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Barcelona de Noche
ОглавлениеFue el local de transformismo más emblemático de la Ciudad Condal, toda una institución por la que pasaron numerosos artistas, con destacadas vedetes y admirados showmans.
La sala abre sus puertas en 1936, destinada principalmente a espectáculos de flamenco. No es hasta principios de los años setenta cuando cambia de tercio y se decanta por los números de travestismo, en manos de unos nuevos dueños que ya habían probado la fórmula en el cabaret Gambrinus. Es entonces cuando empiezan a representarse espectáculos como Noches de Otoño; Delirio de estrellas; Happy 73; Loco, loco, cabaret; Azulísimo; Gay Story; Corbatas y ligas, y Nosotras. La mayoría de ellos estuvieron encabezados por Dolly Van Doll, Madame Arthur, Pierrot y Pavlovsky, que permanecieron durante largas temporadas en aquellos primeros años de reconversión. También pasaron por allí, como vedetes, Christa Leem, Bibiana Fernández, Yeda Brown y Coccinelle, todas de manera puntual. Hay que señalar que en Barcelona de Noche cogieron tablas artistas que triunfarían posteriormente fuera de allí: Paco España y Elianne, que cosecharían sus éxitos mayormente en Madrid, o Violeta la Burra, que tras ocho años en la sala alcanzaría notoriedad en el cabaret Whisky Twist. Alfredo Kier y Pirondello fueron dos de los presentadores destacados y Christine ascendió hasta convertirse en primera vedete. Sylvan’s, Bianca Fox, Nicol, Samantha y Mimí Pompón también se cuentan entre los nombres propios que formaron parte de los exitosos espectáculos en la etapa de la Transición.
Durante los años ochenta, el local cambió de propietarios en diversas ocasiones y acogió espectáculos que llevaban por título Tapias Street, Locas de amor, Señoras y caballeros, Recuerdos, Las tretas de Ana, Un desplume diferente y E.L.L.A.S, entre otros. Ana Lúpez, además de ejercer de empresaria, se alzó como la vedete principal de dicha década, acompañada en el elenco por Yani Forner, Patrick, Manel Dalgó, Jaiza, África y otros artistas. Pirondello y Pierrot regresaron durante aquellos años para hacer las veces de maestros de ceremonias, al igual que Madame Arthur y Christa Leem, que volvieron a subirse a este escenario de manera más puntual. Alberto Aurenti destacó como showman en los últimos años. La sala ofrecía dos espectáculos distintos a lo largo de la noche, y fue el decorado de multitud de películas y series rodadas en Cataluña.
Un plan de reforma en el barrio del Raval, en vistas a modernizar la ciudad para albergar los Juegos Olímpicos de 1992, llevó a la mítica sala a su fin, coincidiendo con el inicio del declive de un género que tantas alegrías había dado a un público entregado años atrás. El 16 de septiembre de 1990, Barcelona de Noche cerró sus puertas, dejando para siempre el testimonio de quienes pisaron con garbo sus tablas.