Читать книгу Manual completo del método pilates - Rael Isacowitz - Страница 9
ОглавлениеIntroducción
Este libro es para todos aquellos que deseen un conocimiento exhaustivo del método Pilates, desde la filosofía que le sirve de urdimbre hasta los amplísimos beneficios del método conseguidos con el vasto repertorio de ejercicios de Pilates. He tratado de abarcar el máximo terreno posible con el objetivo de ofrecer un manual definitivo a todos los que, con dedicación y compromiso, enseñan y practican este método. Por otra parte, Pilates no es exclusivamente para profesionales; tengo la esperanza de que también sirva de manual introductorio a todos los interesados en profundizar en la comprensión del método Pilates.
En esta segunda edición ofrezco variaciones de muchos ejercicios para que el material sea accesible a un público más amplio, desde quienes inician su periplo con el Pilates, pasando por aquellos que lo aplican con fines terapéuticos, hasta instructores veteranos que trabajan con deportistas. Si bien ciertas variaciones aumentan la dificultad del ejercicio original, la mayoría de las variaciones simplifican la ejecución de los ejercicios.
En este libro, todas las menciones a Pilates y a su método hacen referencia al sistema de acondicionamiento físico y mental creado por Joseph Hubertus Pilates. Aunque algunos de los movimientos difieran de la manera o secuencia exactas en que se practicaban al principio, este libro se inspira y sigue muy de cerca la obra original del creador del método. La obra de este hombre, a quien (según el testimonio de la maestra de primera generación Romana Kryzanowska) el gran coreógrafo George Balanchine denominó «genio del cuerpo», sigue siendo un valiosísimo legado para profesores y entusiastas.
Poco después de que emigrasen de Alemania a mediados de la década de 1920, Joseph y su mujer, Clara, abrieron la primera academia de Pilates en Nueva York. El resto ya es historia, y también un capítulo importante y fundamental del método en sí. El conocimiento de la historia del método permite entender los ejercicios y apreciarlos en su contexto histórico teniendo en consideración el estilo de vida y las actividades cotidianas de la población en los años 1920. Por aquel entonces no existían los ordenadores, que favorecen el síndrome de los hombros encorvados; tampoco había comida basura que fomentara la obesidad de la población; la relativa escasez de coches obligaba a que la gente fuera físicamente más activa y los casos de lumbalgia no afectaban al 80 % de la población como hoy en día. En aquel entonces, el mundo era muy diferente.
Breve historia del Pilates
Joseph Pilates nació cerca de Düsseldorf (Alemania) en 1880. Fue un niño enfermizo, afectado de raquitismo, asma y fiebre reumática. Su voluntad de superar estas enfermedades fue lo que le llevó a explorar y practicar culturismo, gimnasia, buceo y otras actividades físicas. Estudió las corrientes filosóficas y las formas de ejercicio occidentales y orientales, y la influencia ejercida en él por la herencia de la antigua Roma y Grecia fue grande. Con este rico legado estableció las bases de un sistema innovador que fue desarrollando a lo largo de toda su vida.
En 1912, Pilates viajó a Inglaterra actuando de artista circense en un número de estatuas griegas. Al estallar la Primera Guerra Mundial, lo internaron junto con otros ciudadanos alemanes en un campo de concentración en la isla de Man. Durante aquella reclusión, enseñó y practicó su programa de preparación física, y comenzó a diseñar aparatos que ayudaran a la rehabilitación de inválidos y enfermos. Si echamos un vistazo a los aparatos, veremos que algunas piezas fueron concebidas para adaptarse a las camas de los hospitales, sobre todo el cadillac. Se cuenta que Pilates asistió a muchas víctimas de la epidemia de gripe y ayudó a muchos a recuperarse de enfermedades propias de los períodos de guerra.
Después de la guerra, Pilates regresó a Alemania, y el Gobierno alemán le invitó a supervisar la preparación física del nuevo ejército. Consciente de las implicaciones que tenía esa actividad, decidió emigrar a Estados Unidos. (Según algunas fuentes, le invitaron a ese país para intervenir en la preparación del boxeador alemán Max Schmeling, defensor del título mundial.) Si bien existen indicios de que Pilates conoció a muchos de los innovadores de su época en el campo de la danza, como Rudolph von Laban, Kurt Jooss y Mary Wigman, no contamos con demasiada documentación sobre su vida antes de emigrar a Estados Unidos. Aunque Pilates no fuese bailarín, aquellos tempranos encuentros pudieron haber sido el origen de su posterior y profunda implicación con el mundo de la danza.
Durante el viaje a Estados Unidos, Joseph conoció a Clara, con la que pronto contrajo matrimonio, y que desempeñó un papel decisivo en el desarrollo y enseñanza del método. Se ha descrito a Clara como una profesora respetuosa, amable e instruida, y en algunos aspectos mejor profesora que el mismo Joseph Pilates. En 1926 abrieron su primera academia en la ciudad de Nueva York, la cual atrajo un público diverso, incluyendo celebridades, artistas circenses, gimnastas y deportistas.
No obstante, quienes de verdad reconocieron el valor del sistema Pilates y el profundo conocimiento del funcionamiento del cuerpo humano fueron los integrantes del mundo de la danza, entre los que se contaban celebridades como Balanchine, Ted Shawn, Martha Graham y Hanya Holm. Todos se empaparon del método y a menudo lo integraron en sus técnicas dancísticas y en su preparación física tras haber comprobado su efecto positivo sobre el cuerpo de los bailarines, tanto en su rehabilitación como en sus actuaciones.
Como muestran sus enseñanzas, su condición física y su nivel de ejecución, Pilates fue un hombre disciplinado. Su obra revela influencias del yoga, la gimnasia, el boxeo, las artes marciales y los sistemas filosóficos occidentales y orientales. Enseñó y mostró su método en diferentes entornos, desde su academia hasta en su pequeño piso en Nueva York, también al aire libre, donde se sentía más cómodo e inspirado. Poseía la determinación de quien tiene fe, y la creatividad de un genio. Fue un hombre que creyó sinceramente que su sistema podía ser una forma de vida. Estaba convencido de que el método era capaz de influir en todas las facetas del ser humano y, por lo tanto, también en la sociedad en su conjunto.
Pilates soñaba con que su método se enseñase en centros educativos y universidades. Creía que desde pequeñas las personas debían recibir formación sobre su cuerpo, y que esa información debía ser sencilla y accesible. Apostaba por la simplicidad de movimientos y por la elegancia natural del cuerpo, tanto humano como animal. En muchos de sus primeros artículos, y como sugieren los nombres de muchos de los ejercicios, Pilates describe su pasión por los animales y sus movimientos.
En el transcurso de su vida profesional, Pilates creó más de seiscientos ejercicios para los distintos aparatos que inventó. Para conseguir una buena salud, su filosofía de actuación consistía en ejercitar el ser en su totalidad –cuerpo, mente y espíritu–. El equipamiento de Pilates ha sido concebido para ejercitar todo el cuerpo mediante posiciones y movimientos que reproduzcan actividades funcionales y que, por lo tanto, corrijan la alineación y equilibrio del cuerpo. En cada aparato se realizan multitud de ejercicios, de nivel básico a experto. Mediante poleas, muelles y la fuerza de la gravedad, estos aparatos imponen de diversas formas un reto a la musculatura, sobre todo la intrínseca. Se ejercitan las capas profundas del músculo para obtener una mecánica óptima de movimiento y para mantener una postura y alineación correctas.
Con su visión del bienestar, con la creación de ejercicios, con la invención de máquinas de ejercitación y con su integración en la vida doméstica, Joseph Pilates se adelantó a su época. Fue el inventor de la silla wunda, que desempeñaba la doble función de mueble y que –discutiblemente– se considera el primer gimnasio casero. La imagen de Joseph Pilates en su apartamento de Nueva York pregonando las virtudes de aquel invento, con Clara mirándolo arrobada, sugiere que sus presentaciones eran algo más que simples demostraciones. Los escasos segundos de película conservados corroboran esta impresión; Pilates produjo una película en la que explicaba y promocionaba las ventajas de este sistema, en la que se incluían consejos de salud personal e incluso técnicas para ducharse. A medio camino entre una guía práctica y un anuncio publicitario, la película sugiere que Pilates se adelantó a su tiempo en sus técnicas de venta y en su consideración de la salud, la forma física y el bienestar. Años después de su fallecimiento, su obra ha sido la cabeza de puente de una revolución en el sector del fitness y ha provocado una evolución de la industria del bienestar.
El método Pilates constituye una vía completa de salud. No se limita a ser un simple régimen con que mejorar la forma física mediante la repetición inconsciente de ejercicios. Pilates es una aproximación holística al bienestar y un proceso de refinamiento para toda la vida. En el primer párrafo de su libro Return to Life Through Contrology [Retorno a la vida a través de la contrología], Pilates escribió lo siguiente: «Una buena condición física es el primer requisito para ser felices. Nuestra interpretación de la condición física consiste en la consecución y mantenimiento de un cuerpo desarrollado armoniosamente, con una mente equilibrada y plenamente capaz de ejecutar de forma natural, sencilla y satisfactoria, con júbilo y entusiasmo espontáneos, las múltiples y variadas tareas cotidianas».
En Pilates se aborda el arte y la ciencia del movimiento humano y su relación con el método Pilates. Creo que todos los movimientos de este método pueden y deben apoyarse en principios científicos (de la anatomía, la fisiología, la biomecánica y la cinesiología) y artísticos (de la estética, las sensaciones interiores, los componentes psicológicos, y el flujo de energía y fuerza vital). Este significativo solapamiento del arte y la ciencia del movimiento humano ha sido aceptado y explorado a través de los tiempos. Cuerpo y mente mantienen una relación simbiótica y vigorizante cuyos resultados son profundos y, en ocasiones, inexplicables. Esta relación entre cuerpo y mente constituye el núcleo del método Pilates.
Analizar en profundidad todos los aspectos del Pilates es una tarea que excede el propósito de este libro; por ejemplo, sólo el estudio a fondo de la respiración llevaría más de cien páginas de explicaciones. En lugar de eso, la información que aporto aborda el método Pilates en su totalidad, haciendo hincapié en el repertorio y en la forma de acometer los ejercicios por medio de su presentación, descripción y análisis. Por supuesto que se incluye un apartado sobre la respiración, dado que es uno de los pilares básicos del método, y se sugiere un patrón respiratorio para cada ejercicio. Tampoco se abordan en detalle los temas de anatomía, fisiología y biomecánica, si bien es importante que los profesionales del Pilates y los entusiastas serios posean un conocimiento práctico de estas áreas, motivo por el cual se recomienda encarecidamente profundizar en su estudio. Remito a la bibliografía apuntada al final del libro para quienes quieran encontrar alguna sugerencia.
Pilates te guiará a través de una serie de ejercicios, desde el nivel básico, pasando por el intermedio, hasta llegar al nivel avanzado. Los más de doscientos ejercicios del libro se organizan de forma práctica; cada capítulo corresponde a un aparato diferente. Y dentro de cada capítulo, los ejercicios se organizan en bloques basados en las regiones del cuerpo y en la función de ciertos grupos musculares. Dentro de cada bloque se exponen ejercicios individuales y repertorios de ejercicios que reciben el nombre de series y tandas. La descripción de los ejercicios comprende su nivel de dificultad y el grado de resistencia recomendado. También aporto información sobre los músculos implicados, los objetivos del ejercicio, comentarios e ideas para el proceso de visualización que resultarán útiles para la ejecución y enseñanza de los movimientos, y una lista de comprobación de puntos importantes para obtener resultados positivos. En este libro no se abordan los ejercicios más avanzados ni de nivel experto, que constituirían por sí mismos un libro independiente.
A lo largo de los años han surgido distintas aproximaciones y formas de practicar el método Pilates. El método clásico consiste en ejecutar los ejercicios, fabricar los aparatos y seguir la secuencia de ejercicios tal como hizo el propio Joseph Pilates. Otras tendencias están principalmente vinculadas con la rehabilitación y han creado protocolos para tratamientos específicos que utilizan la maquinaria de Pilates, pero que han cambiado de manera sustancial el repertorio. A menudo, los terapeutas se alejan del repertorio original y de la concepción holística de los ejercicios; y en ocasiones, la relación con la fuente es muy remota. Otras tendencias se centran en grupos cerrados de población, como bailarines y deportistas, adaptando el repertorio a sus necesidades y, del mismo modo, suelen olvidar los ejercicios originales y la filosofía del Pilates.
A lo largo de este libro, y como también hago en mis clases y horas de práctica, me esfuerzo por permanecer fiel a la esencia de la obra de Joseph Pilates, sin por ello evitar que se produzca una evolución. A esta vía he dado en llamarla «ciencia y artes corporales», y de ella surgió Body Arts and Science International (BASI), una organización educativa de carácter internacional y dedicada a la enseñanza de Pilates. Esta tendencia adapta el arte y la ciencia del método Pilates a contextos contemporáneos, mientras que la organización es un medio para compartir este sistema dinámico con entusiastas y profesionales de todo el mundo. En ocasiones, el concepto de evolución se interpreta de forma errónea como un rechazo del método clásico de Joseph Pilates. Nada más lejos de la realidad. La evolución del Pilates, y es así como concibo el BASI Pilates®, justifica la información previa y mantiene el método tan vivo y relevante en la actualidad como cuando Joseph Pilates estaba vivo. La evolución es necesaria y, siempre y cuando hunda sus raíces en el método original de Joseph Pilates y preserve su obra e intenciones, debería seguir considerándose Pilates.
Aunque suponemos que no definió o ni siquiera entendió muchos de los conceptos tal como hoy lo hacemos, Joseph Pilates sembró las semillas de un nuevo método de acondicionamiento corporal. Los ordenadores y otros métodos sofisticados de investigación nos han permitido respaldar científicamente conceptos que para Pilates y otros innovadores de su época se basaban en gran medida en la intuición. Esta demostración en tiempos modernos de lo que antes sólo se intuía en los inicios de la disciplina ha acelerado la adopción del método Pilates en muchos ámbitos, como el de los tratamientos terapéuticos, la preparación física, el ejercicio prenatal y posnatal, y la ejercitación de los mayores.
Los terapeutas llevan años soñando con un sistema mediante el cual los pacientes superen las fases iniciales de rehabilitación hasta conseguir el objetivo final de recuperar la forma física y el funcionamiento eficaz del cuerpo. Los deportistas han buscado medios para mejorar su rendimiento en la competición. Los bailarines han tratado de hallar un sistema mediante el cual mejorar su fuerza, flexibilidad y técnica, manteniendo sin embargo la silueta que su oficio les exige. Actores, artistas circenses, músicos, cantantes –y la lista no acaba aquí– buscan de manera constante la mejora de su rendimiento y la prolongación de su vida profesional. El método Pilates es perfecto para todos estos grupos.
Los mejores deportistas de cualquier disciplina son plenamente conscientes de la necesidad de usar por igual el cuerpo y la mente. Ahí radica la esencia del método Pilates. Una vez que un deportista ha alcanzando el máximo de su capacidad física, sea la fuerza, la velocidad o las destrezas para ejecutar las acciones requeridas en su deporte, el aumento del volumen de entrenamiento y de las sesiones prácticas sólo da por fruto un empeoramiento de los resultados. Es probable que cuando nos volcamos en la capacidad de la mente y en su intrincado vínculo con el cuerpo obtengamos ese punto adicional de rapidez o fuerza. Son muchos los deportistas que han hallado la respuesta en el Pilates, y por eso en la actualidad goza de la credibilidad que se merece.
Pilates no sólo tiende un puente entre el cuerpo y la mente, entre la vida cotidiana y un rendimiento óptimo, entre la rehabilitación y un movimiento sano, sino que ofrece un sistema que cuando se emplea en todo su potencial, logra mejorar cualquier aspecto de la vida. Ofrece soluciones por igual a personas con movilidad limitada y a deportistas de élite. Resulta igual de beneficioso para un niño de once años que para un anciano de ochenta, y motiva tanto a hombres como a mujeres. Es adaptable y diverso, y ahí radica su magia, y no en que en unas cuantas sesiones logre transformar el cuerpo o que ofrezca como resultado un físico perfecto como si fuese una varita mágica (afirmación que, por desgracia, en ocasiones se le atribuye).
Pilates es para los mayores que no encuentran un sistema adaptado a sus necesidades ni tampoco dónde ejercitarse, como también lo es para los jóvenes que quieren verse y sentirse mejor. Es para personas en baja o en gran forma física que quieren rendir a un nivel óptimo y que quieren cambiar para mejor sus vidas. En otras palabras, Pilates es para todo el mundo (pero no necesariamente para todos). Siempre y cuando se tenga ambición por mejorar, nos espera un mundo por descubrir y posibilidades todavía por explotar.