Читать книгу Un día en la vida - Emmanuel S. Funes - Страница 26
DÍA 20 El recorrido diario está cargado de un millón de oportunidades y posibilidades, y de la misma forma, lo está de situaciones que enlentecen nuestro movimiento armónico con el resto del entorno.
ОглавлениеA pesar de lo que se pueda decir sobre la consciencia y otros estados de conocimiento y plenitud, nunca debemos olvidar que, al final del camino, seguimos siendo influenciados por nuestra naturaleza humana, buscando el desarrollo en lo inmediato, enfocados en lo perecedero y material, lo que nos lleva a lidiar con una infinidad de situaciones sin real valor de forma constante, que lleva a la gran mayoría al borde del colapso y sucumbe ante la presión de la sociedad, la familia, el entorno, el futuro, el pasado, el presente, etcétera.
El empuje diario para seguir adelante tiene que salir de nosotros. Las ganas de poner un pie frente al otro y vencer a la adversidad tienen que venir desde la decisión propia de querer avanzar. Si nos encontramos sumidos en nuestros propios cuestionamientos y pesares, nunca lograremos salir del pantano en que muchas veces estamos o sentimos. Mirar el lado positivo siempre es una solución; no es la más fácil, claro, pero es una de las opciones que hay para que, finalmente, podamos encontrar un poco de tranquilidad ante las situaciones que no nos resultan agradables o drenan un poco más de nuestra energía.
Con estas palabras no persigo entregar consejos fundamentales para el crecimiento, tampoco intento apoyar a las personas que están en un estado de tristeza, ansiedad o letargo. Simplemente, busco el entendimiento mutuo en que todos pasamos por este tipo de momentos. Cada uno ha estado frente a situaciones que le obligan a mirar un poco más adentro de sí y avivar el fuego que le da el coraje y el empuje para seguir adelante. No es fácil, pero está en ti, en mí, en todos. Es la fuerza que plasmas en tus acciones diarias, el interés que pones en el perro que camina a tu lado cuando vas por las calles de la ciudad. Es mirar los arbustos y encontrar belleza, disfrutar de una buena conversación y aprender lo máximo que podamos del otro. Avanzar es una tarea diaria que debemos estar dispuestos a cumplir. Es despertar por las mañanas con el ímpetu de concretar lo que nos disponga la mente, de conquistar nuevos horizontes y aventuras. Ese es el punto de partida para el desarrollo y es nuestra decisión aprovecharlo.