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Puertas desaparecidas

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Numerosas puertas o portezuelas existieron en las murallas talaveranas que hoy solo son recuerdos de un pasado robusto y diferente que la ciudad vivió. Puertas con mucho simbolismo o importancia, que han dado sentido a la estructura actual de la ciudad.

Nos situamos en la primera línea de muralla que se construyó, allá por los siglos IX-X. En la calle San Clemente aún podemos apreciar restos de lo que fue la Puerta de Mérida, denominación que tuvo debido a que apuntaba hacia el camino extremeño, aunque también fue conocida como Puerta de San Clemente. En 1881 el ayuntamiento decide derribarla para utilizar sus sillares en la construcción del cementerio municipal. Lo que se puede ver hoy en día es parte de un torreón semicircular, situado junto a la Casa de la Panadería, aunque se puede apreciar en las excavaciones de Entretorres el trazado original de los muros y torres adyacentes. Algunos autores apuntan a que pudo ser una construcción anterior a la dominación árabe. Dentro del conjunto de la puerta hubo una fortaleza defensiva, como bien demuestra una torre en el margen derecho extramuros de la muralla que a duras penas sigue en pie.

En este primer recinto también se encontraba la Puerta del Río, ubicada al principio del puente viejo. Algunos autores también dicen que pudo denominarse de los Carros. Fue parte primordial debido a que servía de control de acceso para visitantes, mercancías y ganado. Pudo ser acceso desde época romana, ya que el puente tiene un origen claramente de esta fase.

En las tenerías de San Jerónimo, ubicadas dentro del recinto del Museo Etnográfico, se encuentra una portezuela que se llamó Postigo del Río o de los Jerónimos y que pudo tener origen islámico.

Hacia el siglo XVI se abrió un acceso en este primer recinto para comunicar el convento de las Madres Carmelitas Descalzas, que se llamó Puerta de Herrerías, llamada así por la actividad productiva colindante.

Una de las puertas más famosas de este primer recinto fue la de San Pedro, derribada en 1885. Fue reformada en algunas ocasiones, sobre todo por iniciativa del cardenal don Pedro González de Mendoza, cuyo escudo pendía de dicha puerta. Era una construcción típica del siglo XV. En el centro de la misma se encontraba una imagen de la Virgen con doselete, que hoy se conserva en la Basílica de Nuestra del Prado.

Postigo de Nazar o de la Victoria, situado en el margen del río y que poseía un torreón. El nombre le pudo venir dado por las numerosas ocasiones en las que los musulmanes tomaron la ciudad, ya que pudieron hacerlo desde ese mismo punto. Parece ser que este torreón pudo tener la función de maquinaria para suministrar agua a huertas cercanas; de hecho, hay constancia de que los jerónimos lo utilizaron para tal fin. Estaba situado en la zona donde hoy parte el puente de hierro Reina Sofía. Algunos autores consideran que pudo llamarse también del Águila, posiblemente por estar en él ubicado un escudo de los Reyes Católicos.

Nos encontramos ya en el segundo recinto amurallado, aquel que se comenzó a construir durante el siglo XIII. La calle Puente Pópulo debe su origen a una puerta o arco llamado de Santa María del Pópulo, denominado así por una capilla que acogía hacia los siglos XVI-XVII, cuya imagen se conserva en la iglesia de Santa María la Mayor, que se asentaba sobre el arroyo de la Portiña y que fue derribado a finales del siglo XIX debido al incremento del tráfico de vehículos. Esta puerta era conocida como «Alcantarillas Viejas» en fuentes documentales del siglo XV.

La Puerta de Zamora se ubica donde hoy está la plaza del mismo nombre. Hoy conserva una de las dos torres que tuvo, la cual formaba parte de la cárcel de la Santa Hermandad. La demolición del resto de la puerta se realizó a finales del siglo XIX.

Al final de la calle Postiguillo había una pequeña puerta, conocida como Postigo de Rodrigo Niño o de los Alfares, derribada en 1825. El nombre de Rodrigo Niño pudo venir por uno de los vecinos relevantes que vivían en las inmediaciones.

Existió una puerta llamada de la Miel o de la Manga, localizada por la zona de Puente Moris y en cuyo arco se instaló el repeso de la harina.

Hacia finales del siglo XV se edificó la Puerta Nueva o de las Cebollas, situada entre el lienzo de muralla y el edificio del mercado de abastos. A finales del siglo XIX todavía se conservaba el dintel de la puerta. El apelativo «de las Cebollas» se le tuvo que dar popularmente debido a la actividad económica preponderante de aquella zona.

La Puerta de Toledo, demolida hacia el año 1861, se ubicaba en la entrada hacia la calle San Francisco desde la calle Alfares. Su construcción parece que se llevó a cabo hacia el siglo XII-XIII.

La calle del Sol debe su nombre a una puerta que se abrió en la baja Edad Media, teniéndose noticias desde el año 1515, siendo una de las más importantes en ese momento y situada mirando a levante, de ahí la referencia al astro rey. Pudo desaparecer hacia 1880.

Ya en el tercer recinto amurallado, construido hacia finales del siglo XII, una de las puertas más conocidas era la Puerta de Cuartos, ubicada en la plaza a la que hoy da nombre. Esta puerta ha sido muy importante históricamente debido a que en ella se daba el rito de toma de posesión de la villa por los arzobispos toledanos, señores de Talavera. En 1907 la puerta se derribó definitivamente. En ella estaba el escudo del arzobispo Carranza, que la restauró, el cual se encuentra despiezado en el muro trasero de la Basílica de Nuestra Señora del Prado (véase «¿Qué hay detrás de la Basílica de Nuestra Señora del Prado?»).

La Puerta de Pescaderías se abrió junto a la torre albarrana que está al comienzo de dicha calle hacia 1560, pero debido a sus pobres materiales constructivos en 1676 la puerta desapareció definitivamente.

La Puerta de la Alcazaba se situaba en la calle Carnicerías, cerca de la torre albarrana restaurada en 1988. Hoy en día se puede interpretar dónde estuvo esta puerta debido a las obras de acondicionamiento que se realizaron años atrás en el primer lienzo de muralla. Según algunas crónicas, ya en el siglo XVI comenzaba a acusar la ruina y la dejadez.

El Postigo del Alcázar se abría en la que hoy es la calle Huerto de San Agustín y era una entrada o salida secundaria al edificio, más cercana al río. El Postigo de la Alameda se encontraba ubicado en la calle Ronda del Cañillo, pegado a los muros del alcázar, hacia el siglo XVII.

Al final de la calle Cererías se encontraba la Puerta de la Villa o de la Alcantarillas Nuevas o Altas. El término «alcantarilla» se refería a la existencia de un puente cercano. Fue demolida en 1894.

El Postigo de Vengamedel o del Cristo se situaba en el margen del arroyo de la Portiña, al final de la calle Cristo de la Salud. El término «vengamedel» habría que rastrearlo en las fuentes árabes, relacionado con las tribus bereberes que estuvieron por la zona de Talavera de la Reina. Su derribo se realizó hacia finales del siglo XIX.

El Postigo de San Ginés o de San Antolín se abrió en la cerca que pasaba por la actual calle Santo Domingo. El postigo tomaba el nombre de la cercana parroquia de San Ginés, donde posteriormente se asentaría el convento de Santo Domingo, pero se sabe que el postigo es anterior, posiblemente de los siglos XII-XIII.


Escudo procedente de la desaparecida Puerta o Arco de San Pedro, ubicado actualmente en la parte trasera de la Basílica de Nuestra Señora del Prado

Talavera de la Reina. Fragmentos

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