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Capítulo XVII

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Cuando seas lo bastante fuerte como para resistirlo, nosotros te traeremos en forma detallada una de las más prodigiosas expresiones del uso correcto e incorrecto de esta «Poderosa presencia Yo Soy».

En lo que es ahora la cordillera de Los Andes, en América del Sur, aconteció este evento real; fue en un tiempo muy antiguo, cuando los hijos de Dios comenzaron a olvidar, por vez primera, su origen y empezaron a demandar la Energía Poderosa, la cual ellos sabían que era suya.

Los estudiantes y los seres humanos, incluso en la angustia que ellos se han creado, únicamente poseen una idea muy limitada de que tan intensamente fue utilizada esta energía en el pasado para motivos egoístas. Nunca se ha se ha sabido de una condición anterior similar. Aún quedan restos de la ciudad subterránea que describiremos y en la cual esto sucedió.

¡Oh, que los hijos de Dios despierten a la maravillosa actividad del uso de los Poderes de la Luz para el bien de la humanidad, cuando su atención esté fija sinceramente en esa Luz!

Si hoy en día los numerosos estudiantes en la Tierra de los distintos ángulos de la Verdad fueran capaces de ahuyentar las tinieblas de la mente exterior y creer en los supuestos milagros de todos los tiempos, el cascarón del Yo exterior se despedazaría y permitiría que la Luz entrara. Una de las formas más eficaces para abrir la puerta a la actividad consciente de la «Luz de la Presencia Yo Soy» es tener fe y creer en las cosas que no se ven.

Así como tu utilizas el automóvil y el avión para recorrer grandes distancias velozmente, la «Gran Presencia Yo Soy» utiliza el cuerpo. El cuerpo vendría a ser el avión, el cerebro su poderoso motor por medio del cual la Presencia Yo Soy lo impulsa.

Estoy convencido de que los estudiantes todavía no entienden la sutil forma que la duda adquiere. Una forma sutil de duda sería una pregunta en la mente sabiendo o no lo relativo a la Todopoderosa presencia Yo Soy. Los que intentan o desean discutir el tema de la existencia de la Gran Verdad de la Vida, lo crean o no, están permitiendo que la duda entre en sus vidas.

Actualmente, ninguna mente racional y sincera, que haya cambiado su atención y la haya fijado sólidamente en la «Presencia Yo Soy» es capaz de discutir, dudar o cuestionar la Omnipotencia de la Presencia Yo Soy.

La difícilmente reconocible duda que permite ingresar en la mente argumentos relativos al Origen de su Ser, únicamente es carencia de fortaleza para alzarse en contra de la Ley de la Resistencia, fortaleza por medio de la cual se evalúa el incremento de lo exterior.

Existe una gran diferencia entre un razonamiento sincero para conocer la Verdad y la predisposición humana de alegar en contra de la realidad en la que quiere creer. Siempre recibimos con gusto, muy dignamente, a la pregunta sincera de la Verdad, pero no tenemos nada que ver con la naturaleza humana cuya tendencia predominante es la de discutir en contra la Realidad de la Verdad. Entre más acepte un individuo la discusión sobre la Verdad en la Vida, más grande será el muro que éste erija para tener que vencerlo después, ese lejano día en el que deberá saltarlo.

Se hallarán parados al borde de un precipicio, al que caerán en cualquier momento, aquellos estudiantes que condenan, critican o se detienen a juzgar este canal de expresión de la Verdad, sin otro motivo más que su propia invención.

Quiero que todos entiendan que este resplandor de Luz ha sido creado con alguna intención específica y que continuará realizando su labor, eliminado cualquier personalidad o todas las personalidades que existan. Explico esto abiertamente para que los estudiantes en esta radiación puedan entender que están tratando con poderosas fuerzas, que son tan reales como lo es la misma realidad. Los que no pasen esta prueba y resistir el fulgor de la Luz, no requieren culpar nunca a alguien más, sólo a si mismos, ya que poseen libre albedrío y se les ha otorgado el empleo de la «Poderosa presencia Yo Soy», por medio de la cual pueden conservar el absoluto autocontrol.

Una vez más debo explicarte que si eres lo suficientemente imprudente como para pretender discutir la Verdad Sagrada que se te está entregando para tu propia libertad y uso, con personas que no conocen nada sobre ella, estás introduciéndote en las insondables aguas de la duda y las preguntas. Únicamente puedo decirte que en el pasado, a los estudiantes que eran conducidos a los retiros para su adoctrinamiento no les era permitido —y nunca se les ocurrió— discutir entre ellos la Verdad. Ellos callada y seriamente emplean el conocimiento impartido por su Maestro, y seguros alcanzan los resultados que desean.

Sería preferible que los estudiantes fueran lapidados en las calles, en lugar de criticar, condenar o juzgar la Luz que les es otorgada; porque si ingresaran en la Presencia Yo Soy, como han sido enseñados, cada duda y cada dificultad en sus vidas se esfumaría como la niebla frente al resplandor matutino de la luz solar.

Estoy convencido de que todos los estudiantes son lo bastante fuertes como para escuchar la Verdad y utilizar la Fuerza de la Presencia Yo Soy para controlar y mandar lo exterior, con la finalidad de tomar la Presencia completa, sabiduría, amor, energía y riqueza de la Gran y Todopoderosa presencia Yo Soy, que les da la habilidad para sentir, vivir, pensar y el deseo de alcanzar la Luz, la Verdad.

Con la «Vara de Fuego» colocada en la conciencia de los estudiantes quiero expresar abiertamente que su hermano y hermana, que les están otorgando esto, únicamente son Mensajeros de los que han conocido y usado esta Ley durante incontables siglos. Estos Grandes Seres, en quienes has colocado tu atención, no son una leyenda, ni una invención de la imaginación exterior. Son seres cariñosos, vivos y sabios que tienen un poder que pueden orientar o utilizar bajo su propio juicio, hecho que es imposible de pensar por la mente humana.

El estudiante, anteriormente, siempre había contado con un período de tiempo casi ilimitado para decidir si quería moverse en la Luz o si prefería seguir errando en el desconocimiento de su Presencia y Energía Poderosos. En incontables ocasiones los ciclos cósmicos han cambiado, y el tiempo en el que los hijos de Dios tienen que tomar la decisión final, o sea, decidir a quién servir ha llegado.

Nunca en la historia, en el pasado del Mundo, han sido proporcionadas tantas oportunidades o ayuda a los hijos de la Tierra para que afronten el «Esplendor del Sol de la Luz Eterna de Dios», y marchen dignamente y sin miedo dentro de Su Radiante Esplendor, libres, para siempre libres de toda restricción, habitando en la opulencia de esa Luz, rodeándolos como un manto de armonía y reposo.

Nuevamente te digo, querido estudiante, que «Si no eres capaz sentir en tu corazón la Verdad de estas enseñanzas llevadas a ti en una fuente de oro, entonces jamás, en el nombre de tu Presencia Yo Soy, digas o hagas algo que desaliente a otro acerca de la Luz que puede recibir. En la plenitud del Gran Amor de mi Ser, te otorgo la Verdad, sencilla y auténtica, y que su Magnificencia motive el entendimiento y el conocimiento que significan el Osar, Hacer y Callar».

Cualquier pregunta en tu mente acerca de la autenticidad o existencia del origen de tu enseñanza, únicamente paraliza tu avance y ocasiona que te retrases meses o años en ejecutar aquello que puedes realizar fácilmente en unas cuantas semanas si tienes tu mente libre y en paz.

Yo conozco y siento, puesto que te he elegido, cada uno de tus pensamientos. Es natural que el estudiante crea, por momentos, que sus actos o pensamientos están escondidos y que son ignorados, pero para la Tropa Ascendida no existe acto alguno o pensamiento que les sea desconocido, ya que todo lo que tú piensas o sientes se consigna en el mundo etérico entorno tuyo de una forma tan natural como la nariz de tu rostro.

Por eso jamás cometas el error de pensar que puedes sentir o actuar secretamente. Resulta sencillo ocultar algo del Yo exterior, pero de la Presencia Yo Soy —que es la Tropa Ascendida— jamás sin dificultad. Esto, mi amado estudiante, es lo máximo que me es permitido decir para ayudar a ponerte en guardia. En adelante, no se volverá a hacer alguna referencia complementaria sobre esta cuestión. No olvides que la decisión, si deseas o no continuar adelante, se encuentra dentro de ti.

En este momento te diré algo muy alentador. El único motivo posible por el cual el Rayo Personal de Jesús en aquel tiempo se pudo otorgar a los que se encuentran bajo esta emisión, fue porque siete estudiantes de este grupo fueron testigos hace dos mil años de la Ascensión de Jesús, el Cristo. En ese entonces Él los vio y los reconoció como los ve actualmente, y ahora no sólo está reconociendo, sino dando ayuda.

Así como este Esplendor llega a ustedes, queridos míos, llega a los corazones de aquellos capaces de recibir la Presencia. Muchos que sienten un profundo amor por Jesús o de Jesús, por medio de los canales ortodoxos, gracias a esta Radiación serán despertados a la Presencia de Dios que hay en su interior. Además de esto, la acción conjunta de Jesús con la Tropa Ascendida está extendiendo su manto de amor, paz y Luz sobre la raza humana, siendo esta la época del año cuando se obtiene más fácilmente la atención general.

¡Querido mío! Creerás que es algo inaudito cuando yo digo que los Maestros de Luz y Sabiduría poseen en todas direcciones pasadizos a través de la Tierra, del mismo modo que tú, en la Tierra, tienes carreteras para ir de costa a costa en auto.

No considerarías que esto es algo tan increíble si pudieras entender la estructura atómica de la Tierra, porque los grandes que desde el inicio han ayudado al progreso de la humanidad, únicamente tienen que utilizar determinados Rayos para caminar a través de la Tierra, y sería tan sencillo como cuando tú caminas por el agua; salvo con la diferencia de que ellos dejan detrás de si una abertura, en tanto que si tú caminas a través del agua ésta se cierra detrás y el camino se tapa.

Sucede igual con los Grandes Seres que han hecho brillar para los seres humanos los senderos hacia la Luz. El sendero permanece para que los niños de menos Luz siempre lo puedan localizar y seguirlo. Si ellos en alguna ocasión cometen un error y toman un camino equivocado, tienen la Presencia Yo Soy para encausarlos y llevarlos de nuevo hacia el poder principal, hasta que, del mismo modo, ellos puedan ser Iluminadores y Portadores de la Antorcha del sendero para aquellos que aún tienen que continuar.

«Yo Soy la Poderosa presencia, que jamás se vuelve impaciente o se siente desanimada por los largos períodos durante los cuales los hijos de la Tierra le dan la espalda a la Luz para deleitarse con las actividades de los sentidos exteriores, hasta el día en que se vuelven muy repugnantes para ellos y con su último aliento exclaman: ¡Oh, Sálvame Dios!»

Sólo puedo sonreír cuando me imagino que piensas que soy un anciano gruñón, pero no es así, sino que con el valor preciso debo señalarte las Verdades que hay en tus necesidades, para que de ello obtengas beneficio. Después de todo, en cuanto me conozcas más, no me considerarás ni tan anciano ni tan gruñón.

En tanto sigas haciendo preguntas continuamente, no encontrarás las puertas del conocimiento completamente abiertas.

Si el deseo de la humanidad por alcanzar la Luz es auténtico —lo que determinará si esta actividad autosostenida vale la pena— los Rayos Naturales se volverán perpetuos para la Tierra y serán acumulados en el centro. El mundo está constituido de Tierra, agua y aire. Los Rayos son el Fuego Cósmico interpenetrando estos tres elementos. Los Rayos atraviesan la Tierra donde se suavizan, forman y entretejen el Esplendor Luminoso de la actividad condensada de la Luz.

En un punto al sur del centro del Desierto de Gobi un Rayo penetra en la corteza terrestre, el otro lo hace justamente al oeste del lago Titicaca en la cordillera de Los Andes. Este es el lago más grande de América del Sur y de la Tierra, y siglos atrás fue un lugar de suma importancia.

En la Tierra estos son los dos sitios de Luz más fuertes. Durante cada período una Actividad Cósmica, que no se puede obstaculizar, tiene lugar. Hasta en el más mínimo detalle las granDiosas leyes Cósmicas son precisas y algo como el fracaso o las catástrofes no tiene relación con ellas.

La Gran Presencia Yo Soy es la única cosa que tienes que considerar en tu vida. Vigila y manda tus sentimientos, porque si no, llegará un momento en el sin darte cuenta te atraparán.

Si llega a sucederte algo y tú, que conoces la Ley, te desanimas tendrás que retornar a la Presencia Yo Soy de inmediato y preguntar qué debes hacer; por el contrario, algunas veces logras mantener tan fija tu atención en el desaliento que, incluso, necesitas de un sismo para moverte y desviar tu atención de ahí.

Recibe este decreto: «Ni la vista y el oído tienen que manifestarse, esta tenacidad tiene que abrir paso».

Adopta la posición inquebrantable de que «Yo Soy la Presencia de mi vista y oído perfectos», para remediar esas situaciones. Cada persona debería tomar el decreto «Yo Soy mi vista y mi oído perfectos».

Inicialmente los cuentos de las Mil y una noches procedieron de los Maestros, quienes, para ayudar a los seres humanos, los dieron como Verdad Velada, y aquellos que, gracias a la fe, creyeron en ellos recibieron extraordinarias manifestaciones.

Tiene que haber fe al inicio de estas extraordinarias manifestaciones para poder navegar con la marea hasta que seamos capaces de manifestar la realidad, ya que la Fe es el poder sustentador y si logramos mantenerla formada, se vuelve real.

Cuando entras completamente en su acción siempre están las dos actividades de la Ley: en primer lugar, la condensación, y en segundo, la transformación en éter. Síguelas tranquilamente y no permitas que te entorpezcan el tiempo, lugar o las cosas.

La mente exterior tiene que permanecer serena y firme, la voluntad exterior e interior tienen que hacerse una. En tanto la atención se mantenga firme en ellos con una fuerte determinación, les será revelado más acerca de la Operación Interna, hasta que sean capaces utilizarla conscientemente.

Metafísica 4 en 1

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