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Оглавление3. ÉLIDE
GENERALIDADES (1-3)
1 Élide actual y antigua
Actualmente se llama Élide a todo el territorio formado por la costa comprendida entre Acaya y Mesenia que se extiende hacia el interior hasta limitar con las tierras de Arcadia de la zona de Fóloe habitadas por los azanes y los parrasios 54 .
En los tiempos más antiguos, sin embargo, este territorio estaba repartido entre varios reinos, y luego tan sólo entre dos, el de los epeos y el gobernado por Néstor, hijo de Neleo, tal como nos lo explica el mismo Homero, cuando llama con el nombre de Élide a la tierra de los epeos:
a lo largo de la divina Élide, donde dominan los epeos 55 ,
y con el de Pilos a la región gobernada por Néstor, a través de la cual dice que pasa el Alfeo:
el Alfeo, que en ancho lecho atraviesa la tierra de Pilos 56 .
Ciertamente el poeta también conocía la ciudad de Pilos:
llegaron a Pilos, la bien construida plaza fuerte de Neleo 57 .
El Alfeo, sin embargo, no atraviesa la ciudad, ni tampoco pasa por sus alrededores; cerca de ella, en cambio, discurre otro río, al que unos llaman Pamiso y otros Ámato 58 , de donde parece que procede el calificativo de ēmathóeis 59 dado a esta ciudad de Pilos; por donde pasa el Alfeo es por su territorio 60 .
2 Sinecismo de Élide
La actual ciudad de Élide aún no había sido fundada en tiempos de Homero, sino que el territorio estaba habitado por una población dispersa en aldeas; la región era llamada Élide Cava debido a la circunstancia de que la mayor parte y la más fértil tenía una configuración cóncava 61 . Fue sólo mucho más tarde, después de las guerras contra Persia, cuando se reunió la población de muchas comunidades para formar la actual ciudad de Élide 62 .
Prácticamente se podría afirmar que todas las demás localidades del Peloponeso que el poeta enumera no son nombradas 63 , salvo escasas excepciones, como ciudades, sino como territorios compuestos en cada caso por diversas comunidades, de cuyo proceso de unificación surgieron más tarde las ciudades que conocemos. Así, por ejemplo, Mantinea, en Arcadia, fue fundada por los argivos a partir de la fusión de cinco comunidades 64 ; Tegea lo fue a partir de nueve, el mismo número que en el caso de Herea, que fue fundada por Cleómbroto o Cleónimo 65 ; del mismo modo Egio se constituyó como ciudad con la participación de siete u ocho comunidades; Patras de siete, y Dime de ocho 66 . En un proceso semejante, Élide se constituyó como ciudad a partir de la reunión de las comunidades de la zona (una de ellas, Agriades, debió de agregarse más tarde) 67 .
El río Peneo discurre a través de la ciudad y pasa junto al gimnasio 68 .
Los eleos concluyeron esta transformación 69 mucho tiempo después de que hubieran pasado a ellos los territorios sometidos al dominio de Néstor.
3 Los territorios de Néstor y el testimonio de Homero
Estos territorios comprendían Pisátide, de la que Olimpia forma parte, Trifilia y el país de los caucones. Los trifilios 70 recibieron este nombre debido al hecho de que en la región se habían reunido tres tribus diferentes, la de los epeos, que habitaban allí desde el principio, la de los minias, que posteriormente se establecieron como colonos, y la de los eleos, los últimos en dominar el país. Algunos, en lugar de minias, hablan de arcadios, dado que éstos a menudo han reivindicado sus derechos sobre el territorio, y de ahí viene que la misma Pilos unas veces sea llamada Pilos arcadia y otras Pilos trifilia 71 . Homero llama Pilos a todo ese territorio hasta Mesenia, y da el mismo nombre a la ciudad. Que la Élide Cava se distinguía de los lugares sometidos a Néstor, lo evidencia el Catálogo de las Naves 72 con los nombres de los jefes y de los asentamientos.
Hago mis afirmaciones comparando la situación presente con la descrita por Homero; es necesario, en efecto, efectuar esta confrontación del estado de cosas actual con el reseñado por aquél debido a la fama del poeta y a la familiaridad que desde la niñez tenemos con él, lo que hace que en el momento de presentar una exposición cada uno de nosotros crea que se encuentra en el buen camino cuando no está en absoluto en contradicción con los testimonios homéricos sobre el asunto tan sólidamente consagrados. Es preciso, pues, mostrar la realidad presente y, en la medida en que hay relación, examinarla con referencia a la expuesta por el poeta 73 .
ÉLIDE CAVA (4-11)
4 Desde el cabo Araxo hasta el cabo Quelonatas
En el extremo septentrional de Élide hay un cabo, el Araxo, a sesenta estadios de Dime, una ciudad aquea 74 . Situamos el comienzo de la costa de Élide en este cabo. A partir de allí, avanzando hacia occidente, se encuentra la base naval de los eleos, Cilene 75 , desde donde, en una marcha hacia el interior de ciento veinte estadios, se llega a la actual ciudad de Élide. Homero también se refiere a esta Cilene, cuando habla del cilenio Oto, jefe de los epeos 76 , pues si hubiera sido originario del monte de Arcadia, no lo hubiera presentado como jefe de los epeos. Cilene es un pueblo de tamaño medio; posee el Asclepio de Colotes, una estatua de marfil admirable de ver 77 .
Después de Cilene está el cabo Quelonatas, el punto más a poniente del Peloponeso. Frente a él hay una pequeña isla y unos escollos, a la altura de los confines entre Élide Cava y Pisátide 78 ; y desde allí hasta Cefalenia hay una travesía que no supera los ochenta estadios 79 . En aquella zona, por la citada línea fronteriza, también discurre el río Elisón o Elisa.
5 Éfira de Élide y ciudades homónimas
Entre el cabo Quelonatas y Cilene desemboca el río Peneo y también lo hace el mencionado por el poeta con el nombre de Seleente, río que tiene su nacimiento en Fóloe 80 ; junto a él está la ciudad de Éfira, que debe diferenciarse de la de Tesprotia así como de la de Tesalia y de la corintia 81 ; esta cuarta Éfira se encuentra en el camino que conduce a Lasión; se la identifica con Benoa (así se suele llamar a Énoe) o se la sitúa en sus cercanías y dista ciento veinte estadios de la capital de los eleos 82 . La tradición parece tenerla por patria de la madre de Tlepólemo, hijo de Heracles; es preferible, en efecto, localizar en esta región las empresas de Heracles:
se la llevó de Éfira, de la ribera del río Seleente 83 ;
puesto que no existe ningún río Seleente junto a las otras Éfiras antes mencionadas. También procedía de allí la coraza de Meges:
un día Fileo la había llevado de Éfira, de la ribera del río Seleente 84 .
Y de ella proceden asimismo los venenos mortíferos; dice el poeta que Odiseo se dirigió a Éfira
en busca de un veneno mortífero, con el que pudiera
impregnar sus flechas 85 ;
y los pretendientes dicen de Telémaco:
o quiere encaminarse a la fértil tierra de Éfira ,
para traerse de allí venenos destructores de vida 86
y Néstor, ciertamente, en su relato de la guerra contra los epeos, presenta a la hija de Augias, el rey de los epeos, como una hechicera experta en venenos cuando dice:
Fui el primero en matar a un hombre.. .
al belicoso Mulio; era yerno de Augias ,
pues tenía por esposa a su hija mayor... ,
que conocía cuantos venenos produce la vasta tierra 87 .
[También hay un río Seleente en las proximidades de Sición y junto a él un pueblo llamado Éfira; y asimismo en Etolia, en el territorio de los agreos, hay un pueblo con el nombre de Éfira] 88 . Sus habitantes se llaman éfiros; hay otros éfiros entre los perrebos que viven junto a Macedonia; son los cranonios; y entre los tesprotios también llevan ese nombre los habitantes de Cíquiro, cuyo nombre antiguo era Éfira 89 .
6 Digresión sobre la homonimia. Apolodoro y Demetrio de Escepsis
Apolodoro 90 , al enseñarnos de qué manera el poeta acostumbra a distinguir los lugares que llevan el mismo nombre llamando, por ejemplo, en el caso de Orcómeno, «rica en rebaños» a la de Arcadia y «minia» a la de Beocia 91 , o citando a Samos tracia con relación a otro lugar como en la expresión:
y en medio de Samos e Imbros 92 ,
a fin de diferenciar esta Samos de la Samos de Jonia, nos dice que, del mismo modo, la Éfira de Tesprotia también aparece caracterizada por la palabra «lejos» y por la expresión:
de la ribera del río Seleente 93 .
En este punto, sin embargo, Apolodoro no coincide con lo que escribe Demetrio de Escepsis, del que toma la mayor parte de sus informaciones; Demetrio niega, en efecto, que haya un río Seleente en Tesprotia y afirma que está en Élide, junto a la Éfira de aquella región, tal como hemos dicho antes 94 .
En esta aseveración, pues, Apolodoro se muestra falto de sképsis 95 , igual que a propósito de Ecalia, puesto que, a pesar de haber más de una ciudad con ese nombre, afirma que sólo existe la de Éurito Ecalieo, es decir, la de Tesalia, respecto a la cual Homero dice:
los que habitaban Ecalia, ciudad de Éurito Ecalieo 96 .
¿Cuál era, pues, la ciudad de la que había partido cuando las Musas, junto a Dorio,
salieron al encuentro del tracio Támiris y le privaron del canto? 97 .
Homero dice en efecto:
al volver de Ecalia, de casa de Éurito Ecalieo 98 .
Por consiguiente, si se tratara de la ciudad tesalia, Demetrio de Escepsis estaría de nuevo equivocado al afirmar que era una ciudad arcadia, que actualmente se llama Andania; pero si Demetrio está en lo cierto, también la ciudad de Arcadia se llamaría «ciudad de Éurito», de modo que no existiría sólo una Ecalia, al contrario de lo que afirma Apolodoro.
7 Las tres Pilos
Entre la desembocadura del Peneo y la del Seleente, al pie del monte Escolio, se encontraba Pilos 99 , pero no la ciudad de Néstor, sino otra diferente que no tiene nada que ver con el Alfeo ni con el Pamiso (o Ámato, si se debe llamar así) 100 . Algunos fuerzan el sentido de las palabras de Homero, pretendiendo hacer suya la gloria de Néstor y su nobleza de linaje; se mencionan, en efecto, tres Pilos en el Peloponeso (tal como lo atestigua el siguiente dístico:
Precediendo a Pilos se encuentra Pilos,
y ciertamente todavía existe otra Pilos) 101 ,
a saber, esta Pilos en cuestión, la Pilos lepreática en Trifilia y Pisátide y una tercera Pilos en Mesenia, junto a Corifasio 102 , y los habitantes de cada una de ellas tratan de demostrar que la de su territorio es «arenosa» 103 y la declaran patria de Néstor. Así, la mayor parte de los más recientes historiadores y poetas sostienen que Néstor era mesenio, tomando partido por la Pilos que se ha conservado hasta su tiempo 104 ; otros, en cambio, más fieles al testimonio homérico, siguiendo los versos del poeta, afirman que la Pilos de Néstor es aquella cuyo territorio es atravesado por el Alfeo; y el Alfeo atraviesa Pisátide y Trifilia.
Por su parte, los autores originarios de Élide Cava 105 han atribuido un tal honor a la Pilos de su territorio, mostrando además como signos de reconocimiento un lugar llamado Gereno, un río Geronte y otro río llamado Geranio y declarándose convencidos de que de ellos deriva el epíteto Gerenio asignado a Néstor.
Lo mismo han hecho también los mesenios, y su argumentación parece al menos más plausible; afirman, en efecto, que es más conocido el lugar de su territorio llamado Gerena, que constituyó en un tiempo una comunidad próspera.
Tal es la situación presente en lo tocante a Élide Cava 106 .
8 Élide y Buprasio
Cuando el poeta divide este país en cuatro regiones y habla de sus cuatro caudillos, no se expresa con claridad:
Los que habitaban Buprasio y Élide divina,
hasta los límites que Hirmine y Mírsino lejana,
y la Roca Olenia y Alisio marcan;
cuatro eran sus jefes, y seguían a cada uno
diez naves veloces con muchos epeos a bordo 107 .
Por el hecho de denominar epeos a ambos, a los buprasieos y a los eleos, y de no llamar nunca eleos a los buprasios 108 , podría parecer que no es Élide la que divide en cuatro regiones diferentes, sino el territorio de los epeos, que anteriormente ha dividido en dos partes; así, pues, Buprasio no sería parte de Élide, sino más bien del territorio de los epeos. Que llama, en efecto, epeos a los buprasios resulta evidente:
Como cuando los epeos enterraron al poderoso Amarinceo en Buprasio 109 .
[Parece claro, sin embargo, que Buprasio es una región de Élide; no existe allí actualmente ningún asentamiento de tal nombre; pero forma parte en todo caso del territorio de Élide] 110 . Por otra parte, al unir en la misma enumeración a Buprasio y a la divina Élide y al efectuar luego la división en cuatro partes, parece que sitúa estas cuatro zonas bajo el común dominio de Buprasio y de Élide.
Es razonable pensar que Buprasio fue un asentamiento importante de Élide que actualmente ha dejado de existir; sólo ha conservado este nombre la región que se encuentra junto al camino que conduce a Dime desde la actual ciudad de Élide.
Incluso se podría suponer que la ciudad de Buprasio gozara entonces de una cierta preeminencia con respecto a Élide, como la tuvieron los epeos con relación a los eleos; pero más tarde en lugar de epeos pasaron a llamarse eleos. Buprasio era pues una parte de Élide, pero se dice que Homero, recurriendo a una figura poética, combinó la parte y el todo en la misma expresión, como cuando dice:
a lo largo de Hélade y en el corazón de Argos 111 ,
y
en Hélade y en Ftía 112 ,
o en el caso de
curetes y etolios combatían 113 ,
y de
los de Duliquio y de las sagradas Equínadas 114 ,
(puesto que Duliquio es una de las Equínadas). Los poetas más recientes también usan esa figura; Hiponacte, por ejemplo, cuando escribe:
a aquellos que han comido el pan de los chipriotas
y el trigo de los amatusios 115 ,
(pues los amatusios son también chipriotas); y Alcmán cuando dice:
dejando atrás la amable Chipre
y Pafos abrazada por las aguas 116
e igualmente Esquilo cuando escribe:
teniendo toda Chipre y Pafos como lote 117 .
Y si es cierto que Homero no ha llamado eleos a los buprasios, podemos asimismo afirmar que tampoco hace mención de otras muchas cosas de existencia probada; esto, empero, no significa que no existan, sino simplemente que el poeta no las ha mencionado.
9 Epeos y eleos
Hecateo de Mileto 118 , sin embargo, afirma que los epeos constituyen un pueblo diferente de los eleos; los epeos, dice, acompañaron a Heracles en su expedición contra Augias 119 y le ayudaron a hacerse dueño de Augias y de Élide; y califica además a Dime como epea o aquea 120 .
Los primeros historiadores dicen sin duda muchas cosas que no son ciertas, habituados como están a la falsedad por servirse de los mitos en sus narraciones; por esto no están de acuerdo entre ellos respecto a las mismas cosas. Pero no resulta increíble que los epeos, aunque en un tiempo fueran un pueblo distinto de los eleos y de diferente raza, se unieran luego con ellos en una asociación basada en la supremacía que habían alcanzado y constituyeran un Estado en común; su dominio se extendía hasta Dime. Homero no nombra Dime, pero no es inverosímil que entonces esta ciudad estuviera bajo la autoridad de los epeos y que luego pasara a manos de los jonios o, si no a las de éstos, en todo caso a las de los aqueos que se apoderaron de su territorio.
De las cuatro partes 121 dentro de las que está también Buprasio, dos, Hirmine y Mírsino, están en Élide, pero las otras dos, como piensan algunos autores, ya se encuentran en los confines de Pisátide.
10 Hirmine y Mírsino, la Roca Olenia y Alisio
Hirmine era sólo una pequeña ciudad, que actualmente ha dejado de existir; pero, junto a Cilene, hay una altura conocida con el nombre de Hormina o Hirmina 122 . Mírsino es la actual Mirtuntio 123 , un asentamiento que se extiende hacia el mar, en el camino de Dime a Élide, a setenta estadios de la ciudad de los eleos. Se supone que la Roca Olenia es el actual Escolis 124 ; nos vemos obligados en efecto a movernos en el terreno de la conjetura, dado que los lugares y sus nombres se han visto sometidos a cambios y que en muchos casos Homero no es del todo claro. El Escolis es un macizo rocoso en el que confluyen los territorios de los dimeos, triteos 125 y eleos, lindante con otro monte arcadio, el Lampea 126 ; dista de Élide ciento treinta estadios 127 , cien de Tritea y otros tantos de Dime 128 ; estas dos últimas son ciudades aqueas.
Alisio es el actual Alesieo, un territorio de Anfidólide 129 , donde los habitantes de los alrededores celebran un mercado mensual. Se encuentra en el camino montañoso que va de Élide a Olimpia; antes era una ciudad de Pisátide, pero las fronteras han variado en uno u otro sentido y en diversas ocasiones como resultado de los cambios de gobernantes.
Homero también llama a Alisio «Colina de Alisio» cuando dice:
hasta que llevamos nuestros caballos a Buprasio rica en grano ,
y a la Roca Olenia, y allí donde de Alisio una colina
ha sido denominada 130 .
Debemos ver aquí un caso de hipérbaton, equivalente a «y allí donde está el lugar denominado Colina de Alisio». Algunos autores también señalan un río llamado Alisio.
10 Los caucones
Al localizarse en Trifilia, junto a Mesenia, unos pueblos conocidos con el nombre de caucones, y al atribuir asimismo algunos a Dime el calificativo de Caucónide 131 , y darse el caso además de que en el territorio de Dime, entre Dime y Tritea, hay un río que recibe el nombre de Caucón, [en género femenino] 132 , se ha suscitado con relación a los caucones la cuestión de si no se trata de dos pueblos distintos, uno en Trifilia y el otro en la zona de Dime y Élide y en la ribera del río Caucón. Este río desemboca en otro que se llama Téuteas, en género masculino, con el mismo nombre de una de las pequeñas ciudades que dieron origen a Dime, pero con la diferencia de que el de ésta, Téutea, se dice en femenino y sin la s final y con alargamiento de la última sílaba; allí se encuentra el santuario de Ártemis Nemidia 133 .
El Téuteas desemboca en el Aqueloo, que atraviesa el territorio de Dime y tiene el mismo nombre que el río de Acamania; también se llama Piro 134 . De él habla Hesíodo en el pasaje siguiente:
Y habitaba en la Roca Olenia, junto a las riberas de un río, el ancho Piro 135 ,
nombre que algunos corrigen, equivocadamente, escribiendo Píero.
En cuanto a los caucones, si se suscita la discusión sobre ellos, se debe a que en el pasaje de la Odisea en el que Atenea, bajo apariencia de Méntor, dice a Néstor:
y al alba a los magnánimos caucones
me llegaré, donde se me ha de pagar una deuda, antigua
y no pequeña. Tú, a este amigo, puesto que ha acudido a tu casa,
envíale con un carro y en compañía de un hijo tuyo; y dale caballos 136 ,
parece que se alude a un lugar del territorio de los epeos que ocuparon los caucones, unos caucones diferentes a los de Trifilia y que tal vez se extendían hasta el territorio de Dime.
No conviene dejar a un lado la cuestión de dónde procede el calificativo Caucónide atribuido a Dime, ni del nombre Caucón dado al río, debido a que es objeto de investigación quiénes eran aquellos caucones a cuyas tierras Atenea dice que marcha para el cobro de una deuda. Porque si debemos aceptar que se trata de los caucones de Trifilia, los que vivían en la región de Lépreo, no veo cómo pueda resultar verosímil el relato. Por eso algunos escriben de esta otra manera:
donde se me ha de pagar una deuda, en la divina Élide, no pequeña 137 .
Pero esta cuestión será objeto de un examen más esclarecedor cuando recorramos la región que viene a continuación, es decir, Pisátide y Trifilia hasta la frontera de Mesenia 138 .
EL ANTIGUO REINO DE NÉSTOR DE ÉLIDE MERIDIONAL: PISÁTIDE Y TRIFILIA (12-15)
12 La costa de Pisátide. El Alfeo y el Eurotas. El culto a Ártemis y otros cultos de la región
Después del cabo Quelonatas viene un largo tramo de costa baja, la costa de Pisátide; y a continuación el promontorio de Fía. También había una pequeña población con este nombre:
al pie de las murallas de Fía, junto a la corriente del Yár dano 139 .
También hay, en efecto, un pequeño río al lado. Algunos consideran que Fía es el comienzo de Pisátide. Frente a ella se encuentra una pequeña isla con un puerto; desde allí hasta Olimpia el trayecto más breve a partir del mar es de ciento veinte estadios 140 .
A continuación hay otro promontorio, el Ictis 141 , que, como el cabo Quelonatas, avanza de manera considerable hacia occidente; la distancia entre este promontorio y Cefalenia vuelve a ser de ciento veinte estadios 142 .
Viene luego la desembocadura del Alfeo, a doscientos ochenta estadios del cabo Quelonatas y a quinientos cuarenta y cinco del cabo Araxo 143 . El Alfeo procede de los mismos lugares de los que procede el Eurotas; se llama Asea 144 al pueblo del territorio de Megalópolis donde se encuentran, una cerca de otra, las dos fuentes de las que manan los citados ríos; después de desaparecer bajo tierra por espacio de bastantes estadios 145 , brotan de nuevo para descender luego uno hacia Laconia y otro hacia Pisátide. La corriente del Eurotas reaparece donde principia la región de Bleminátide; discurre luego junto a la misma Esparta, atraviesa una larga cañada cerca de Helo, localidad de la que hace mención Homero 146 , y desemboca en el mar entre Gitio, la base naval de Esparta, y Acrea. El Alfeo, por su parte, tras recibir las aguas del Ladón, del Erimanto y de otros afluentes de menor importancia, se desliza a través de Frixa 147 , Pisátide y Trifilia y, después de pasar por la misma Olimpia, vierte su corriente en el mar de Sicilia, entre Fía y Epitalio 148 .
Junto a su desembocadura se encuentra el recinto sagrado de Ártemis Alfionia o Alfiusa (de las dos formas se llama), que dista unos ochenta estadios de Olimpia 149 . En Olimpia asimismo se produce una gran afluencia de gente en la fiesta que cada año se celebra en honor de esta diosa, igual que en honor de Ártemis Elafia y Dafnia.
Toda esta tierra está llena de lugares de culto consagrados a Ártemis, a Afrodita y a las Ninfas, situados en recintos sagrados generalmente llenos de flores gracias a la abundancia de agua; hay también numerosos hermes 150 en los caminos y lugares de culto dedicados a Posidón en los promontorios.
En el templo de Ártemis Alfionia hay pinturas, muy celebradas, de Cleantes y Aregonte, dos artistas corintios 151 ; del primero hay una Toma de Troya y un Nacimiento de Atenea; y del segundo una. Ártemis sostenida en el aire por un grifo .
13 De Pisátide a Trifilia. Macistia, Sámico y el santuario de Posidón Samio
A continuación viene el monte que separa de la Pisátide la zona de Trifilia llamada Macistia 152 ; luego hay otro río llamado Calcis, la fuente Crunos y una localidad llamada Calcis, y, después de estos lugares, Sámico, donde se encuentra el muy venerado santuario de Posidón Samio 153 . Es un recinto sagrado lleno de acebuches; cuidaban de él los macistios, y también eran ellos quienes proclamaban la tregua sagrada llamada Samia. Pero todos los trifilios contribuyen al mantenimiento del santuario. ⟨Asimismo el santuario de Atenea Esciluntia, en Escilunte, en las proximidades de Olimpia y junto a Felón, es de los más afamados⟩ 154 .
14 Pilos de Trifilia. Minte y los cultos a Hades y Deméter
En las proximidades de estos santuarios, a treinta estadios o un poco más del mar, se yergue Pilos de Trifilia, llamada también Lepreática, a la que el poeta denomina «ēmathóeis » 155 y transmite a la posteridad como patria de Néstor, como podemos atestiguar apoyándonos en los versos de Homero, ya sea que el río que la baña al norte, y que actualmente se llama también Arcádico 156 , fuera llamado en otro tiempo Ámathos , de donde derivaría el calificativo de ēmathóeis , ya sea que este río se llame en cambio Pamiso, con el mismo nombre que dos ríos de Mesenia, y que la etimología del epíteto de la ciudad sea insegura; pues se dice que es falso que al río o al territorio les cuadre el calificativo de «amathódēs» 157 .
Cerca de Pilos, hacia oriente, se encuentra una montaña que lleva el nombre de Minte, una joven que, según la leyenda, por haberse convertido en concubina de Hades, fue pisoteada por Core y transformada en menta de jardín, la planta a la que algunos llaman hēdýosmos 158 . Precisamente junto a esta montaña se encuentra un santuario consagrado a Hades, venerado también por los macistios, y, además, un recinto sagrado dedicado a Deméter, que domina la llanura pilia.
Esta llanura es fértil y, tocando al mar, se extiende a lo largo de todo el tramo de costa comprendido entre Sámico y el río Neda. El litoral es una franja estrecha y arenosa, de modo que no se puede abandonar la idea de que Pilos haya sido calificada por esta razón con el epíteto de «ēmathóeis» 159 .
15 Hípana y Tipaneas. El Dalión y el Aqueronte. Cultos y contrastes de Trifilia
Por el norte, en los confines del territorio de Pilos, se encontraban dos pequeñas ciudades trifilias, Hípana y Tipaneas; la primera fue incorporada en la ciudad de Élide, mientras que la segunda se quedó como estaba 160 . Cerca de ellas discurren dos ríos, el Dalión y el Aqueronte, que vierten sus aguas al Alfeo. El Aqueronte ha recibido este nombre por la relación con Hades; porque es sabido que en aquella zona no sólo son objeto de gran veneración los templos de Deméter y Core, sino también los de Hades 161 , tal vez, como dice Demetrio de Escepsis, a causa de los contrastes que allí aparecen. En efecto, si es cierto que Trifilia es fértil, también lo es que produce añublo y junco; y por esto, en lugar de una gran cosecha, la falta de producción es algo que se repite con frecuencia en estos lugares.
EL ANTIGUO REINO DE NÉSTOR DE ÉLIDE MERIDIONAL: EL PAÍS DE LOS CAUCONES (16-25)
16 Lépreo, Macisto y los caucones. El santuario de Posidón Samio y la tumba de Caucón
Al sur de Pilos se encuentra Lépreo 162 . También era una ciudad situada al interior, a cuarenta estadios del mar entre Lépreo y el Alfeo 163 ; a cien estadios de uno y otro sitio, está el santuario de Posidón Samio. En este santuario es donde dice el poeta que Telémaco encontró a los pilios celebrando un sacrificio:
A Pilos, la bien fortificada ciudad de Neleo,
llegaron; a orillas del mar los pilios ofrecían un sacrificio
de negros toros al Sacudidor de la tierra de azules guede jas 164 .
[Al poeta le está permitido, en efecto, incluso inventar lo que no es real, pero cuando le es posible adaptar sus versos a la realidad sin violentar su exposición, es preferible que se abstenga de la primera posibilidad] 165 .
Los lepreatas ocupaban un territorio fértil, limítrofe con el de Ciparisia. Estas dos regiones las habitaron los caucones, lo mismo que Macisto 166 , a la que algunos llaman Platanistunte. Hay una ciudad con el mismo nombre que el territorio. Se dice además que en Lepreátide se encuentra la tumba de alguien llamado Caucón, bien porque fuera el fundador de la nación, bien porque, por cualquier otro motivo, tuviera el mismo nombre que el pueblo 167 .
17 El problema de los caucones
Existen diversas tradiciones en relación con los caucones; algunos afirman que son un pueblo arcadio, como los pelasgos, y nómadas también, al igual que ellos. El poeta 168 se refiere simplemente a que acudieron a Troya como aliados de los troyanos, sin precisar de dónde venían; pero parece que procedían de Paflagonia; allí se encuentran, en efecto, los llamados cauconiatas, un pueblo cuyo territorio limita con el de los mariandinos, que son también paflagones. Pero hablaremos de ellos más largamente cuando nuestra descripción verse sobre aquellos lugares 169 .
Ahora, respecto a los caucones de Trifilia, todavía deben añadirse a mi relato las siguientes observaciones. Algunos autores sostienen que todo el territorio que actualmente se conoce como Élide, desde Mesenia hasta Dime, era llamado Cauconia. Antímaco 170 , por ejemplo, llama a todos sus habitantes tanto epeos como caucones. Según otros, en cambio, los caucones no ocupaban todo el país, sino que lo habitaban separados en dos grupos, unos en Trifilia, junto a Mesenia, y los otros en la región de Buprasio y Élide Cava, cerca de Dime; Aristóteles 171 conocía más a los que estaban establecidos en aquella zona. Realmente la última hipótesis está más de acuerdo con lo que dice Homero y con ella encuentra solución el problema que antes se ha planteado 172 . En efecto, se parte de la base de que Pilos de Trifilia es la residencia de Néstor, y de que los territorios situados al sur y al este (es decir, los contiguos a Mesenia y Laconia) están bajo su autoridad; y estos territorios están habitados por los caucones, de modo que para ir de Pilos a Lacedemonia se debía seguir necesariamente una ruta que pasara por el territorio de los caucones. Pero el santuario de Posidón Samio y el fondeadero cercano en el que desembarcó Telémaco están orientados hacia el noroeste. Así que, si los caucones sólo habitaban en aquella zona, no se sostiene el relato del poeta. 〈Al poeta le está permitido, en efecto, incluso inventar lo que no es real, pero cuando le es posible adaptar sus versos a la realidad sin violentar su exposición, es preferible que se abstenga de la primera posibilidad〉 173 .
Méntor-Atenea, como dice Sótades, exhorta, en efecto, a Néstor a enviar a Telémaco a Lacedemonia
en un carro y en compañía de su hijo
hacia el este, mientras que ella dice que irá a la nave a pasar la noche, volviendo sobre sus pasos y en dirección oeste. Marchará luego
al alba hacia los magnánimos caucones 174
para cobrar una deuda, de nuevo hacia adelante. ¿Cuál era, pues, la dirección que tomaba? Porque Néstor podía objetarle: «Pero los caucones son mis súbditos y se encuentran en el camino de quien se dirige a Lacedemonia; ¿por qué, pues, no haces el viaje en compañía de Telémaco y de su escolta en lugar de volver sobre tus pasos?». Además habría sido natural que quien se ponía en camino para el cobro de una deuda, no pequeña, según dice, a un pueblo que era súbdito de Néstor, solicitara de éste alguna ayuda por si había mala fe, como suele ocurrir, respecto al reconocimiento de la deuda; pero no fue esto lo que ocurrió.
Así pues, en la hipótesis de que los caucones sólo vivieran allí 175 , llegaríamos a consecuencias absurdas; pero si se admite que una parte de este pueblo se separó y fue a habitar las tierras de Élide que están junto a Dime, en este caso Atenea podía hablar de una visita a aquella región y ya no tendría nada de incongruente ni su retorno a la nave, ni sudecisión de separarse de los compañeros de viaje, siendo así que iban en direcciones opuestas.
De modo similar las dudas que se suscitan respecto a Pilos también podrán encontrar la solución adecuada cuando avancemos un poco más en esta corografía y lleguemos a Pilos de Mesenia.
18 Los paroreatas
Recibían el nombre de paroreatas algunas poblaciones de Trifilia que habitaban las montañas de la zona de Lépreo y Macisto, cuyas pendientes llegaban al mar en las proximidades del santuario de Posidón Samio 176 .
19 Grutas y recintos sagrados. Sámico y Arene. La marisma del Anigro o Minieo. Los minias y Tera
Al pie de estas montañas, en la costa, se encuentran dos grutas; una es la de las ninfas Anigríades, la otra es aquella en la que la leyenda sitúa las historias de las Atlántides y el nacimiento de Dárdano 177 . Allí se encuentran asimismo los recintos sagrados llamados Joneo y Euricideo 178 . 〈...〉 Sámico es actualmente sólo una fortaleza, mientras que antes era también una ciudad conocida con el nombre de Samos, probablemente por su situación elevada, dado que se llamaba «samos» a las alturas; y tal vez era la acrópolis de Arene, que el poeta menciona en el Catálogo:
los que habitaban Pilos y la amable Arene 179 .
Al no encontrar en ninguna otra parte vestigios claros, preferentemente se localiza Arene en este sitio, donde la proximidad del río Anigro, llamado antes Minieo, nos ofrece una seña de identificación nada despreciable, ya que el poeta dice:
Hay un río, el Minieo, que vierte sus aguas al mar
cerca de Arene 180 .
Junto a la gruta de las ninfas Anigríades hay, en efecto, una fuente que es la causa de que sea muy húmedo y pantanoso el territorio que está debajo; la mayor parte de estas aguas son recogidas por el Anigro, cuyo lecho profundo y sin pendiente llega a formar una laguna; y al ser el lugar cenagoso, despide un olor insoportable que se esparce en una zona de veinte estadios a la redonda, y hace que los peces no sean comestibles 181 .
Hay diversas explicaciones míticas al respecto; para algunos se debería al hecho de que los centauros heridos se habrían lavado allí para quitarse el veneno de la Hidra; según otros, en cambio, la causa estaría en que Melampo habría utilizado estas aguas como aguas lustrales para la purificación de las Prétides 182 . Los baños tomados en estas aguas sanan de la lepra, la elefantiasis y la sarna. También se dice que el Alfeo debe su nombre a su propiedad de curar la lepra (alphoí) 183 .
Y dado que la escasa pendiente del Anigro y el rechace de sus aguas por el mar son causa de estancamiento más que de corriente, dicen que originariamente se le había llamado Menieo 184 y que después algunos le habían deformado el nombre, cambiándolo en Minieo.
Pero la etimología de la palabra ofrece también otros puntos de partida, ya sea que se la haga remontar al nombre de las gentes venidas con Cloris, la madre de Néstor 185 , de Orcómeno Miniea, ya sea que se la haga derivar de los Minias, descendientes de los Argonautas, que, expulsados de Lemnos, se refugiaron en Lacedemonia y de allí pasaron a Trifilia y se establecieron en las cercanías de Arene, en la región que ahora se llama Epasia 186 y que ya no conserva vestigios de estos Minias. Algunos de ellos, con Teras, hijo de Autesión (que era descendiente de Polinices), zarparon hacia la isla que se encuentra entre Cirenaica y Creta 187 :
Caliste se la llamaba antes, pero después su nombre fue Tera 188 ,
como dice Calímaco; allí fundaron Tera, la metrópoli de Cirene, y denominaron a la isla con el mismo nombre de la ciudad.
20 La antigua Samos de Trifilia
Entre el Anigro y la montaña de la que mana, se muestran el prado y la tumba de Yárdano 189 ; También se encuentran las Rocas Aqueas, que son unos riscos de la misma montaña, sobre los cuales, como dijimos 190 , estaba la ciudad de Samos. Esta Samos, sin embargo, no es objeto de la más mínima mención por parte de los autores de los Periplos , tal vez porque estaba destruida desde hacía mucho tiempo, tal vez a causa de su situación; en efecto, el recinto sagrado de Posidón, como se ha dicho 191 , está situado al borde de mar; lo domina una alta colina, que hace de pantalla de ocultación al interponerse delante de la actual Sámico, en la que se erguía Samos, de modo que el sitio no puede verse desde el mar. Por otra parte, la llanura que allí se encuentra lleva el nombre de Sámico, lo que constituye una prueba más de la existencia de la antigua ciudad de Samos.
Y el poema titulado Rádina , que se atribuye a Estesícoro y que comienza de este modo:
¡Ea! Musa de voz sonora, comienza tu canto, oh Érato,
entona con la lira amorosa la canción de los jóvenes sa mios 192 ,
se refiere a los hijos de esta Samos; en efecto, de Rádina, prometida del tirano de Corinto, se nos dice que, zarpando de Samos, hizo rumbo a Corinto empujada por el céfiro, lo que excluye evidentemente a Samos de Jonia; y con el mismo viento fue a Delfos su hermano como jefe de una misión 193 ; y su primo, que estaba enamorado de ella, en su carro se dirigió precipitadamente hacia Corinto en pos de su amada; luego el tirano hizo matar a los dos jóvenes y devolvió sus cuerpos en un carro, pero finalmente, arrepentido de su crimen, mandó que el carro regresara y los enterró 194 .
21 Distancias hasta Pilos de Mesenia. El Acidonte y la ciudad de Caa
Una distancia de unos cuatrocientos estadios separa esta Pilos a la que nos hemos referido y Lépreo de Pilos de Mesenia y Corifasio, fortalezas situadas sobre el mar con la isla de Esfagia a su lado 195 ; desde el Alfeo hay setecientos cincuenta estadios y desde el cabo Quelonatas mil treinta 196 .
En el espacio intermedio se encuentran el templo de Heracles Macistio y el río Acidonte. Este río discurre cerca de la tumba de Yárdano y de Caa, una ciudad que antiguamente existía en las proximidades de Lépreo, donde se encuentra igualmente la llanura Epasia. Algunos afirman que esta Caa fue la causa de la guerra de los arcadios contra los pilios, de la que nos habla Homero; y piensan que debe escribirse:
¡Ah! si fuera joven todavía, como cuando a orillas del rápido Acidonte
encontrándose pilios y arcadios combatían al
pie de las murallas de Caa 197 ,
es decir, no Celadonte, sino Acidonte, y tampoco Fía, sino Caa; este sitio, en efecto, es más cercano que aquél a la tumba de Yárdano y al territorio de los arcadios.
22 La frontera entre Trifilia y Mesenia. El Neda, Pirgos y Ciparisia
Ciparisia está situada en el litoral de Trifilia, igual que Pirgos y los ríos Acidonte y Neda 198 . Actualmente la frontera entre Trifilia y Mesenia está marcada por el curso del Neda, un río impetuoso que desciende del Liceo, un monte de Arcadia; mana de una fuente que, según la leyenda, hizo brotar Rea para lavarse después de dar a luz a Zeus; pasa por Figalia y desemboca en el mar en un punto en el que Pirgos, la última población de Trifilia, confina con Ciparisia, la primera ciudad mesenia.
Antiguamente la frontera entre los dos territorios pasaba por otra parte 199 , de modo que algunos pueblos allende el Neda, tanto el de Ciparisia como algunos otros situados más allá, estaban bajo la autoridad de Néstor, del mismo modo que el poeta hace llegar el mar Pilio hasta las siete ciudades que Agamenón prometió a Aquiles:
todas están situadas cerca del mar de la arenosa Pilos 200 ,
lo que es lo mismo que decir «cerca del mar Pilio».
23 De Ciparisia a Corifasio. La investigación del pasado y el testimonio de Homero a la luz del presente
Inmediatamente después de Ciparisente 201 , navegando a lo largo de la costa rumbo a Pilos de Mesenia y Corifasio, se encuentra Érana, de la que algunos piensan, erróneamente, que antes se llamaba Arene, con el mismo nombre de la ciudad pilia; a continuación viene el cabo Platamodes, que dista cien estadios de Corifasio y de la ciudad que actualmente se conoce con el nombre de Pilos 202 . También hay una pequeña isla, Prote, y en ella se encuentra una pequeña población del mismo nombre.
Tal vez no debería examinar tan prolijamente cosas que pertenecen a un pasado lejano, y podría contentarme con describir detalladamente el estado actual de cada lugar, si sobre estos lugares no nos hubiera sido transmitida una serie de tradiciones a las que desde niños hemos atendido; pero en vista de que no hay acuerdo entre ellas, se hace necesario emitir un juicio. En general tienen mayor credibilidad los autores más famosos, los más antiguos y los primeros en experiencia; y puesto que Homero supera a todos los demás en estos aspectos, es necesario analizar lo que él ha dicho y confrontarlo a la vez con el presente, como ya hemos dicho hace poco 203 .
24 El testimonio de Homero sobre el territorio de Néstor: «Ilíada» II 591-596 .
Ya hemos examinado lo que dice Homero acerca de Élide Cava y Buprasio. Respecto al territorio sometido a Néstor, de este tenor son sus palabras:
Y los que ocupaban Pilos y la amable Arene,
y Trío, vado del Alfeo, y Epi, la bien construida,
y los que habitaban Ciparisente y Anfigenia,
y Ptéleo, Helo y Dorio, donde las Musas
atajando a Támiris el tracio le privaron del canto,
cuando volvía de Ecalia, de casa de Eurito Ecaleo 204 .
Se trata ciertamente de la ciudad de Pilos, en torno a la que gira nuestra investigación; y en seguida será objeto de un nuevo examen. Acerca de Arene ya hemos hablado 205 . En cuanto a la ciudad que aquí llama Trío, recibe en otros pasajes el nombre de Trioesa:
Hay una ciudad, Trioesa, un escarpado cerro.
lejos, a orillas del Alfeo 206 .
Habla de «vado del Alfeo» porque parece que en este lugar el río puede ser atravesado a pie; ahora se llama Epitalio y es una localidad de Macistia.
Por lo que respecta a la expresión eúktiton aîpy 207 , algunos se preguntan cuál de las dos palabras es el epíteto y cuál es el nombre de la ciudad, y si se trata de la actual Marganas, en Anfidolia. Pero ésta no es una fortaleza natural, como lo es otro lugar que se señala como baluarte natural en Macistia. Consiguientemente, si se supone que Homero se refiere a este segundo lugar, se afirma con ello que el nombre de la ciudad es Epi (Aîpy) y que debe dicho nombre a su configuración natural, como es el caso de Helo y Egíalo y de muchos otros lugares 208 ; si se piensa, en cambio, que se trata de Margana, se puede llegar a la conclusión opuesta.
Por otra parte, se identifica Trío y Trioesa con Epitalio porque toda esta región está llena de juncos 209 y sobre todo los ríos; y esto es todavía más notorio en los lugares donde la corriente es vadeable. Se dice que en Homero tal vez se llamaba Trío al vado y eúktiton aîpy a Epitalio, que es, en efecto, un lugar fortificado por naturaleza. Y en otros pasajes el poeta también habla de un «escarpado cerro» :
Hay una ciudad, Trioesa, un escarpado cerro,
lejos, a orillas del Alfeo, en el extremo de la arenosa Pilos 210 .
25 Sigue el comentario de «Ilíada» II 591-596
Ciparisente se encuentra en los confines de la antigua Macistia, de los tiempos en que Macistia se extendía aun más allá del Neda; no está actualmente habitada, como tampoco lo está Macisto. Hay otra Ciparisia en Mesenia 211 ; su nombre no es idéntico, pero con una forma muy semejante se conoce actualmente como Ciparisia, en singular y femenino, mientras que el río se llama Ciparisente.
Anfigenia 212 también está en Macistia, en la región del Hipsoente, donde se encuentra el santuario de Leto.
Ptéleo 213 fue una fundación de colonos procedentes de la Ptéleo tesalia, de la que también se habla en Homero:
Antrón marítima y Ptéleo lecho de hierba 214 .
Ahora hay un paraje cubierto de encinas y deshabitado que se llama Pteleasio.
En cuanto a Helo, unos dicen que es un territorio en las cercanías del Alfeo, mientras que otros piensan que se trata de una ciudad, como la del mismo nombre en Laconia:
Helo, ciudad a orillas del mar 215 .
Otros aun creen que es una zona pantanosa en las proximidades del Alorio, donde se encuentra el santuario de Ártemis Helia, cuyo culto estaba bajo la tutela de los arcadios, pues este pueblo se encargaba del oficio sacerdotal.
Por lo que respecta a Dorio 216 , unos afirman que es un monte y otros que un llano, pero actualmente no se ve ningún vestigio; algunos, sin embargo, identifican Dorio con la actual Oluris u Olura, situada en lo que se llama Aulón de Mesenia.
En esta región se encuentra asimismo la Ecalia de Eurito, la actual Andania, una pequeña ciudad arcadia que tiene el mismo nombre que la tesalia y la euboica; el poeta dice que fue de allí de donde partió Támiris el tracio para ir a Dorio cuando fue privado por las Musas del arte del canto 217 .
LA IDENTIFICACIÓN DE PILOS DE NÉSTOR (26-29)
26 Pilos de Trifilia como patria de Néstor a la luz del viaje de Telémaco
De acuerdo, pues, con todo lo dicho, es evidente que el territorio sometido a Néstor, que el poeta designa en su conjunto como «tierra de los pilios», se extiende por las dos riberas del Alfeo; el Alfeo, empero, no toca por ninguna parte ni Mesenia ni Élide Cava. Es ciertamente en este territorio donde se encuentra la patria de Néstor, que denominamos Pilos trifilia, arcadia y lepreática. Y aun cabe el argumento de que mientras que las otras Pilos se localizan junto al mar, esta Pilos está a más de treinta estadios de la costa, como se desprende claramente de los versos de Homero 218 . En efecto, un mensajero es enviado al barco para presentar a los compañeros de Telémaco la oferta de hospitalidad de Néstor y, además, Telémaco, a su regreso de Esparta, se opone a que Pisístrato le lleve a la ciudad y le insta a cambiar de dirección para llegar rápidamente a la nave, evidentemente porque el camino hacia la ciudad no era el mismo que el que conducía al fondeadero. Y desde este punto de partida la travesía de regreso de Telémaco encuentra una descripción adecuada en los siguientes versos:
Costearon Crunos y Calcis de hermosa corriente.
Poníase el sol y se ensombrecían todos los caminos.
La nave dobló Fía, favorecida por el viento de Zeus,
y pasó frente a la divina Élide, dominio de los epeos 219 .
Hasta allí, pues, la travesía se hacía con rumbo norte; pero a partir de entonces se cambia de derrotero para poner proa al este. Es decir, la nave abandona la derrota que había seguido desde el principio y que le conducía directamente a Ítaca, debido a que los pretendientes se habían apostado allí para sorprender a Telémaco
en el estrecho entre Ítaca y Samos 220 .
Desde allí Telémaco hizo rumbo hacia las islas «Thoaí» 221 .
Homero llama Thoaí a las islas Oxeîai; son unas islas que forman parte de las Equínadas y están cerca del comienzo del golfo de Corinto y de la desembocadura del Aqueloo. Luego, después de superar Ítaca dejándola al sur, Telémaco volvió de nuevo al rumbo correcto que antes llevaba pasando entre Acarnania e Ítaca, y efectuó la arribada por la otra parte de la isla, evitando así el estrecho de Cefalenia que vigilaban los pretendientes.
27 Pilos de Élide y Pilos de Mesenia descartadas
Según esto, si se pensara que la Pilos elea era la Pilos de Néstor, el poeta no haría la descripción adecuada al decir que la nave, después de hacerse a la mar desde este punto de partida, había pasado por delante de Crunos y Calcis antes de la puesta de sol, que luego había doblado Fía de noche y que a continuación había costeado Élide; porque estos lugares se encuentran al sur de Élide, primero Fía, después Calcis, después Crunos y después Pilos de Trifilia y Sámico. Se haría, pues, esta travesía a partir de Pilos de Élide si se navegara con rumbo sur, pero dirigiéndose hacia el norte, donde se encuentra Ítaca, todos estos lugares quedan detrás; e incluso se habría debido costear la misma costa de Élide antes de la puesta de sol; pero el poeta afirma que esto ocurrió después de ponerse el sol.
Y si inversamente se supusiera que Pilos de Mesenia y Corifasio eran el punto de partida de la travesía desde el palacio de Néstor, la distancia sería considerable y exigiría un tiempo mayor. En efecto, la distancia hasta Pilos de Trifilia y hasta el santuario de Posidón Samio es de cuatrocientos estadios 222 ; y el viaje a lo largo de este tramo de costa no pasa por Crunos y Calcis [y Fía] 223 , nombres de ríos sin fama, más bien arroyos, sino primero por el Neda y después por el Acidonte y el Alfeo así como por los lugares intermedios; y era a continuación, en todo caso, cuando debían mencionarse asimismo los nombres de aquellos, puesto que la travesía también se hacía a lo largo de sus costas.
28 El relato homérico de la guerra entre pilios y eleos acredita a Pilos trifllia
Además, el relato que Néstor hace a Patroclo sobre la guerra que tuvo lugar entre pilios y eleos 224 confirma la tesis que tratamos de probar si se hace un examen detenido de los versos del poeta. Allí se nos dice, en efecto, que, al devastar Heracles la tierra pilia y acarrear con ello el consiguiente exterminio de su juventud y que a Neleo, de los doce hijos que tenía, sólo le quedara Néstor, todavía muy joven, los epeos despreciaron a Neleo a causa de su vejez y soledad y comenzaron a tratar a los pilios de modo arrogante y violento. Así, para hacer frente a este estado de cosas, Néstor, tras reunir a todos los fieles que pudo en su casa, marchó, dice, contra Élide y reunió un cuantioso botín:
cincuenta vacadas, otros tantos rebaños de ovejas
otras tantas piaras de cerdos 225 ,
igual número de manadas de cabras, y ciento cincuenta yeguas bayas, la mayor parte con sus potros.
Y llevamos este ganado a Pilos ,
dice,
...al país de Neleo ,
y de noche entramos en la ciudad 226 ,
significando así que el pillaje y la derrota de las tropas que acudieron en auxilio tuvieron lugar durante el día, tras el combate en el que dice que dio muerte a Itimoneo, mientras que el retorno tuvo lugar de noche, de modo que ya era noche cerrada cuando llegaron a la ciudad. Al tercer día 227 , mientras los pilios estaban ocupados en el reparto del botín y en la ofrenda de sacrificios, los epeos, tras reunirse un gran número de infantes y jinetes, lanzaron un contraataque y pusieron sitio a Trío, ciudad situada junto al Alfeo. Los pilios acudieron en su ayuda tan pronto como se enteraron; pasaron la noche en las proximidades del río Minieo, cerca de Arene 228 , y desde allí llegaron al Alfeo a pleno día, esto es, a la hora del mediodía; y después de ofrecer sacrificios a los dioses y pasar la noche junto al río, trabaron batalla apenas amaneció el día siguiente. Una vez que la derrota del enemigo fue clara, no cejaron en la persecución y en la matanza hasta que llegaron a Buprasio
y a la roca Olenia y allí donde de Alisio una colina
ha sido denominada, desde donde al ejército hizo volver Atenea 229 ;
y a continuación dice:
entonces los aqueos
a sus veloces corceles hicieron regresar desde Buprasio hasta Pilos 230 .
29 Pilos elea y Pilos mesenia de nuevo descartadas
De todo esto, pues, ¿cómo se puede deducir que se hable de la Pilos elea o de la mesenia? La de Élide queda descartada, porque, si hubiera sido ésta la devastada por Heracles, también lo hubiera sido al mismo tiempo la tierra de los epeos, y ésta no es otra que Élide. ¿Cómo, pues, un pueblo que había sido víctima de la misma devastación y que era de la misma estirpe iba a mostrar una tal arrogancia y desdén contra quienes habían sufrido la misma agresión? ¿Cómo habría podido realizar incursiones en la propia tierra y someterla a pillaje? ¿Cómo Augias 231 y Neleo, siendo enemigos personales, habrían podido reinar al mismo tiempo sobre el mismo pueblo?, si es cierto que a Neleo
una gran deuda se le tenía que satisfacer en la divina Élide ,
cuatro caballos de carreras con su carro;
habían ido a competir y el premio de la carrera era un trí pode;
pero en su casa Augias, caudillo de su pueblo ,
se los quedó, y despidió al auriga 232 ?
Y si Neleo habitaba allí, también era allí donde reinaba Néstor. ¿Cómo se puede decir entonces de los eleos y los buprasios que
cuatro eran sus jefes, y seguían a cada uno
diez naves veloces con muchos epeos a bordo 233 ,
y que el país estaba dividido en cuatro partes, pero que Néstor no reinaba sobre ninguna de ellas, sino sobre
los que ocupaban Pilos y la amable Arene 234
y los territorios que venían a continuación hasta Mesenia? Además, ¿cómo podían los epeos, en su contraataque contra los pilios, lanzarse hasta el Alfeo y hasta Trío? ¿Y cómo, una vez librada allí la batalla, pudieron huir derrotados hasta Buprasio?
Y en el otro caso, si hubiera sido Pilos mesenia la devastada por Heracles, ¿cómo podía un pueblo tan distante como los epeos tratarla con arrogancia, acordar con ella importantes convenios y faltar fraudulentamente a su cumplimiento hasta el punto de provocar por ello una guerra? ¿Cómo podía Néstor, efectuar una incursión de pillaje contra el territorio enemigo, reunir un botín tan grande de cerdos y otros rebaños que en ningún caso pueden marchar deprisa ni efectuar largos trayectos, y llevar a término un recorrido de más de mil estadios para llegar a Pilos, junto a Corifasio? 235 . Al tercer día, los epeos llegaron en masa a Trioesa y al río Alfeo para poner sitio a la plaza; ¿cómo podían estos lugares pertenecer a quienes tenían el poder en Mesenia cuando eran los caucones, los trifilios y los pisatas quienes los ocupaban?
En cuanto a Gerena o Gerenia 236 (se dice de ambos modos), tal vez algunos la denominaron así a propósito; pero también es posible que el lugar recibiera el nombre por casualidad.
En suma, dado que Mesenia se encontraba bajo la autoridad de Menelao, bajo la cual estaba también Laconia (como se verá asimismo por lo que expondré después) 237 , y que el Pamiso y el Nedón la atraviesan, mientras que de ningún modo lo hace el Alfeo
que en ancho lecho atraviesa la tierra de los pilios 238 ,
sobre la que reinaba Néstor, ¿cómo resultaría creíble un relato que sitúa a este monarca en el dominio de otro y lo despoja de las ciudades que le atribuye el Catálogo 239 , haciendo que todas estén sometidas a Menelao?
OLIMPIA Y PISÁTIDE (30-33)
30 Olimpia, el santuario de Zeus y la supremacía de los eleos
Me falta hablar de Olimpia y de cómo pasó todo a manos de los eleos.
El santuario está en Pisátide, a menos de trescientos estadios de Élide 240 ; frente a él se encuentra un acebuchal, en el que está el estadio. Al lado discurre el Alfeo, que procede de Arcadia y vierte sus aguas en el mar de Trifilia, entre el sur y el oeste. En el principio adquirió su celebridad gracias al oráculo de Zeus Olímpico 241 ; sin embargo, cuando el dios dejó de manifestarse, la fama del santuario no sólo no se debilitó, sino que experimentó un crecimiento, como es sabido, merced a la fiesta en la que se reúnen todos los pueblos griegos y a los Juegos Olímpicos cuyo premio es una corona y que tienen carácter sagrado, la competición más importante de todas las que existen.
El santuario se adornó con una multitud de ofrendas que le eran consagradas desde todas partes de Grecia. Entre ellas estaba el Zeus de oro trabajado a martillo 242 ofrenda de Cípselo, el tirano de Corinto; pero la más grande de todas ha sido la imagen de Zeus realizada por el ateniense Fidias, hijo de Cármides, una estatua de marfil 243 de tamaño tan colosal que, aun siendo muy considerables las dimensiones del templo, el artista parece no haber acertado en la proporción; representó al dios sentado, pero casi tocando el techo con la cabeza, hasta el punto de dar la impresión de que va a levantar la cubierta del edificio en caso de ponerse de pie. Algunos autores han registrado las medidas de la estatua y Calímaco se refiere a ella en un poema en versos yámbicos 244 .
El pintor Paneno 245 , sobrino y colaborador de Fidias, le prestó una gran ayuda en el policromado de la imagen, y sobre todo en la pintura de los vestidos. En el santuario también se muestran muchas pinturas admirables que son obras suyas. Se cuenta de Fidias que, en una ocasión en que Paneno le preguntó qué modelo tendría presente para crear la efigie de Zeus, el artista le respondió que la haría inspirándose en la imagen dejada por Homero en los versos siguientes:
Dijo el Cronión y con un signo de sus negras cejas asintió;
ondearon los divinos cabellos en la inmortal cabeza
del soberano y el inmenso Olimpo se estremeció 246 .
Una hermosísima descripción, en efecto, por todos sus detalles y en particular por el de las cejas, porque el poeta incita a nuestra imaginación a concebir el retrato de una gran figura y de una gran potencia, digna de Zeus, igual que hace en el caso de Hera, sin dejar de respetar además los trazos que convienen a cada una de las dos divinidades; pues de Hera dice:
se revolvió en su trono y el vasto Olimpo se estremeció 247 .
Lo que en el caso de la diosa ocurría cuando movía todo su cuerpo, en el caso de Zeus acaecía al hacer un simple signo de asentimiento con sus cejas, al que se unía, es cierto, algún movimiento de su cabellera. Con todo ello se dice, además, sutilmente que Homero es el único que ha visto y ha sabido representar la imagen de los dioses.
Los eleos más que nadie tienen el mérito de ser los promotores de la magnificencia y prestigio del que está rodeado el santuario de Olimpia. En tiempos de la guerra de Troya y antes todavía, no eran un pueblo próspero; habían tenido que doblegarse ante los pilios y luego ante Heracles, cuando su rey Augias fue destronado. Una prueba de esto la tenemos en el hecho de que sólo enviaron a Troya cuarenta naves, mientras que los pilios y Néstor mandaron noventa. Pero más tarde, después del retorno de los Heraclidas, se volvieron las tomas. Los etolios, tras volver con los Heraclidas bajo el mando de Oxilo y constituir un solo Estado con los epeos apoyándose en su antiguo parentesco 248 , acrecentaron Élide Cava; se apoderaron de una buena parte de Pisátide y Olimpia pasó a estar bajo su poder.
Y lo que es más importante, los Juegos Olímpicos son una invención de los eleos y fueron ellos los primeros en celebrar las Olimpiadas. Es preciso en efecto desechar las antiguas leyendas sobre la creación del santuario y la institución de los juegos, según las cuales se tiene como fundador bien a Heracles, uno de los Dáctilos Ideos, bien al hijo de Alcmena y de Zeus, que también habría competido en los primeros juegos y habría obtenido la victoria; tales historias circulan en diversas versiones y no merecen ningún crédito 249 . Está en cambio más cerca de la verdad quien afirma que desde la primera Olimpiada, en la que venció en la carrera el eleo Corebo 250 , hasta la vigésimo sexta los eleos estuvieron al frente del santuario y de los juegos.
En tiempos de la guerra de Troya, por el contrario, o no existían juegos en los que el premio era una corona o no eran famosos, ni éstos de Olimpia ni ninguno de los otros que actualmente tienen fama. Homero no hace mención de ninguno de ellos, aunque se refiere a algunos de otra naturaleza, a los juegos que se celebran en los funerales 251 . Les parece, sin embargo, a algunos que alude a los Juegos Olímpicos cuando dice que Augias arrebató «cuatro caballos de carreras que habían ido a competir» 252 ; afirman además que los pisatas no participaron en la guerra de Troya porque se les consideraba consagrados a Zeus. Pero Pisátide, en la que se encuentra Olimpia, no estaba entonces bajo la autoridad de Augias, sino que sólo lo estaba Élide; ni tampoco los Juegos Olímpicos se celebraron en Élide, ni siquiera una vez, sino que siempre tuvieron lugar en Olimpia. Por el contrario, los juegos a los que ahora he hecho referencia se celebraron claramente en Élide, donde se tenía que satisfacer la deuda:
una gran deuda se le tenía que satisfacer en la divina Élide cuatro caballos de carreras 253 .
Y estos juegos no eran, como en el caso de aquellos de Olimpia, juegos en los que el premio era una corona (dado que iban a correr por un trípode) 254 .
Después de la Olimpiada vigésimo sexta, los pisatas reconquistaron su tierra patria y también ellos celebraron los juegos, al ver que tenían una gran fama. Pero más tarde, cuando Pisátide pasó de nuevo a manos de los eleos, volvió igualmente a ellos la organización de los juegos 255 . Los lacedemonios, después de la derrota definitiva de los mesenlos, también cooperaron con los eleos, que habían sido sus aliados en la guerra, mientras que los descendientes de Néstor y los arcadios habían combatido al lado de los mesenlos 256 . Y cooperaron hasta tal punto que todo el territorio hasta Mesenia fue denominado Élide, nombre que se ha mantenido hasta nuestros días, mientras que de los pisatas, los trifilios y los caucones ni siquiera ha quedado el nombre. Además unieron a Lépreo incluso la arenosa Pilos, como agradecimiento a los lepreatas por no haber participado en la guerra 257 ; y destruyeron otros muchos asentamientos, e impusieron tributos a todos los que veían inclinados a actuar con independencia 258 .
31 Historia y tradiciones de Pisátide y Pisa
Pisátide fue originariamente muy renombrada gracias a sus muy poderosos gobernantes, Enómao, y luego Pélope, su sucesor, así como los numerosos hijos que tuvo este último. También se cita a Salmoneo 259 como rey de este país; y lo cierto es que una de las ocho ciudades que se reparten el territorio de Pisátide recibe el nombre de Salmone. Por estos motivos y, naturalmente, por la presencia del santuario de Olimpia, la fama del país está ampliamente extendida.
Pero es preciso prestar oído a las antiguas historias de tal modo que no se olvide que no son precisamente objeto de acuerdo. Los autores más recientes sostienen opiniones diversas y novedosas hasta el punto de dar versiones contrarias, como cuando afirman que Augias gobernó Pisátide, y que Enómao y Salmoneo lo hicieron en Élide; y algunos autores reúnen los dos pueblos en un solo Estado 260 . Es preciso seguir las tradiciones sobre las que se da un acuerdo más amplio, dado que ni siquiera hay unanimidad respecto a la etimología de la palabra Pisátide; algunos la hacen derivar de Pisa, una ciudad con el mismo nombre que el de una fuente, y esta fuente se llamaba Pisa, equivalente de pístra , que es lo mismo que potístra , «abrevadero» 261 ; muestran el emplazamiento de una ciudad construida en una altura entre dos montes, el Osa y el Olimpo, con el mismo nombre que los de Tesalia.
Otros, en cambio, sostienen que no hubo ninguna ciudad con el nombre de Pisa, puesto que habría figurado como una de las ocho; habría sólo una fuente, que actualmente recibe el nombre de Bisa y que estaría cerca de Cicisio, la mayor de las ocho ciudades. Estesícoro 262 , dicen, daría el nombre de «ciudad» al territorio llamado Pisa, del mismo modo que Homero califica a Lesbos como la ciudad de Mácar 263 . Y Eurípides dice en el Ión:
Eubea es una ciudad vecina de Atenas 264 ,
y en el Radamantis:
que ocupan la tierra de Eubea, una ciudad de las proximidades 265 ,
y Sófocles en los Misias:
Todo el país, oh extranjero, se llama Asia ,
pero la ciudad de los misios recibe el nombre de Misia 266 .
32 Las ciudades de Pisátide
Salmone 267 está próxima a la fuente del mismo nombre de la que mana el Enipeo; este río es un afluente del Alfeo [y su nombre actual es Barniquio] 268 ; dicen que Tiro se enamoró de él:
ella se enamoró de un río, el Enipeo divino 269 .
Allí tenía el reino su padre Salmoneo, como también dice Eurípides en su Eolo 270 ; algunos, sin embargo, escriben «Eniseo» 271 , el nombre de un río de Tesalia que nace en el Otris y recibe las aguas del Apídano, que desciende de Farsalo. Cerca de Salmone se encuentra Heraclea 272 , que también se cuenta como una de las ocho ciudades; dista unos cuarenta estadios 273 de Olimpia y está situada junto al río Citerio, donde se encuentra el santuario de las ninfas Joníades 274 , respecto a las que se cree que con sus aguas curan enfermedades.
En las proximidades de Olimpia está Harpina 275 , que también es una de las ocho ciudades; la atraviesa el río Partenias y se encuentra en el camino que sube hasta Ferea 276 . Ferea es una ciudad de Arcadia, situada tierra adentro al otro lado de la región de Dime, de Buprasio y de Élide, que están al norte de Pisátide. Allí también está Cicisio, otra de las ocho ciudades, y en el llano, en el camino que va de Élide a Olimpia, se encuentra Dispontio 277 . Esta ciudad fue destruida y la mayor parte de sus habitantes emigraron a Epidamno y Apolonia. El Fóloe, un monte de Arcadia, también está situado más arriba de Olimpia, y la domina de tan cerca que sus estribaciones están en Pisátide.
Pisátide en su totalidad y la mayor parte de Trifilia confinan con Arcadia; ésta es la razón por la que se tiene la idea de que son arcadios la mayor parte de los territorios que en el Catálogo son mencionados como pilios; las personas bien informadas, sin embargo, no piensan de ese modo, porque es el Erimanto, uno de los afluentes del Alfeo, el que marca la frontera con Arcadia y todas las localidades en cuestión están situadas en el lado exterior de este río 278 .
33 Los etolios en Élide. Carácter sagrado de Élide. Los eleos en Olimpia. Fidón de Argos. Alianza de eleos y lacedemonios
Éforo 279 afirma que Etolo, tras ser expulsado de Élide por Salmoneo, rey de los epeos y los pisatas, se refugió en Etolia, que dio su nombre al país y realizó la unidad política de las ciudades que allí había; que luego un descendiente suyo, Oxilo, ligado por vínculos de amistad con Témeno y los Heraclidas que lo acompañaban, se convirtió en su guía cuando regresaron al Peloponeso, repartió entre ellos el territorio enemigo y estableció las restantes condiciones relativas a la conquista del país; y a cambio de estos servicios, obtuvo la recompensa de la vuelta a Élide, la tierra de sus antepasados; así fue pues como, tras reunir un ejército, partió de Etolia y marchó contra los epeos, que ocupaban Élide.
Pero al salirle al encuentro los epeos para medir las armas, en vista de que sus fuerzas eran parejas, según una antigua costumbre de los griegos 280 , se enfrentaron en un combate singular el etolio Pirecmes y el epeo Dégmeno. Éste, armado a la ligera, con su arco únicamente, pensaba que, gracias al alcance de su disparo, vencería fácilmente a un adversario con armadura pesada; pero el otro, al darse cuenta de la astucia del contrario, se armó de una honda y un saco de piedras. La honda era un tipo de arma que precisamente acababan de inventar los etolios. Y al tener la honda un tiro de más largo alcance, Dégmeno cayó y los etolios expulsaron a los epeos y ocuparon el territorio. También se hicieron con la administración del santuario de Olimpia, que antes estaba en manos de los aqueos 281 .
Gracias a la amistad que unía a Oxilo con los Heraclidas, fácilmente se llegó a un acuerdo entre todos por el que se comprometían con juramento a que Élide estuviera consagrada a Zeus y a que fuera considerado maldito quien se dirigiera con armas contra aquel territorio, y a que del mismo modo fuera maldito quien se negara a intervenir en su ayuda con todas sus fuerzas.
Así se explica que quienes fundaron luego la ciudad de Élide 282 la dejaran sin murallas y que quienes atraviesan su territorio con un ejército entreguen sus armas en depósito y no las recuperen hasta su salida de la frontera.
Este carácter sagrado de los eleos facilitó asimismo que Ífito instituyera los Juegos Olímpicos 283 .
Merced a estas circunstancias los eleos acrecentaron su población, pues mientras los demás pueblos estaban continuamente en guerra unos contra otros, ellos eran los únicos que disfrutaban de una paz duradera, no sólo ellos mismos, sino también los residentes extranjeros, de modo que por esta razón se produjo un aumento de población superior a cualquier otro.
Fidón de Argos, sin embargo, que era el décimo sucesor de Témeno, superó en poder a los demás soberanos de su tiempo, por lo que pudo recuperar todo el lote de Témeno, que había sido dividido en varias partes; inventó el sistema de pesos y medidas llamado fidonio 284 y la acuñación de moneda en diversos metales y sobre todo en plata. Además de todo esto, atacó las ciudades que habían sido tomadas por Heracles y reclamó el derecho de organizar la celebración de todos los juegos que Heracles había instituido, y entre ellos también se contaban los Olímpicos; entró en Élide por la fuerza y los hizo celebrar, sin que los eleos tuvieran armas para oponerse debido a la situación de paz, y todos los demás pueblos estaban sometidos a su poder.
Los eleos, empero, no hicieron constar en sus listas esta celebración 285 ; por aquella causa, en cambio, se procuraron armas y comenzaron a cuidar de su propia defensa; y les ayudaron los lacedemonios, bien porque les envidiaban la prosperidad alcanzada gracias a la paz, bien porque pensaban tenerlos como aliados para destruir a Fidón, que les había arrebatado la hegemonía sobre el Peloponeso que antes habían tenido. Y efectivamente juntos destruyeron a Fidón, y los lacedemonios a su vez ayudaron a los eleos a hacerse con Pisátide y Trifilia.
Toda la travesía a lo largo de la costa de la actual Élide, sin entrar en los golfos, es de mil doscientos estadios 286 . Esto es todo lo que tenía que decir sobre Élide.