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II. LAS EXPLICACIONES MARXISTAS DEL FUNCIONAMIENTO DE LA ECONOMÍA MERCANTIL
ОглавлениеEl principio básico del enfoque propuesto por Marx para hablar de la economía mercantil o de la mercancía es la dualidad heredada de la economía clásica entre los conceptos de valor de uso y el de valor de cambio, pero cambiando el significado del segundo término, en el sentido de hacerlo depender de un valor previo al valor de cambio. El texto siguiente es claro:
Cuando hablamos de la mercancía como materialización del trabajo —en el sentido del valor de cambio— nos referimos a una existencia puramente figurada, es decir, una existencia puramente social de la mercancía, que nada tiene que ver con su realidad corpórea; nos la representamos como una determinada cantidad de trabajo social o de dinero. (Marx, 1980a, p. 155).
Esto significa que la mercancía debe definirse como un objeto donde se reúnen dos aspectos, uno material y otro social. Respecto al aspecto material, no existe dificultad; se trata de las propiedades físicas del objeto producido que lo definen como un objeto material diferente de los otros y útil para satisfacer determinadas necesidades de consumo, las cuales Marx siempre va a considerar como dadas4. Por el contrario, el componente social de la mercancía, el que está definido por el concepto renovado de valor de cambio, es el que es difícil de precisar, ya que se ha prestado a confusión. Marx al comienzo de El capital nos dice que los valores de cambio o precios de las mercancías se presentan en algunos economistas anteriores a él como algo relativo y contingente, “como relación cuantitativa, proporción en que se intercambia valor de uso de una clase por valor de uso de otra clase, una relación que se modifica continuamente según el tiempo y lugar” (Marx, 1975, p. 45). Vemos aquí, primero, una mención a los precios como proporción entre bienes, a sus precios relativos; segundo, se refiere al carácter contingente entendiendo que “el valor de cambio inmanente, intrínseco a la mercancía sería una contradictio in adiecto” (Marx, 1975 p. 45). Marx piensa que aceptar la relación contingente entre mercancías haría pensar que no habría magnitud inmanente de valor regulatoria, sino precios (proporciones) accidentalmente puestos por los mercados a causa de circunstancias transitorias. Contra esta visión insistirá entonces en que el tratamiento del valor intrínseco es la manera con la que se debe explicar que los bienes generados en una economía descentralizada (producción privada) no tengan las mismas propiedades que los bienes en una economía no mercantil5. La búsqueda o la clarificación de esta magnitud inmanente (lo que va muchas veces se denominará sustancia del valor de las mercancías o valores absolutos) nos parece ser el centro y la originalidad de la reflexión económica inicial de Marx6.
Si bien el texto arriba citado parece afirmar que cantidad de trabajo o dinero son sinónimos como expresiones del componente social de las mercancías, el llamado valor intrínseco, una lectura crítica de las exposiciones marxistas de la economía simple permite establecer que allí encontramos en realidad dos enfoques distintos, aunque entrelazados en la exposición de Marx: el enfoque del valor absoluto como unidades de trabajo abstracto y el enfoque del valor absoluto como cantidades de dinero.