Читать книгу También puedes decir "no" - Carmen Pastor - Страница 19
El aprendizaje instantáneo
ОглавлениеAunque nuestro yo social, como hemos visto, es el resultado de un proceso largo y sostenido en el tiempo, a veces se puede aprender instantáneamente. Beatriz, de 15 años de edad, era una joven que afrontaba su vida social con desparpajo y soltura. Hace unos meses tuvo que presentar un trabajo en clase. No tenía experiencia formal hablando en público, pero tampoco le preocupaba demasiado. Sin embargo, ese día algo extraño sucedió. En cuanto notó la mirada de todos sus compañeros y su profesor centrada en ella y esperando oír sus palabras, la ansiedad se disparó en su interior. Su corazón latía deprisa, tenía calor, notaba sensaciones en el estómago y la boca se le secó de tal manera que apenas podía hablar. Aún peor estaba su mente, como bloqueada, incapaz de recordar el discurso que había preparado. Su presentación acabó siendo una lectura titubeante de las diapositivas que tenía preparadas. Se sintió enormemente avergonzada y culpable, y aún fue a peor en los siguientes días. Desde ese momento, Beatriz ha cambiado. Aunque ninguno de sus compañeros pareció darle demasiada importancia, a ella le afecta día a día, especialmente a la hora de hablar. Si es una conversación de tú a tú, la maneja bien, pero incluso en pequeño grupo le cuesta mucho hablar. Cuando piensa en decir algo, una ansiedad muy parecida a la que sintió el día del desastre se adueña de ella y solo la puede parar si desiste en su deseo de hablar. Beatriz ha sido víctima del aprendizaje instantáneo.
Si en una situación que originalmente era neutra o que incluso provocaba emociones agradables, sufrimos un importante acceso de ansiedad, puede ocurrir que unamos la situación a ese malestar y que a partir de ese momento, al sumergirnos en esa situación, aparezca la ansiedad de forma automática. Este fenómeno de aprendizaje instantáneo es muy potente, porque tiene un fuerte valor de supervivencia. Cuando, en la prehistoria, un enorme felino de dientes de sable atacaba a un cazador en un bosque, en un solo ensayo aprendía que ese bosque era zona de peligro y en consecuencia aprendía a evitarlo para salvaguardar su vida.
Esta forma rápida e instantánea de aprender es la causa original de muchas fobias: miedo a volar, miedo a conducir o miedo a perros. Y también puede ser la causa de determinados miedos en el mundo social.