Читать книгу El laberinto de la vida - Agustin Delgado - Страница 11
El cruzado
ОглавлениеValiente hombre que Dios porta en la gloria
A ti cuya cruzada hizo historia
Rodeado de enemigos que desean la victoria
Pudiste vencerlos con euforia.
Nacimiento religioso
Cautivado por una vela
El bautismo es lo primero
Pero la religión no prospera.
Es mirar detrás de una niebla
No miran por debajo del casco
Ahí descansa un hombre
Y todo lo que ha dejado.
Afuera del campo de batalla
Donde descansa el enemigo
Afilas tu lanza
Se aproxima el destino.
Oh dama cuyos brazos me atrapan
Defiende al hombre y su cruzada
Ya que gran soldado que porta la bandera
A ruin perverso causa miseria.
Porque mujer hermosa que danza en los prados
Salvo a un hombre de ser cruzado
Rodeado de besos y acaricias
Aparto a ese hombre de la avaricia.
Con principios y reglas
Defenderé mi bandera
Como cruzado portare la insignia
No importa que la muerte me persiga.
Porque tal es el humano
Que por descaro falla al código
Y el resto de nosotros lo perdamos
Como si su error fuese otro.
Juntos luchamos bebemos y soñamos
Bajo una bandera que flamea a lo alto
Descansa el alma
De un valiente cruzado.
Y escúchame bien demonio inoportuno
Cual misión es romper el ciclo
Es faltar al código
Darle fin a mis principios.
Es mi alma al rojo vivo
Fuego que perdura y no está maldito
Al cielo azul grande en lo alto
Descansa el gran cruzado.
Y aunque sean miles
Que me lleven la contra
Que critiquen mi reino
Cuestionen la corona.
Presentare batalla junto a mi cruzada
Seremos el final de una balada
El mito de una leyenda
La definición de una vida eterna.
Salve Dios al gran cruzado, que porto la gloria y cargo la muerte en sus brazos. A fin de odisea y de vida venidera, dejas atrás lo que consideras belleza. Porque mujer perfecta que existe en los campos, es la vida que te ha perdonado. Pero amas la guerra, la violencia que genera, prefieres ir al campo, luchar bajo tu bandera. No miras el casco, y respetas la corona, solo ves los ojos de otra persona. Y aunque tus principios sean dorados, no dejes que la historia manche el nombre de todo buen cruzado.