Читать книгу Guia para vender más con videos - Ariel Carlos Fiminela - Страница 12
ОглавлениеTransmitir emociones con imágenes podríamos decir que no comenzó a realizarse hace tanto tiempo y que su desarrollo fue imparable. Antes de pasar a lo que nos interesa y compartir datos, tips y que nos pongamos a “charlar” sobre el video, dejame contarte de manera muy breve un poco de historia y cómo llegamos hasta acá.
Hace muy poco –para ser más exactos, el 14 de octubre de 2019–, Google dedicó su Doodle a Joseph-Antoine Ferdinand Plateau, un físico clave en el origen del cine. En esa fecha, se cumplían 218 años de su nacimiento en Bruselas.
Plateau fue uno de los científicos más importantes de su época, y dedicó su vida a investigar la percepción visual. Creó un aparato que se llamaba fenaquistiscopio (¡te desafío a que lo recuerdes al finalizar de leer el libro!), a través del cual logró demostrar la manera en la que se forman las imágenes en la retina, que fue crucial para la invención futura del cine. Este dispositivo, creado en 1832, permitió por primera vez reproducir una imagen en movimiento. Estaba conformado por dos discos que giraban en direcciones contrarias; uno de ellos, lleno de pequeñas ventanas separadas en un círculo, y el otro, con una serie de imágenes de una bailarina (ese fue el primer diseño; luego hizo muchos más). Al girar ambos discos, las imágenes se fusionaban, y así creaban la ilusión de movimiento del personaje o del objeto impreso. ¡El resultado es lo más parecido a un pequeño gif!
Ahora vamos a saltearnos un par de años hasta encontrarnos con Eadweard Muybridge, un fotógrafo inglés, que en 1878 realizó un experimento que se llamó “El caballo en movimiento”. En él se propuso analizar el galope de un caballo y dar fin a un debate de la época: ver en detenimiento si, en su galope, el caballo despegaba todos los cascos del suelo. Lo que hizo, entonces, fue fotografiar con distintas cámaras toda la secuencia del galope utilizando para esto un jinete y un caballo como “modelos”. Esta secuencia de fotografías, puestas una tras otra, asombraba en ese momento al mundo al lograr el efecto de una imagen en movimiento. Esta vez no era un dibujo, sino una imagen real.
En 1889, Thomas Edison inventó el kinetoscopio, un sistema que significaba un salto enorme en cuanto a calidad técnica y concepto. La “caja” reproducía imágenes en movimiento, pero tenía una limitación: solo una persona por vez podía mirar a través de un visor y ver la “película”. En esa época, había salas exclusivas en las que funcionaba el sistema en algunos sitios de Estados Unidos, a cambio de pocos centavos. Entre 1892 y 1895, los hermanos franceses Lumière crearon, ahora sí, el cinematógrafo, un hábil diseño que combinaba otros inventos ya existentes, y que dio origen al cine. Este invento capturaba imágenes, pero, a diferencia del kinetoscopio de Edison, las proyectaba y así daba la ilusión de movimiento y brindaba una experiencia colectiva. Ahora sí iba tomando forma. Muchas personas a la vez podían disfrutar una película. Era un concepto totalmente nuevo.
Los hermanos Lumière empezaron a crear sus primeras películas, que solían ser de un minuto de duración (¡justo para Instagram, ja!). El cine estaba comenzando y, junto con él, una gran cantidad de historias, un nuevo arte que se asomaba para protagonizar el nuevo siglo y también, una nueva forma de hacer publicidad.
Y hablando de publicidad, como era de esperarse, las marcas no tardaron en aprovechar el furor del cine para emitir los primeros comerciales y llegar al público. La imagen en movimiento era una revolución, y comenzó a evolucionar sin parar hasta hoy.
A mediados del siglo XX, se sumó la televisión, que ganó protagonismo, y los comerciales emitidos a través de ella lograban cada vez más efectividad que los spots que se emitían en la radio (el medio masivo por excelencia de la época).
Saltando muchos (o muchísimos) años más, con el nuevo milenio –más precisamente, en el año 2005– nace YouTube, y todo el mundo audiovisual vuelve a revolucionarse. Las marcas comenzaron a tomar en cuenta esta plataforma para publicitar sus productos y servicios a través de adaptaciones de los comerciales que estaban rotando en televisión.
Varios años más tarde, el mundo empieza a conocer redes sociales que tendrían un éxito impensado y lo cambiarían todo: Facebook, Instagram, Twitter... Estas plataformas y tantas más notaron el potencial audiovisual en YouTube y no tardaron en incorporar opciones para subir y consumir videos.
Las ventanas se abrieron de par en par para que todas las marcas pudieran mostrarse al mundo. Incluso, fue mucho más fácil para las pequeñas empresas competir contra gigantes como Coca-Cola o McDonald’s, puesto que en internet hay lugar para todos. Tener dinero es importante, sí, pero cuántos anuncios creativos hemos visto que, con muy poco presupuesto, se hicieron virales y llegaron a miles y miles de personas, solo con creatividad.
Muchas personas se animaron a ponerse frente a una cámara y, desde el living de su casa, tuvieron la posibilidad de hacerse famosas o reconocidas por una comunidad de seguidores. Los quince minutos de fama que todos tendrían, según Andy Warhol, ya no eran ciencia ficción. Algunos vloggers o youtubers crecieron tanto que facturan actualmente millones de dólares gracias a internet, incluso sin llegar a la mayoría de edad (ni hablar, los gamers...). ¡Cómo me gustaría que los hermanos Lumière hubieran visto todo esto!
Pero esta historia no termina acá. Tal vez esté comenzando o, más bien, siga evolucionando sin parar. Los videos e internet son una herramienta muy poderosa que está al alcance de tu mano –literalmente– si es que tenés un smartphone cerca (comparo nuevamente el cinematógrafo y el teléfono celular y me parece increíble).
Ahora sí, te propongo que abras tu mente para recibir nuevas ideas y utilizar el video a tu favor. El objetivo de este libro es que, a medida que avances, puedas pensar en nuevas formas de publicitar tus productos o servicios; conocer más sobre esta herramienta que empezó a sonar por todos lados, video marketing, y que aprendas a utilizar estos tips para conectarte con tu público y tu comunidad.