Читать книгу Técnicas de negociación en los despachos de abogados - Eduardo Bahamonde Costas - Страница 4
I El abogado como negociador
ОглавлениеSumario:
2. La negociación como un valor añadido
3. Es el momento de trabajar el talento y la creatividad
4. Desarrollo personal es desarrollo profesional
5. Los abogados debemos negociar más
6. Identifiquemos nuestras áreas de mejora como negociadores
«Nunca negociemos desde el temor y nunca temamos negociar.»
John F. Kennedy
Si tenemos en cuenta que el ser humano es un ser social, que desarrolla toda su vida interactuando dentro de un colectivo, toda relación e interactuación con el resto de nuestros congéneres se encuentra basada en una negociación permanente, más o menos evidente, pero presente en todo momento y en cualquier ámbito.
Partiendo de esta premisa, el conocimiento y dominio del proceso de la negociación, se presenta como algo esencial para nosotros que condiciona constantemente, el éxito o el fracaso en nuestro desarrollo personal y profesional.
Uno puede ver como la negociación es algo que sucede en todas las áreas de su vida, sin excepción, incluso hasta en el propio fuero interno.
Como sabéis, los abogados desarrollamos una labor de negociación muy intensa y continua en el ejercicio de nuestra profesión, quizá no comparable con ningún otro entorno profesional, ni siquiera el que desarrollan los directivos y ejecutivos, o incluso la que desempeñan los profesionales cualquier actividad comercial o del entorno de los negocios.
Por este motivo, a la hora de estudiar y aprender las técnicas de negociación llevadas a cabo en los despachos de abogados, éstas deben ser clasificadas como una especialidad específica, a pesar de que compartan numerosos elementos con el resto de técnicas de negociación del mundo empresarial y de los negocios.
El enorme problema con el que nos encontramos los abogados en España y en otros países no anglosajones es que, ni en la universidad, ni en las escuelas de práctica jurídica, se nos enseñan unas mínimas nociones para desarrollar un proceso de negociación, con lo que, por muy bien preparados que nos encontremos en otros aspectos, y eso es mucho suponer, cuando iniciamos nuestra carrera profesional e incluso después de muchos años de ejercicio, no tenemos ni la más mínima idea, ni de cómo se negocia, ni de los beneficiosos resultados que podríamos obtener si supiésemos negociar y utilizásemos la negociación como firme alternativa la pleito.
En cambio en otros países, principalmente los anglosajones, las universidades y las escuelas de práctica jurídica, llevan siglos trabajando y desarrollando las habilidades profesionales de los abogados, entre las que tiene un papel protagonista la negociación.
Como claro ejemplo, la Universidad de Harvard, posee un programa de negociación específico en la Facultad de Derecho, donde se enseñan, investigan y desarrollan las mejores técnicas de negociación del mundo, y las propias de la profesión de la abogacía.
Nombre ilustres como William Ury, Roger Fisher, Danny Entel o Mark Gordon, han formado parte del ilustre claustro de profesores de esta prestigiosa universidad.
El resultado es que, además de poseer el honorífico título de tener el método de negociación más estudiado y practicado del mundo, los abogados que han pasado por estos campus universitarios, son grandes y expertos negociadores, formando parte de prestigiosos despachos y empresas.
Los ingresos de estos abogados son enormemente elevados, entre otras cosas, porque estas habilidades son altamente valoradas por los beneficios que comportan para los despachos o empresas y para sus clientes, al mismo tiempo que lo hacen para la economía, el sistema judicial y la sociedad.
En EE.UU., existen unos protocolos de actuación entre despachos de abogados que se ponen en marcha automáticamente en el momento en el que se produce una controversia entre dos partes, que pueda derivar en una acción judicial, de tal manera que son los propios despachos, quienes comienzan con la negociación, poniendo en marcha todo el proceso y, es tal el éxito de dicho mecanismo, que la estadística sitúa por encima del 70% el número de controversias que se solucionan por la vía de la negociación entre despachos de abogados, evitando un altísimo número de procedimientos judiciales con el consiguiente ahorro para sus clientes (en tiempo y en dinero) y para el Estado, por supuesto.
La tendencia es que esta práctica terminará imponiéndose en todo el mundo, por el simple hecho de que resulta muy beneficioso, tanto para el funcionamiento de la sociedad, como para la existencia de un tráfico jurídico fluido.
Por lo tanto, los abogados del resto del mundo, debemos ser conscientes de que nuestra actividad negociadora se irá incrementando en los próximos años y buena prueba de ello, es la irrupción omnipresente de la mediación en el panorama nacional.