lamprias».
1 Cf. la Introducción a este tratado de R. KLAERR e Y. VERNIÈRE, en Oeuvres Morales, VII2 (Les Belles Lettres). pág. 62. Tal argumento no parece concluyente pues, en general, los ancianos no tienen conciencia de ser pesados o charlatanes y es de suponer que Plutarco no fuera una excepción.
2 Véase la n. l a la traducción.
3 Véase C. P. JONES, «Towards a chronology of Plutarch’s Works», Journal of Roman Studies (1966), 73.