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EL DERECHO NATURAL Y LAS IDEAS DE LA LIBERTAD ¿Qué es el derecho natural?

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El derecho natural es la piedra fundamental de las ideas de la libertad. O sea, las ideas de la libertad emanan del derecho natural, le deben su existencia. Por ende, hay que entender acabadamente el derecho natural para comprender en profundidad las ideas de la libertad. En este sentido, hay que saber qué es y qué postula el derecho natural, ya que solo así se toma conciencia de que el derecho natural es inherente al ser humano y de que, por ende, las ideas de la libertad hacen a la esencia del hombre y la mujer. Una vez que se comprenda qué es el derecho natural y qué son las ideas de la libertad, el lector podrá advertir que ambos son el mejor paraguas debajo del cual los individuos podrán prosperar más y, en consecuencia, la civilización mejor podrá desarrollarse. Del otro lado, una vez comprendido el derecho natural y las ideas de la libertad, el lector pasará a no tener ninguna duda de que el Estado es nuestro único enemigo, ya que visualizará correctamente que el Estado no es otra cosa que la más aceitada maquinaria diseñada para violentar en forma permanente, sistemática y organizada el derecho natural, avasallando la esencia del ser humano, su libertad. Paralelamente, el lector también comprenderá que la legislación positiva, o sea, las normas redactadas por los burócratas del Estado, son la carga de infantería que ametralla y hiere de muerte al derecho natural, y se convierten en un instrumento para que un grupo de hombres (burócratas del Estado) someta a otro grupo de hombres (ciudadanos). En este sentido, el conocimiento del derecho natural es lo que desnuda que la legislación es violencia física, invasión, conquista y explotación de un grupo de hombres por otro grupo de hombres. Es la apropiación por un grupo de hombres del derecho de abolir de un mazazo artero todos los derechos naturales y toda la libertad, también natural, de todos los otros seres humanos, convirtiéndolos en esclavos para su propio beneficio, ordenándoles qué pueden o no tener, dictaminando qué pueden hacer y qué no pueden hacer, decretando qué pueden ser y qué no pueden ser; es decir, destruyendo su propia esencia.

El derecho natural es la ciencia de la justicia y establece los derechos inherentes y esenciales del hombre y de la mujer como individuos y del ser humano interactuando con su prójimo. El derecho natural establece que el ser humano tiene el derecho a la vida, a la libertad y a la persecución de su propia felicidad. También establece que dichos derechos deben ser perseguidos siempre sin lesionar los derechos naturales de las otras personas, o sea, sin invadir su propiedad, ni vulnerar su libertad. En palabras coloquiales, el derecho natural marca qué es de cada uno (“lo mío” y “lo tuyo”). El derecho natural es la ley que establece qué derechos le pertenecen a cada ser humano por el mero hecho de haber nacido y existir; en consecuencia, qué derechos le seguirán perteneciendo y serán inviolables durante toda su vida, ya que no pueden ser eliminados de la propia existencia de la persona. Los seres humanos nacen desnudos, pero con derechos naturales, los cuales estarán presentes a lo largo de toda la vida. Así, el derecho natural es una ley que nos dice qué es justo y qué es injusto, qué es honesto y qué no lo es, cuáles son mis derechos sobre mi persona y mis bienes y cuáles son los derechos de mis prójimos sobre su persona y sus bienes, y dónde está el límite entre mies derechos y los derechos de mi prójimo, así como entre cada uno de los míos y cada uno de los de mi prójimo.

En este marco, el derecho natural es la ciencia de la honestidad, de la convivencia y de la paz, marcándonos qué comportamiento individual hay que tener para vivir en armonía con el prójimo. Como esquema de reglas, es realmente muy sencillo. Todo hombre, con su comportamiento y en lo relacionado con el prójimo, debe abstenerse de hacer sufrir a otro o hacerle lo que el derecho natural le prohíba, renunciando a robarle, agredirlo, lastimarlo, asesinarlo o cualquier otro crimen sobre su persona o sus propiedades o bienes. Y si lo hiciera, el derecho natural lo obligaría a devolver cualquier bien tomado prestado o robado a su legítimo propietario, reparar cualquier daño o sufrimiento propiciado a la persona o a los bienes del otro, así como pagar y saldar las deudas de los prestamos recibidos. Si el derecho natural no se respetara, los seres humanos entrarían en guerra entre sí, y la violencia se propagaría entre los individuos y, consecuentemente, en la sociedad.

En este marco, se entiende que el derecho natural es la ley suprema. El derecho natural dice lo que está bien y lo que está mal para todo ser humano, de cualquier sexo, color, religión, raza, edad, tamaño, coeficiente intelectual y pensamiento político. También dice lo que está bien y mal en cualquier momento del tiempo, tanto en el pasado como en el presente o el futuro, es decir; será el mismo en cualquier momento. A su vez, también es válido en cualquier espacio físico, sin importar los países, las regiones, los puntos cardinales o las latitudes y las longitudes.

Y el derecho natural es muy fácil de aprender. De hecho, los niños lo aprenden desde que comienzan a interactuar con sus prójimos, ya que, sin comprender el derecho natural, hasta los juegos infantiles son imposibles. Primero se aprende el derecho natural y, solo luego de internalizarlo, se aprende el significado de las palabras injusticia y justicia. Es decir, primero se aprende que no debe robar y que eso está bien y es justo, luego se aprende el significado de la palabra justicia. En pocas palabras, sin derecho natural no hay justicia porque el derecho natural es la justicia, porque es lo que establece lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo, para todos, siempre y en todo lugar. Puede ser pisoteado, infringido, pero nunca abolido ni cambiado, porque no lo construye el ser humano, sino que nace con él.

La revolución de la libertad

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