Читать книгу 50 pasos hacia la Luz - R.M. Carús - Страница 7
Prólogo
ОглавлениеAl igual que en las catedrales góticas se ingresa por la zona oscura que hay tras la entrada y se va avanzando hacia la claridad existente al final de la nave, bajo el rosetón, este libro establece un recorrido de la penumbra a la luz.
La penumbra (si es que existe en tu vida) de la incertidumbre, el miedo o la tristeza. La luz de la absoluta seguridad, la alegría y la paz interior.
Cincuenta pasos pueden parecer pocos para un recorrido así, pero estos pretenden ser pasos agigantados. También rotundos y definitivos. Por eso van a ser cincuenta pasos lentos. La manera de leer este libro es dando un paso cada día, y de vez en cuando repasando los que ya se han dado para afianzarlos.
Te propongo, pues, leer solo un capítulo diario. Incluso, si lo deseas, que te quedes en alguno de ellos más tiempo si eso es lo que necesitas. Por el contrario, no es aconsejable leer más de un capítulo al día. Eso supondría hacer un viaje precipitado, desorientarse y no llegar al destino.
Este es un libro para poner en práctica. En cada paso, en cada día, encontrarás una propuesta. Unas veces consistirá en considerar una reflexión; otras, en probar a modificar un hábito; otras, en observar una emoción. Dicha propuesta a veces será explícita. Otras estará oculta y serás tú quien tenga que encontrar cuál es y cómo aplicarla en tu vida. Otras, será más explícita. Siempre sugerirá actuar sobre ti mismo —sobre tu interior, sobre tu manera de pensar, interpretar o sentir—. Nunca pretenderá modificar nada que parezca estar fuera de ti, ni por supuesto cambiar a nadie. Porque la única forma de avanzar hacia la claridad es transformándote tú.
Por ese motivo en las siguientes páginas siempre hablaré en segunda persona. Por favor, no te sientas señalado ni atacada por ello. Cuando, por ejemplo, digo: “esto es lo que haces cada vez que juzgas a alguien: depositar tu propia carga sobre otro y acusarle por llevarla”, me refiero a ti, pero también me refiero a mí, y a todos. El contenido de esta pequeña obra surge de mi propia experiencia, de mi propio aprendizaje. Por eso, cuando diga “tú”, me estaré hablando a mí, y también a ti que estás leyendo.
Gracias por recorrer este felicísimo trayecto por tu templo interior.
Vamos juntos.