Читать книгу El laberinto de la vida - Agustin Delgado - Страница 10
El cantico de un marinero
ОглавлениеVil serpiente que domina las mareas
Descansa en ti la absoluta belleza
Con fuerte tridente que controla las olas
A dulce marinero que su cantico lo consola.
El faro ilumina el sendero revelado
En ti se ilustra la perversidad de tal acto
Y aunque mi mente me advierta de tal sentencia
Corro hasta el muelle para conocerla.
Extraña criatura de cola larga
Parece que bailas como pez en el agua
Moviendo tus caderas muñeca de porcelana
Atraes a todo marinero cuyo cantico nunca salva.
Estúpida violencia de escamas lastimadas
Ignorantes pueblerinos que afilaron sus lanzas
Lanzaron arpones sin la duda a su lado
Lastimaron a una doncella que vive nadando.
Sera Dios el culpable de tal castigo
O será nuestra por hacerte mito
Tus dulces ojos color avellana
Atrapa a todo marinero bajo tus garras.
En tierra firme no existe decencia
Es el océano donde existe tu inocencia
Porque tal vil hombre que te ha lastimado
Expreso mis penas con este cantico.
Y mientras el sol abraza comienza la mañana
Una vez más caí en tus patrañas
Tal torpe marinero el cual nadie escucha
Caigo a lo profundo donde no hay ayuda.
Como simple marinero finalizo mis días
Ahogado en un cantico que trae alegría
De una bella mujer de escamas brillantes
Que hipnotiza a todo hombre con solo nombrarle.
Un apasionado hombre conto una historia. Sobre un afortunado que conocía a una sirena en una de sus tantas odiseas. Pero parte mito, parte leyenda la tripulación entera arrojo al hombre afuera del barco, dejándolo solo en un océano tan ancho. Cuentan los relatos, por los barcos que pasan, que aún se escucha el cantico de un alma desafortunada que aun narra la historia de cómo conoció a una bella dama.