Читать книгу Hoy camino con Dios - Carolina Ramos - Страница 40
ОглавлениеValores - 4 de febrero
El regalo de Giuli
“Mas yo esperaré siempre, y te alabaré más y más. Mi boca publicará tu justicia y tus hechos de salvación todo el día, aunque no sé su número” (Sal. 71:14, 15).
“¡Mami!”, se quejó Giuli alzando los hombros, con cara de reproche al ver que lo que habían pactado con su mamá no se estaba cumpliendo según el plan. Y es que su mamá había olvidado el regalito que ella me había preparado con mucho cariño. Después de buscarlo, volvieron. Giuli golpeó la puerta, salí para recibirla y me entregó un pequeño paquetito, con una sonrisa tímida y triunfante a la vez.
La clase anterior habíamos ido a tomar un helado, pero antes habíamos preparado un diálogo para practicar cómo preguntar el precio, pagar y agradecer. Como era parte de la clase, me hice cargo del gasto y las cuatro niñas disfrutaron mucho el momento al vivir una clase diferente.
Y ahora tenía a Giuli parada frente a mí, con sus brillantes ojos negros, esperando ver mi reacción. Su regalo me conmovió.
Había usado sus ahorros para pagar el heladito de la clase anterior y había envuelto muy cuidadosamente el dinero en un sobre improvisado de papel, que había rotulado con prolijidad.
Por alguna razón, ella había sentido la necesidad de devolverme lo que le había regalado, aunque les había asegurado que no hacía falta. Pensé que en la clase les había enseñado algo, pero la lección finalmente me la estaba dando ella.
¡Qué hermoso sería si fuésemos más agradecidos, si diéramos alegremente parte de lo que tenemos para mostrar gratitud por las innumerables bendiciones que se nos otorgan desinteresadamente, si creyéramos como un deber y placer el hecho de demostrar gratitud de forma premeditada!
Marco Tulio Cicerón dijo que “la gratitud no es solo la mayor de las virtudes, sino la madre de todas las demás”.
Por otro lado, William Arthur Ward afirmó: “Si se siente gratitud y no se la expresa, es como envolver un regalo y no darlo”.
Nunca podremos retribuir todo lo que Dios nos ha dado, pero a veces no hacemos ni siquiera un intento. La gratitud en sí puede ser uno de los mejores presentes que lleguemos a dar como criaturas.
¿Cómo podríamos hoy mostrar un gesto de gratitud hacia el Creador?
¿A quién podríamos hacer sonreír hoy con un gesto similar?