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Notas de crítica literaria antigua
ОглавлениеEn los textos que se ofrecen al lector en este volumen se emiten con frecuencia juicios de valor sobre autores y su producción.
La crítica se hace de los autores en función de sus obras, y de las obras en función de los autores. Abundan, por tanto, verbos, sustantivos y adjetivos pertenecientes a una terminología técnica bastante precisa.
Los criterios se basan en las exigencias retóricas de la escuela (elegantia «selección» y «claridad», perspicuitas «transparencia»), y no siempre coinciden con los actuales. Se han intentado resolver los problemas de traducción que ello ocasiona, dando, siempre que el contexto lo permita, la misma versión al mismo término. Parece oportuno, pues, brindar unas indicaciones sobre esta problemática; llamamos la atención sobre los términos más importantes y las esferas en que se sitúan.
El objeto de estas notas, con que hemos considerado necesario completar la parte general de nuestra introducción, es ayudar a la comprensión de estos textos y facilitar la lectura de otros análogos. Para mayor claridad se señalan, a veces, las equivalencias o valores más frecuentes, en forma selectiva.
Tenemos, por un lado, verbos alusivos a la actividad que desarrolla el escritor. Merecen destacarse en primer lugar términos genéricos: componere, elaborare, formare , a los que corresponden metafóricamente ludere , propiamente «hacer ensayos»; fingere «modelar»; cudere «forjar»; y con notas más precisas: ornare, emendare, corrigere . Asimismo, a los distintos géneros se refieren términos específicos: a la épica canere , y metafóricamente tonare ; a la poesía, modulare, flectere «plegar versos a la melodía», uiere «trenzar»; a la historia, texere ; a la oratoria corresponde también una serie propia: accusare, coarguere y contradicere «contraargumentar». Por último, dentro de las actividades del gramático vemos aparecer: interpretare, praelegere «comentar», adnotare y distinguere «puntuar».
Para designar la obra se emplean a menudo también términos genéricos o específicos. Entre aquéllos aparecen con frecuencia: opusculum, scriptum, textus, liber/libellus, tomus, uolumen ; específicos son, por ejemplo: fabula «tragedia, comedia», ecloga, satira, sermones , que Suetonio usa con el sentido general de «composición poética»; tractatus, commentarius , etc.
Los elementos constituyentes de la obra se describen, naturalmente, como res (frente a uerba y su campo), materia, argumentum .
La valoración crítica propiamente dicha, iudicium , se ejerce fundamentalmente mediante adjetivos (esporádicamente en correlación con sustantivos y adverbios). Referidos a la obra se establece una distinción entre rasgos positivos, uirtutes , y rasgos negativos, uitia . Como criterios se aducen: el cuidado en la ejecución: accuratus, limatus , frente a mendosus ; la concisión: breuis , frente a longus, prolixus, superfluus ; la claridad: apertus, clarus, nitidus, proprius , frente a latens, obscurus, sordidus .
Si a la claridad se añade la pureza de lenguaje (latinitas, puritas) , la obra es elegans . A la abundancia de elementos exornativos hacen referencia: florens, uarius . Su exceso se convierte en defecto: adfectatio (cacozelia) . Al plano fónico corresponden: sonorus, iucundus, dulcis , frente a durus y acerbus .
Si la conformación de la obra responde a su objetivo es utilis . La calificación global de la producción literaria abarca, como es sabido, tres categorías: el tono elevado, marcado con grandis, augustus, illustris, solemnis, sublimis , y en Suetonio, además, coturnatus y fortis . Cuando este tono no se logra, aunque se pretenda, hallamos tumidus, tumens, inflatus y hordearius «de cebada», esto es, «inflado como el pan de cebada» (Gramm ., 26). El tono medio se califica de mediocris . El tono llano es subtilis, tenuis, exilis .
Tomando en cuenta todos los elementos se llega, por un lado a la valoración conjunta de la obra como pulcher, egregius, insignis, praecipuus, praeclarus , o por el contrario leuis, uilis . Y por otro, a establecer un juicio global sobre el autor, pues se trata de una crítica literaria que tiene como base la historia literaria. Encontramos estas series: por su calidad eximius, egregius, insignis ; en cuanto a su natural (ingenium): acer, ardens, feruens, uehemens, dicax ; por lo que hace a su formación: doctus, eruditus , o bien, indoctus, ineruditus , así como sciens, scholasticus , o bien, rudis ; en cuanto a su dominio del lenguaje: eloquens, facundus, disertus . Finalmente en cuanto a la fama: celeber, clarus, illustris , o por el contrario ignobilis , lo que viene a constituir el resumen final del juicio crítico.
1 Sería la primera obra (aunque hay un título anterior Sobre poetas y músicos de Glauco de Regio) con dos marcas que serán características del género: el tratamiento colectivo y la ordenación cronológica.
2 El nacimiento de la biografía peripatética en el contacto de la investigación analítica sobre el individuo y la historia de las ciencias, es la tesis de F. LEO , Die griechisch-römischen Biographie nach ihrer literarischen Form, Leipzig, 1901, que sentó las bases de los acercamientos posteriores al tema (citaremos en lo sucesivo: LEO , Die griechisch…) .
3 Sobre la temprana defección del espíritu aristotélico v. la justificación legendaria en PLUTARCO , Sila 26 y ESTRABÓN 13, 54; F. WEHRLI , Die Schule des Aristoteles X, Basilea, 1959, pág. 95 ss. (citada a partir de aquí WEHRLI , Die Schule…) .
4 ARISTOX . Fragm . 25-30, 33 (WEHRLI , Die Schule… II, 1945).
5 V. el origen de las leyendas de Safo, Simónides, Lasos en LEO , Die griechisch…, 105 y ss. y WEHRLI , Die Schule… IX y X.
6 Cf. PLUTARCO , Alejandro 1, Nicias 1.1, Galba 2.3; ya Nepote conocía «por la escuela» que el Bíos estaba regido por leyes de composición y fondo distintas a las de la Historia, v. Prólogo y Pelópidas 1, 1.
7 V. A. GUDEMAN , «Satyrus», Pauly-Wissowa II A 1 (1921), col. 229 ss. Los interlocutores se limitan a engarzar (en un estilo muy cuidado) anécdotas, dichos, etc. apelando como única fuente a su memoria («dicen»…) y buscando —sin ningún afán crítico— confirmación en los versos del trágico y de la Comedia (citados profusamente); acompañan reflexiones morales, o filosóficas; del escritor como tal, sólo sus innovaciones escénicas y su método de trabajo.
8 También el título general Vidas de los que brillaron en la cultura; pero el tratamiento, ameno y plagado de falsedades, lo acerca a los peripatéticos.
9 Según revelan series de títulos complementarios: Hazañas de reyes y Vidas de hombres ilustres (contiene la Crónica de Apolodoro), Vid. de hom. ilust . y Sucesión de filósofos (obras de Jasón el alejandrino); este último responde a la forma peculiar que también ahora adoptan las colecciones de filósofos por obra de Sotión (y deriva en ejemplares como el de Diógenes Laercio); se diferencia de los De uir. illustr . por el engarce (diadochḗ = sucesión legítima) de maestros y discípulos que va ensartando los esbozos biográficos.
10 GELIO , XIII 2.1 y XV 20.
11 Precedente del género que cultivó a mitad del s. I a. C. Demetrio de Magnesia, por mediación del cual la lista de homónimos se hizo apartado corriente en las biografías (cf. pág. 82).
12 Se trata de coordinar fechas de varios personajes entre sí y (o) con efemérides históricas; muy famoso es el de los trágicos griegos con la batalla de Salamina: véase F. JACOBY , Fragm. Gr. Hist . 244, 35 y coment. Cf. págs. 86 y 153.
13 Cf. pág. 33.
14 Sobre los dos primeros y Plauto trabajó Elio Estilón (v. página 42); sobre historia y cronología teatral, Accio (Didascalia y Pragmatica); a la tercera cuestión se refieren los trocaicos de P. Licinio (GELIO , XVII 21, 45), que también trató coetáneos (v. pág. 76), y queda un canon de comediógrafos en el De poetis de Volcacio Sedígito (v. página 81): la forma versificada y el tono de sátira política en los dos últimos son, sin embargo, rasgos romanos a relacionar con la obra coetánea de Lucilio.
15 V. GELIO , III 3, 1-2.
16 Por ejemplo, para los inicios de Plauto en una tahona halla la clave en la locución arcaica molae trusatiles que Varrón habría leído en una de las comedias citadas por GELIO , III 3, 14 (pasaje donde apoya toda su tesis): «Varrón y muchos otros dejaron escrito que Plauto había compuesto el Saturion y el Addictus en un molino. Pues ocurrió que, después de perder todo el dinero que había ganado como actor, tuvo que buscar medio de vida y se colocó con un panadero para hacer girar los molinos que llama trusatiles (de mano)»; cf. pág. 106.
17 Cada sección reunía un libro de griegos y otro de romanos. Los «bárbaros» (Aníbal, Damastes, etc.) parece que fueron añadidos en la segunda edición.
18 Véase el epílogo del libro sobre los generales no romanos único conservado junto a las vidas sueltas de Ático y Catón el Viejo (tratados como historiadores).
19 Véase LEO , Die griechisch… cap. 10 y Edna JENKINSON , Latin Biography, Nueva York, 1967, págs. 6 y sigs.
20 Lugares de contenido y forma que son meras recetas retóricas en E. NORDEN , Die antike Kunstprosa I, 5.a ed., Stuttgart, 1958, páginas 205 y sigs.
21 Sólo en QUINT ., XII 10, 16, hay otra cita con la opinión de Santra sobre el origen de la división aticistas/asiánicos, apta para figurar en el apartado sobre oratoria, dentro de un De uiris illustribus .
22 Véase pág. 57; en Servio y Gelio hay referencias a un comentario sobre Virgilio.
23 Véanse págs. 147 y sigs.