Читать книгу Pensamientos - Susana Flomenbaum - Страница 14
Las señales
ОглавлениеCUANDO logramos tener una expansión de la conciencia a través de la meditación, la reflexión y nuestra lectura espiritual de la vida, los milagros que ocurren a diario, y que siempre sucedieron y no los vimos, comenzamos a sentirlos, apreciarlos y tomar lectura de ellos.
Es un milagro despertar por la mañana y respirar profundo, es un milagro ver la puesta del sol, es un milagro la naturaleza toda, pero si estamos atentos ocurren milagros en forma física que debemos comenzar a aprender a leer.
A veces en forma de casualidades, o causalidades.
A veces en forma de una lectura que nos llega de improviso y decimos: me hizo abrir los ojos a veces, contactamos con alguien que justo nos cuenta el desenlace de una historia que no sabíamos cómo continuar.
O una cara que nos es familiar nos sonríe y luego recordamos a alguien que teníamos en el olvido y justo se comunica con nosotros.
A mí me sucedió con mi mascota. Luego de meses de estar luchando juntos con su cáncer, luego de su partida, y de sentir que nunca iba a poder entrar a mi casa sin sentir que él estaba presente, exactamente a los dos días, voy por la calle y encuentro un Golden igual al mío, sin collar, asustado y que parecía perdido, rápidamente me acerqué y lo comencé a acariciar, y calmarlo, se veía bien cuidado o sea que estaba perdido. Yo pensaba: ¡no puede estar pasándome esto a mí!, se empezó a juntar gente y comentábamos qué se hacía, yo dije: si tuviera un collar me lo llevo y lo publico en las redes sociales del barrio, de alguien debe ser, al rato salió una señora de una peluquería y dijo: es de acá, la dueña lo deja suelto cuando va a comprar pero se ve que él no la vio, se llama COLO, mi perro se llamaba ROKKO, y era igualito. Tuve la oportunidad de acariciar a este animal y calmarlo, pero al irme pensé: es una señal. Cómo puedo interpretarla, el universo me está mostrando que ROKKO ahora es libre, anda suelto, no tiene dolores, está sano y cuidado, y yo pude acariciarlo.
Créase o no, estas cosas ocurren, podemos decir bah, pura casualidad, o ignorarlo, pero a mí ese encuentro me dio paz, y si algo que sucede de esta u otra manera te hace sentir un bienestar, es una señal.