Читать книгу Banquete de los eruditos. Libros I-II - Ateneo - Страница 5

INTRODUCCIÓN 1. DATOS BIOGRÁFICOS

Оглавление

Sobre la vida de Ateneo sabemos muy poca cosa. La Suda , que suele ser nuestra mejor fuente de información en estos casos, se limita a decir que procedía de Náucratis, que era un «gramático», que viene a ser lo que nosotros llamaríamos un erudito, y que vivió 1 en tiempos del emperador Marco Aurelio (cuyo gobierno se extiende entre el 161 y el 180 d. C.). En definitiva, apenas nos aporta nada que no pueda deducirse de la lectura del propio Banquete de los eruditos .

Son varias las ocasiones en que el autor se refiere a Náucratis como su patria 2 . Se trata de una ciudad del Bajo Egipto, situada en el brazo canópico del Nilo, pero con una larguísima tradición de cultura helénica. En efecto, los griegos ya se servían de ella como base comercial a finales del s. VII a. C., y parece que en el 570 a. C. el rey Amasis les otorgó concesiones especiales para que pudieran utilizarla como puerto mercante. De este modo, desde el siglo VI a. C., Náucratis se convirtió en el principal enclave griego en territorio egipcio, y en el centro de las relaciones entre ambas culturas. El florecimiento comercial de la ciudad se mantuvo durante toda la época clásica, pero en el helenismo cedió terreno ante Alejandría. Su decadencia continuó en el período romano, en el que se le permitió como privilegio mantener su constitución griega. Ésta era la cuna de Ateneo: una ciudad griega en suelo egipcio, con un pasado de esplendor económico y cultural, y que se había convertido en parte del Imperio Romano. Náucratis fue patria de otros intelectuales destacados y contemporáneos de Ateneo, en concreto Proclo el maestro de Filóstrato, Julio Pólux el lexicógrafo, Ptolomeo el rétor, y un tal Apolonio del que nos habla Filóstrato 3 ; seguramente el florecimiento de todas estas figuras más o menos por la misma época no fue casual. De todos modos, Ateneo no parece haber guardado muy buenas relaciones con la mayoría de sus compatriotas, especialmente con Pólux, del que lo separaban motivos culturales 4 y sobre todo políticos, ya que el lexicógrafo gozaba del favor del emperador Cómodo, mientras que, como veremos, Ateneo se sitúa en el bando opositor a éste. La hostilidad que el autor manifiesta continuamente contra Atenas (y que contrasta, en cambio, con su filorromanismo) tiene posiblemente también que ver con el hecho de que los otros naucratitas ilustres desarrollasen su actividad en dicha ciudad, mientras que Ateneo, que careció de reconocimiento oficial, se movió más bien en la órbita romana 5 .

Del linaje de Ateneo, así como de las fechas de su nacimiento y muerte, no sabemos nada. Tampoco es posible precisar el momento de composición del Banquete de los eruditos , aunque pueden intentarse algunas aproximaciones. El término post quem nos lo proporciona la mención que se hace en XII 537 F del emperador Cómodo, sucesor de Marco Aurelio, que reinó entre el 180 y el 192. Ateneo se refiere a él como contemporáneo, aunque sus palabras, que incluyen un juicio negativo hacia la persona de Cómodo, inducen a pensar que éste ya ha fallecido en el momento en que se escribe o publica la obra. En I 20 C se alude también como contemporáneo a Menfis el bailarín, del que tenemos noticias por la Historia augusta 6 , y que fue muerto por orden del mismo Cómodo en el año 189 o 190. Con estos datos encajan igualmente en primer lugar la cronología de Galeno (muerto en los primeros años del s. III a. C.), que aparece como uno de los personajes del banquete 7 ; en segundo lugar, la vinculación de Larensio, el anfitrión, con Marco Aurelio 8 ; y, finalmente, la noticia de la Suda , que centra la vida de Ateneo en el reinado de este mismo emperador. Vemos, por tanto, que todos los indicios cronológicos apuntan a la época de los Antoninos. Las referencias culturales más recientes de la obra pertenecen así mismo a la época de Adriano y los Antoninos. En cambio, hay una ausencia total de datos cronológicos del período Severo. Por consiguiente, la juventud de Ateneo debió de coincidir con el reinado del emperador Adriano, del que tiene un juicio altamente positivo, y a cuyos tiempos se refiere siempre con nostalgia; en contraposición con ello está el desdén que el autor muestra por la situación política de su madurez, momento que se corresponde con la composición de la obra. Lo más probable es que ésta se escribiera tras la muerte de Cómodo, aunque es de suponer que no mucho después, seguramente en el reinado de Septimio Severo (años 193-211). Incluso cabría circunscribir la datación de la obra al período que va del año 192, en que muere Cómodo, al 195, durante el que está en vigor la damnatio memoriae decretada contra él por el Senado, antes de que Septimio Severo lo rehabilitara 9 .

De acuerdo con todo lo dicho, debe descartarse para el Banquete de los eruditos una fecha de composición más tardía (concretamente posterior al año 228, en el reinado de Alejandro Severo), como defendieron en su día una serie de autores, entre los que se encuentran los últimos editores de la obra: Schweighäuser, Kaibel y Desrousseaux 10 . Esta hipótesis se basa en la identificación de uno de los personajes, Ulpiano de Tiro (del que Ateneo dice en XV 686 C que falleció a los pocos días de la celebración del banquete), con un célebre jurista, Domicio Ulpiano, cuya muerte se creía que había tenido lugar en ese año, aunque hoy se fija en el 223 11 . Sin embargo dicha identificación (propuesta por Schweighäuser) es problemática debido a varios motivos. Por una parte, nos obliga a situarnos más de veinte años después de la muerte de esos otros personajes que Ateneo menciona como contemporáneos, lo cual parece demasiado tiempo. Además, es del todo imposible que Galeno y Ulpiano el jurista estuvieran cenando juntos en el 223; recurrir al expediente de que Ateneo mezcla personas de épocas diversas, como hacen Platón y Jenofonte, no resulta una explicación aceptable, a la vista de la crítica a este procedimiento que hace el propio autor en V 215 D. Por otro lado, la muerte violenta del jurista (que fue asesinado por los pretorianos, según Dión Casio 12 ), se contradice con el plácido fallecimiento que Ateneo atribuye a su Ulpiano. Mucho más plausible resulta la propuesta de Dittenberger 13 , aceptada también por C. B. Gulick 14 , y luego desarrollada por B. Baldwin 15 , que ve en el citado personaje no a Ulpiano el jurista, sino a su padre, al que podemos situar como contemporáneo de Galeno y las otras figuras históricas aludidas. Además, y también por cuestiones cronológicas, a este Ulpiano senior le cuadra mejor que a su hijo la afirmación que hace en XV 677 B de haber conocido al poeta Pancrates, de época de Adriano.

En otro orden de cosas, teniendo en cuenta los intereses culturales de Ateneo y su origen egipcio, lo más probable es que haya visitado Alejandría, donde la gran Biblioteca adscrita al Museo seguía funcionando como centro cultural y de estudio de primera magnitud 16 , y donde el comercio del libro tenía su sede principal. De hecho el autor parece considerar la capital de Egipto como una especie de «patria espiritual», cuando en XII 541 A se refiere a sus habitantes como «mis alejandrinos».

También se piensa que, como muchos otros intelectuales y poetas en lengua griega de su época, Ateneo se trasladó en algún momento a Roma. Era lógico que los eruditos como él se sintieran atraídos por la capital del Imperio, donde tenían la oportunidad de encontrar el apoyo de algún romano influyente, y donde existían buenas bibliotecas. El hecho de que la acción del Banquete , en el que el propio Ateneo toma parte, se sitúe en Roma, abona esta teoría, que se ve apoyada así mismo por el conocimiento que demuestra el autor de las costumbres romanas contemporáneas. Parece igualmente probable que Ateneo contara con el patronazgo de P. Livio Larense, al que se identifica con el personaje de Larensio, el anfitrión del banquete. La crítica que hace Ateneo de Cómodo y sus pretensiones teocráticas coinciden con las ideas políticas de Larensio, de quien sabemos por la Historia Augusta 17 que se encontraba entre los partidarios de Pértinax, y disentía de la política de Cómodo.

Poco más puede decirse de la vida de Ateneo, salvo que al menos escribió, que sepamos, otras dos obras de géneros diversos, citadas por él mismo en el Banquete de los eruditos: un tratado histórico titulado Sobre los reyes de Siria (mencionado en V 211 A), y una monografía en la que comentaba un pasaje de la comedia Los peces de Arquipo (citado en VII 329 C).

Banquete de los eruditos. Libros I-II

Подняться наверх