Читать книгу Sola ante el León - Simone Arnold-Liebster - Страница 2
ОглавлениеDEDICATORIAS
A mi querido padre porque nos rodeó de tantas atenciones y belleza, nos guió con benigna autoridad, valor ejemplar y sentido del humor, lo que hizo de nuestro hogar un remanso de paz.
A mi apreciada madre porque enseñó y ayudó a crecer a su “pequeña” hasta convertirse en una adulta feliz, consolándola y colmándola de paciente amor maternal.
También a Adolphe Koehl, el mejor amigo de papá, por ayudarnos generosamente a enfrentarnos a nuestra situación y porque su valentía y sentido común han iluminado mi camino.
A mi abnegada tía Eugenie por sacrificar todas sus ganancias y arriesgar su vida por nosotros. Se granjeó mi cariño como una segunda madre.
Tampoco quiero olvidarme de Marcel Sutter, cuya vida me sirvió de ejemplo y me proporcionó aliento. Fue como un hermano, un amigo verdadero.
Debo incluir a Charles Eicher, quien me animó a viajar a Nueva York, me puso en contacto con mi “Liebster” y me introdujo en una nueva vida de provecho y actividad.