Читать книгу Alma, corazón y fuego - Rodolfo Cardozo - Страница 9
ORGANIZACIÓN
ОглавлениеDespués de esa primera reunión donde fuimos 63 los que asistimos, hombres de todas las edades, pero la mayoría jóvenes como yo (19 años). El número de asistentes empezó a disminuir en las siguientes reuniones, de alguna manera los que tomaron la iniciativa comenzaron a organizar y a buscar miembros para formar una comisión directiva, para comenzar los trámites y tener la personería jurídica, más todo lo que implica crear una institución como es la nuestra. También se buscaba un lugar donde hacer el cuartel.
Móvil 4 de Zárate en destacamento Lima Buenos Aires Argentina.
En esas reuniones estaban algunos, no todos, que fueron parte de bomberos de Zárate en el destacamento que tenía en Lima ubicado en la vieja usina en las calles 8 y 9. Ellos eran; Aldo Alberto Ibarra, Sergio Carrizo, Coco Sutinich, Clemente Chorolque, Beto Virgile, Palomo Muchiani, El negro Barrios, Moreno Mercedes, Mendizábal, Juárez, Diego Morel, El negrito González, Luis Crocco, Suárez, Zapata y Ferreira.
Tenían una mascota llamada Capitán, el cuartelero un señor de apellido Dipaolo, de Zárate.
Ellos nos contaban historias y compartían sus salidas a los servicios con nosotros. En silencio y muy atento yo escuchaba y a la vez soñaba con llegar hacer lo que ellos decían y más.
La madrina de este destacamento que les menciono al cual pertenecieron esos hombres fue Doña Irma Altave de Guelvenzu, Esposa de Don Guelvenzu que era el delegado del pueblo el cual los mandaba hacer de bomberos a los empleados del municipio, para poder conformar el cuerpo activo, así que era una mezcla de voluntarios con empleados designados. Hermosos recuerdos guardo de todos ellos. De esos 63 del principio, solo quedamos pocos, después se sumaron otros quedando un grupo entre 15 y 20 hombres para el día de la inauguración.
De chico nunca soñé con ser bombero, no tuve esa visión de lo que quería ser de grande como algunos otros, así que digamos que mi pasión y vocación comenzó mucho después, a los 19 o 20 años. Se podría decir que nací para ser bombero y que lo descubrí en esta etapa, que mi destino haya sido ser lo que soy hoy después de 30 años de servicio es otra cuestión que se podrá estar de acuerdo o no, con lo que digo. Lo importante es lograr lo que uno se propone como meta cuando nace la idea. Dejé transcurrir las cosas de un modo natural para ir viendo lo que sentía y saber si era lo que esperaba o no, para luego decidir la continuidad o dedicarme a otra cosa porque la decisión es muy personal nadie puede decir lo que debes hacer en este sentido. De haber tenido suerte en Buenos Aires en el año 1994 cuando fui a buscar trabajo, tal vez esté libro no existiese y mi vida sería otra, a continuación, les voy a contar una anécdota de esos días por la capital federal para ir mezclando etapas de mi vida personal con la bomberil. Para estos tiempos en lo personal buscaba mi futuro laboral, ya que los trabajos que conseguía eran eventuales y quería uno fijo.