Читать книгу 1.927: Un verano que cambió el mundo - Bill Bryson - Страница 15
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EL CRÍO
Era más famoso que el presidente. Una vez, volviendo del norte, paramos en un pueblo de Illinois; no había estación, solo un apeadero. Eran casi las diez de la noche y llovía a cántaros. El tren se detuvo diez minutos para cambiar el agua o algo así. En ese pueblo no debía de haber más de cinco mil personas, y os aseguro que había cuatro mil de esas personas ahí plantadas bajo la lluvia, esperando a ver a Babe Ruth.
RICHARDS VIDMER,
periodista deportivo del New York Times